Así dejé de “✌️estar cansado a los 30✌️”

Hoy en día no me gusta usar Pousta para escribir de cosas personales, pero personales de verdad, como esas que publicábamos cuando esto lo leían con suerte nuestros amigos. Hoy día me tomé esa libertad, porque responder a un post que nos llega a todos tan profundamente es una oportunidad que no se tiene todos los días.

Todo esto, nace como “respuesta”, a la publicación de Nacho Vigouroux, aunque, más que respuesta, son un montón de ideas que me tomé la molestia de ordenar de manera escrita gracias a sus palabras.

30 y cansado Estoy cansado de recién pasar los 30 y vivir permanentemente CANSADO.Esa hueá no es normal.Mi papá a…

Posted by Nacho Vigouroux on Wednesday, May 11, 2016

Encuentro ridícula esa moda que se impuso de la carta abierta y la respuesta a la carta y la respuesta de la respuesta de la carta, pero la necesidad que tengo de responder a un post de este tipo es porque en algún minuto también me sentí cansado, muchísimo, e incluso fue peor, porque me ocurrió 4 años antes de Nacho, cuando recién tenía 26.

Sí, obvio, todos nos hemos sentido cansados alguna vez, pero, ¿saben cuál es la gran diferencia PARA MI en este caso? El hecho de que ahora que vivo en un estado mental tan asquerosamente bacán, que me llega a dar “rabia“. Me da rabia estar tan feliz, porque siempre fui de naturaleza emo, darks, ponle como quieras, pero resulta que últimamente nada me baja los “felicilevels”, incluso en situaciones en las que todo pareciera ser adverso. Mi antiguo yo tiene asco del nuevo, pero al mismo tiempo el “nuevo yo” siente un poco de pena del antiguo, así que se hacen bullying entre sí, constantemente.

Tampoco quiero engañarlos, pues hay situaciones que me irritan, como a todo el mundo, pero la gran diferencia es que por muy disgustado que me sienta, nada de eso logra finalmente molestarme.

Sí. Podemos decir que soy una persona feliz, pero no de esa felicidad que cuando te preguntan, sueltas una risa y lo dice porque es lo que corresponde. Hoy en día soy una persona feliz de manera real, auténtica, constante y profunda.

Ahora, ¿cómo llegué a ese estado? Pues bien, porque luego de sentirme así como se siente Nacho, hubo muchas cosas que tuve que resolver una a una, aunque la que más viene a este caso es el factor trabajo.


F*ck the system

Estudié “Comunicación Multimedia” en la Universidad del Pacífico; la RAE define eso como haber estudiado una carrera de juguete en el Instituto Aplaplac. Lo peor es que fue con CAE y todo, aunque ya todo esa historia es tan lejana que me da un poco lo mismo.

A pesar de lo basura que fue mi formación universitaria, siempre fui muy curioso y por eso he tenido la suerte de trabajar en cosas que me gustan, sobre todo relacionadas al diseño digital. Como han de imaginar, no es un trabajo muy lucrativo como podría ser si fuese abogado o ingeniero, pero me iba muy bien, ya que tenía un alto y constante flujo de trabajo, lo que repercute mucho en tu cash al final de mes.

En ese minuto tenía tres trabajos. Uno durante el día (Cranberry Chic), otro en la tarde/noche (POUSTA) y en la noche donde trabajaba como freelance para emprendedores. Tenía 25 años, había terminado recién la universidad y en mi cuenta corriente los número siempre daban positivo, así que el dinero no era nunca una preocupación.

Lamentablemente, un ritmo brutal de trabajo no es sostenible en el tiempo a menos que enamores de la plata.

Un buen día (a los 26), tuve que bajarle a la música y escuchar mis propias ideas.

¿Para qué trabajo tanto? Bien…porque necesito más plata. Yaaa..bien, pero, ¡¿por qué diablos necesito más y más plata?!

Ahí fue cuando me topé con un montón de estupideces…en serio. ESTUPIDECES.

Veamos.

  • Porque quería vivir en un departamento más bacán
  • Porque ese año quería un auto
  • Porque quería vacaciones más bacanes que el año pasado
  • Porque quería más ropa
  • Porque otro XBOX se aproximaba

¿En verdad…en serio estaba trabajando como si no hubiese un mañana simplemente PARA ESO? ¡Mierda, que estoy mal!

Me sentí un estúpido, un imbécil que se ha tragado todo, todo lo que le dijeron y lo invitaron a consumir; básicamente, una “víctima” de todo lo que “el capitalismo” le inventó. A mi me vendieron el millennial emprendedor “taquillero” (que palabra más miserable y asquerosa) y me lo creí y compré completo. De hecho, lo pagaba mes a mes en la cuota de la VISA.

De eso han pasado dos años ya, pero aún hay más.

¿Por qué hablo de este personaje que yo mismo compré? Porque básicamente los medios (masivos y “de nicho”) nos inventan personajes con el único objetivo de vendernos cosas (cito mi artículo favorito de la vida):

Los millennials son un grupo de 80 millones de personas (en Estados Unidos), nacidos entre 1980 y 1996, que tiene valores comunes como la falta de autoridad, alta tolerancia, cercanía con su familia, deseo de compromiso y un gran nivel de optimismo. Se cuestionan el funcionamiento del sistema”.

MEENNTIIIRAAAA, PURAS MENTIRAS.

Esa definición del millennial, es decir nosotros mismos, no es más que un invento con el único objeto de “vender una definición de éxito y de sueños que el capitalismo necesita renovar para que siga funcionando la máquina”. Ese personaje o mundo al que nos invitan a formar parte no existe, no es real, pero estamos convencidos de que somos parte de él.

Y aquí citamos a Ignasi Giró, pues “por lo general, nuestros sueños tienden a ser dibujos esbozados por egos sobrealimentados, destinados a disfrazar carencias en lugar de activar virtudes”.

Desde esa perspectiva, todo lo que estuve constantemente buscando era irrelevante, no porque este artículo “me cambió la cabeza como una especie de autoayuda”, fue más bien porque incluso antes de leerlo había logrado entender que:

  • Más importante que un “súper” departamento, es que encuentres un refugio (el mundo ahí afuera es realmente violento)
  • Más importante que lo genial que es tu medio de transporte, es que no necesites un medio de transporte
  • Más importante que dónde te vas de vacaciones, es tengas vacaciones porque quieres, no porque lo necesitas
  • Más importante que vestirte antes de que algo sea moda, es que lo que vistas te  siente bien y ahí reside su valor
  • Más importante que tener la nueva consola de última generación, es tener tiempo para compartirla con mis amigos

Incluso la persona “más punk” que conozcas es parte fundamental del capitalismo, que día a día nos inventa personajes, roles, arquetipos, para luego vendernos todos los bienes de consumo que necesitamos para ser ese producto.

¿Qué barbie eres hoy? Aaah, eres la barbie espiritual y viajera. Aquí te mostramos el trabajo que deberías tener, las aerolíneas en las que deberías viajar y cómo te debieses vestir. Para cuando te sientas barbie “todo me importa un pico“, tenemos este Android esperando por ti, un antiplan telefónico a tu medida y ropa de segunda mano preseleccionada para ti.

Llegado este punto, lo que necesitas con urgencia para resolver el 50% de tus problemas, es tener un antitrabajo (1. Antitrabajo es cuando te dedicas a algo que te hace estar ansioso los fines de semana porque llegue el lunes, porque te parece emocionante y eventualmente podrías hacer durante toda tu vida sin aburrirte. Usualmente se trata de nuestros hobbies y muchas veces no nos dejan dinero o cuesta llevarlos hasta el punto en el que podemos vivir de ellos) que te apasione, que te de lo suficiente para vivir, ahorrar e irte de copas de vez en cuando con los amigos. ¿Qué pasa entonces cuando tu trabajo no consume todo tu tiempo o al contrario, te llena de energía? PUES DEJAS DE SENTIRTE CANSADO Y COMIENZAS A DISFRUTAR TU CORTA Y PUTA VIDA.


Hace unas semanas un amigo me preguntó cómo diablos era capaz de desperdiciar dos horas y media al día trasladándome hasta Crossfit caminando.

Me quedé sin palabras.

Cuando pensé la respuesta, se me vinieron un montón de recuerdos e imágenes a la cabeza. Soy yo caminando esos 10 kilómetros diarios, al lado de un montón de gente angustiada en sus autos, tocando la bocina en la mitad de la calle; otro puñado arriba de la micro, citando visualmente el hacinamiento de los pollos del peor documental animalista que recuerde. Más allá, otros tipos que se sienten moralmente superiores al resto corriendo en bicicleta a punto de morir en cada esquina, mientras yo simplemente sigo a paso lento y calmado, pensando en si quiero cocinar en la noche o irme de fiesta con los amigos un día martes. Toda esa gente viviendo miserablemente fue la que me dio la respuesta.

Puta, weón, camino toda esa mierda al día porque puedo…simplemente porque puedo”.


 

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  1. “Tenemos este android esperando por ti, un antiplan telefónico a tu medida y ropa de segunda mano preseleccionada para ti.”

    Veo reflejado en ti un pensamiento que tengo desde hace mucho tiempo. Como el sistema (entiéndase como atmósfera económica en la cual desarrollamos nuestro estar terrenal día a día) está diseñado o equilibrado de tal forma, que existe un gran espectro del mismo producto para llegar al máximo de usuarios posibles.

    Hasta el punky más punky antisistema que machetéa (O mejor conocido como hippie/punk) está buscando plata para comprarse un copete y tomarselo, copete que se lo proporciona nuestro sistema actual.

    El despertar no está en reaccionar, más bien en darse cuenta de la realidad y saber cuando apartarse de ella. Así como la pandilla de Morfeo sabía desconectarse de la Matrix, nosotros debemos aprender a hacerlo cuando sea necesario.

  2. que bkn!!!… y si, no se puede estar uno quejando toda la vida, como decía mi profe, no se preocupe ocupese y es básicamente lo que hay q hacer

  3. Un crack, leí todo este manifiesto y cuando llegó al final PUMMMM! Me vendieron el Crossfit donde seguramente va el autor de este texto. Putos amos.

    1. Hahaha.

      Tomé la precaución de ni siquiera linkear el “crossfit” a todos los posts al respecto para dejarlo más puro, pero había olvidado que estamos linkeados por ese gran banner.

      De todos modos, creo que hoy en día invitar a la gente a crossfit o a practicar cualquier deporte, en un contexto país que se nos celebra el comer pésimo y vivir frente a la TV, es casi un acto subversivo.

  4. Me parece una buena reflexión y coincido contigo a que deberíamos aspirar cada vez más a trabajos que nos gusten y cada vez menos a tener cosas que nos venden, muchas veces innecesarias, para disfrutar de lo que finalmente nos genera más satisfacción. Observo a diario como amigos y cercanos en general parecen muy llamados a producir plata y están cansados y angustiados pudiendo estarlo mucho menos. Mi caso es eso sí menos favorable: estudié una carrera universitaria en una universidad muy prestigiosa y tal como tú elegí un antitrabajo que me gusta mucho (nunca he publicado en facebook algo así como “espero que llegue el viernes” o “que horrible, es lunes”), pero el mercado laboral de mi carrera impone el costo de que mi antitrabajo ha implicado renunciar a seguridad social: no puedo tener al mismo tiempo un plan de salud bueno, un dividendo (no estoy hablando de un depto de 60 metros cuadrados en Providencia o Ñuñoa, si no que de algo mucho más chico, barato y menos glamoroso), ni siquiera me darían un crédito hipotecario, y no podría pagar un colegio privado para asegurar 650 ptos. PSU a un potencial hijo. Y no es que no haya mirado el mercado si no que no quiero trabajar en algo que no me haga sentido. Mi caso es bien particular y por lo tanto tal vez sea un mal ejemplo. Lo que sí no es un ejemplo aislado es que para gran parte del resto de la población me imagino que la opción existe aún menos. Para quien no tiene calificaciones de educación superior ni capital ni buenos pitutos la opción de un antitrabajo es muy muy limitada, para el 53% de los trabajadores, que ganan menos de 300.000 (o tal vez incluso para los del 70% que gana menos de 426 y mantienen familia) estresarse para pagar deudas no tiene que ver con dejar de irse de vacaciones a Brasil, Magallanes, Cartagena o la casa de los abuelos o comprarse un iphone o un xbox, sino con necesidades bastante básicas (comida, enfermedades no cubiertas por el seguro de salud, útiles y uniformes escolares, refrigerador, cocina o algo de ocio, que me parece necesario también), para quienes trabajan en las comunas del sector oriente o en el centro y viven en Puente Alto, Renca, Lo Espejo, El Monte, etc., etc. caminar tiene como costo ver a su familia 3 horas menos al día. En fin, por ahora somos unos semiprivilegiados pero la opción no es opción para casi todos en Chile, y quizás podría serlo, pero depende muy poco de nuestra capacidad de agencia.

    1. Complementaste súper bien lo escrito. Me gustaría tener mucho más tiempo, sin saber en verdad para qué. Me ilusiono con la libertad de manejar mi tiempo.

  5. Francisco, si bien comparto algunos de tus puntos. Creo que posees una mirada individualista frente a la vida. Compato de Nacho su cuestionamiento al sistema educacional, a eso sumar el transporte, salud y etc. Si las condiciones de vida pueden mejorar también incluye el componenete colectivo, el mejorar las condiciones de empleo y de los sistemas que mencioné antes. No puede quedar en el yoga, la visión positiva o caminar crossfit.

    1. bueno, el cambio siempre parte por uno, si te quedas esperando a que todo el mundo cambie antes que tu, suerte con eso, puede pasar muuuuucho rato antes que empiece algo. No necesitas yoga ni crossfit ni ninguna moda zen.

  6. Mi yo del pasado se sintió identificado. Soy desarrollador y el año pasado cuando todavía hacia deporte hacia algo parecido, caminaba bastante (“desperdiciando tiempo”) pero paradójicamente tenía más energía que ahora que no hago deporte y me muevo en moto. Básicamente el cuerpo tiene “pilas” de donde saca la energía, y el ejercicio hace crecer esas pilas, y el stress las consume. Saludos.

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