Admítelo, eres una persona que nunca está quieta. Tiene millones de ideas en la cabeza, proyectos, panoramas, pero hay algo que te quita el sueño, y es la carrera que elegiste. Para ayudarte ser más bacán, conversamos con una mina seca en temas de psicología laboral, y aparte, conversamos con un montón de personas que dieron el paso y cuyos “testimonios” pueden ayudarte en algo. Aquí vamos.

Siempre es lo mismo cuando me preguntan mis impresiones acerca de lo que estudié, porque como nombre aunque suena muy interesante, lo cierto es que la carrera terminó aburriéndome.

Comunicación Multimedia, en el papel sonaba como la carrera del futuro (hoy en día el presente), pero paulatinamente la falta de rigor académico, y la clarísima inexperiencia de muchos de mis profesores, hicieron que la carrera que SENTÍA, debía estudiar desde los 14 me tuviese súper desmotivado. La situación era tan vergonzosa, que una vez un profesor nos dijo que si un cliente “nos pedía una página web 3.0”, debíamos crearle redes sociales en todos los canales posibles.

(Mátate)

Por suerte LA conversación que tuve en su momento con mis viejos me mantuvo a raya de haber dejado la Universidad, porque si bien comparaba y sentía que para lo que yo quería hacer, una carrera como Comercial (Administración de Empresas) era mucho más útil, no tenía nunca nada claro en la cabeza, entonces a la pregunta clave de mis papás que era “qué diablos vas a estudiar si te sales de esto”, como no tenía respuesta, terminé acabando esa basura de carrera.

No voy a centrarme en pelar profesores ni lo estafado que me sentía, pero por suerte, 3 años después de haber terminado la carrera, digo que no me equivoqué, porque me sirvió para dos cosas que hoy en día son vitales: como soy licenciado y no abandoné la universidad, puedo hacer clases, y aparte, la situación como era todo tan precario, terminé uniéndome a proyectos desde chico gracias al tiempo libre que tenía, y terminé aprendiendo más que si hubiese tenido profesores secos, porque básicamente aprendí de y con gente que le vuela la raja a cualquier docente chileno del rubro.

En fin, aunque la historia mía es “relativamente” positiva, resulta que todos los días hay historias de gente que se siente pésimo porque está perdiendo tiempo estudiando y gastando plata en carreras que francamente no les mueven un pelo.

Como la experiencia de una sola persona no sirve de mucho (menos la de un tipo que se quedó estudiando una basura), fuimos a la casa de María Paz Carrillo, quien es psicóloga laboral y aparte se dedica al headhunting de un retail de esos en las que la gente se mata para entrar.

Qué dicen los expertos

POUSTA: CUÁLES SON LOS PRIMEROS INDICIOS DE QUE UNO DEBIESE CAMBIARSE DE CARRERA, APARTE O INDEPENDIENTE DE CAUSAS EXTERNAS COMO TEMAS DE PLATA.

MARÍA PAZ: Creo que la clave al momento de tomar la decisión de permanecer o cambiarte de carrera, tiene que ver con las motivaciones. No importa qué es lo que te mueve en la vida, pero hay que ser lo más consecuentes (dentro de lo posible) con lo que te motiva, de lo contrario, lo vas a pasar mal. Por ejemplo, si una persona entra a derecho porque tiene la motivación de, en un futuro, ayudar a la sociedad trabajando en el sector público (invento), es probable que a pesar del tedioso estudio, a fin de cuentas la persona se sienta autorrealizada o por lo menos conforme con la carrera a elección, porque lo que estudia se alinea con sus motivaciones personales. Hay otros casos en que una persona entra a estudiar ingeniería civil porque su meta en la vida es ganar mucha plata y poder comprar y viajar todo lo que quiera. En este sentido, sus motivaciones están también perfectamente alineadas con lo que estudia y, por lo tanto, se sentirá tranquila con su carrera. Siempre que actuemos consecuentemente con nuestras motivaciones, estaremos en el lugar correcto. De lo contrario, si actuamos o tomamos decisiones basadas en las motivaciones de otros y que no nos representan (porque tu papá quiere que seas ingeniero civil, porque es bien visto ser médico, porque en tu familia son todos artistas), estamos mal. De esto uno puede darse cuenta porque no te hace sentido ir a la universidad, no te imaginas en el futuro ejerciendo las materias que ves en clases y esto muchas veces produce angustia, ansiedad y no te van a dar ganas de hablar del tema. Es parecido a estar en un trabajo que no te gusta: te van a preguntar qué haces (qué estudias) y te va a dar lata hablar del tema, te va a caer mal la persona que te pregunte y te vas a empezar a dar cuenta que eso está mal, que no es lo “normal”. En ese momento, debería caerte la teja que mejor te vas cambiando de carrera.

Hay casos en que estudiar la carrera en sí, es tedioso y demanda un gran esfuerzo, pero la meta de titularte y ejercer (esto pasa mucho en medicina y derecho) es tan fuerte que te da energías para mamarte más de 7 años de estudio. Es importante en este sentido saber la diferencia entre que no te guste tu carrera (huye de ahí) y que no te guste estudiarla (vamos esforzándonos). Por último hay casos en que si no tienes “dedos para el piano”, también es mejor cambiarte. Ej: si literalmente estudias piano y no tienes buen oído musical, capacidad de composición, técnica, etc, mejor te cambias. Si estudias medicina, pero tu memoria falla, por el bien de tus posibles pacientes veamos otras opciones… Si estudias periodismo, pero no escribes bien o no te gusta ver noticias, mejor hacer un año de bachillerato.

POUSTA: HAY MUCHA GENTE QUE SE CAMBIA A CADA RATO DE CARRERA Y ENTRAN COMO EN UN LOOP INFINITO. ¿EXISTEN FACTORES QUE NO SON UN INDICIO DE QUE DEBES CAMBIARTE?

MARÍA PAZ: Notas, asistencia, relaciones con tus compañeros. Alguien que es responsable, en general lo seguirá siendo independiente del contexto. Lo mismo pasa con las personas sociables por naturaleza y las personas que les cuesta levantarse: probablemente tendrán el mismo comportamiento en cualquier  contexto.

POUSTA: TÚ TRABAJAS SELECCIONANDO GENTE PARA UNA “SÚPER MEGA EMPRESA”…DESDE ESE MODO DE VER LAS COSAS, ¿HABLA MEJOR DE ALGUIEN QUE SE PRESENTA A UN CARGO DE TRABAJO EL HECHO DE QUE SE HAYA CAMBIADO DRÁSTICAMENTE DE CARRERA PARA SEGUIR SUS “SUEÑOS”?.

MARÍA PAZ: En una entrevista de trabajo, no se aprecia que una persona se cambie de carrera en sí, pero sí se valora un candidato consecuente consigo mismo. En este sentido lo que importa es el análisis que se le otorga a la experiencia de cambio, más que el cambio en sí. Por ejemplo, cuando hago una entrevista de trabajo y pregunto por qué alguien se cambió de carrera y me dice: “es que derecho era mucha lectura y no alcanzaba a carretear como el resto de mis amigos. Por eso entré a periodismo, que es mucho más relajado” es distinto a que me digan “la verdad es que derecho me estaba desmotivando, pasaba los ramos, pero muy desencantado. Por eso vi otras opciones y finalmente periodismo se alineó mucho mejor con mis metas de vida”. Un cambio drástico, pero bien fundamentado, habla de consecuencia, poder de decisión y, por qué no, valentía. Un cambio drástico mal fundamentado habla de impulsividad e inmadurez.

POUSTA: ENTONCES QUÉ PODRÍAS ACONSEJAR A UNA PERSONA QUE SIENTE QUE DEBE CAMBIARSE DE CARRERA Y NO SE ATREVE A CONTARLE A LOS PAPÁS. EXISTE ALGUNA ESPECIA DE FÓRMULA O PASOS QUE DEBAS PASAR PARA “MINIMIZAR EL DAÑO”.

MARÍA PAZ: Este sí que es tema. Varía caso a caso la dificultad de informar a los papás la decisión o intención de cambiarse de carrera. Algunos sabes que te van a apoyar, otros estás seguro que te van a mandar a la mierda y la mayoría no estamos muy seguros de cómo reaccionarán. En todos los casos el mejor consejo es el mismo: informa que no estás feliz con la carrera que elegiste, cuéntales qué es lo que sí te motiva en la vida y finalmente preséntales un plan alternativo, una segunda carrera que quisieras estudiar. Esto te lo debes tomar muy en serio, porque pocos papás aguantan una tercera carrera, así que es importante realizar un estudio previo de qué te gustaría estudiar, cómo ejercen las personas tituladas de esa carrera, si eso realmente te motiva, etc.

POUSTA: HASTA CUÁNTOS CAMBIOS DE CARRERA CREES QUE SON “POLÍTICAMENTE CORRECTOS” TENER. ¿HAY PROBLEMAS MÁS CUÁTICOS EN UNA PERSONA SI ES QUE CAMBIA TODOS LOS AÑOS DE PROYECTO DE VIDA?.

MARÍA PAZ: Es trillado decirlo, pero es un poco relativo este tema. No hay una cantidad de cambios “políticamente correctos” y ojalá todos pudiéramos achuntarle a la primera, pero a los 17 o 18 años es muy común equivocarse por inmadurez, ignorancia, etc. Esta inmadurez (me refiero a una inmadurez de identidad, de no saber lo que quieres) se disipa con el paso del tiempo en la mayoría de los casos, pero obviamente a algunos les toma más tiempo. Mi consejo para superar esta incertidumbre de “qué quiero hacer en mi vida” es moverse: conocer gente, trabajar, leer, todo menos quedarte dormido en los laureles. Ahora, si hablamos de un caso en que todos los años quiere estudiar una carrera distinta y siempre está seguro de que “este sí que sí es  el proyecto de mi vida”, es un “A for efford”, pero no estamos llegando a ninguna parte y probablemente hay una personalidad que es muy intensa y al mismo tiempo muy cambiante, por lo tanto difícil terminar una carrera de 5 o más años.


Alfredo

Estudiaba derecho, estaba en cuarto año de la carrera. Desde que entré que me quedé con las ganas de estudiar cocina pero la idea de estudiar una carrera no tradicional me asustaba y no pensé que contaría con el apoyo de mi familia. A comienzos de este año las dudas se hicieron mayores y empezó a asustarme la idea de vivir haciendo algo que no me apasionaba de verdad, lo que tuvo un impacto negativo en mi rendimiento, lo cual obviamente acrecentó la crisis. Tenía una compañera con la que compartía la pasión por la cocina y lamentablemente falleció en un accidente de tránsito, lo cual fuera de toda la pena, significó un cambio radical en mi vida. Me di cuenta que no puedo perder el tiempo haciendo algo que no me llena porque puede que nunca tenga la oportunidad de cumplir mi sueño.

En medio de una conversación con mi papá luego de esto (y con mi renuncia ya presentada) le comenté que mi sueño no era retomar la carrera en otra universidad como era mi plan original al renunciar (el que le planteé a ellos ya que el mío siempre fue otro) y que quería estudiar gastronomía.

Contra todo pronostico mi papá se limitó a decirme “bueno, que te lo impide?” y dijo que me apoyaría si eso es lo que quería hacer pero tenia que hacerlo bien y ser el mejor en eso si era mi sueño


Susana

Estudiaba Publicidad, estaba preparando mi tesis cuando me enteré que estaba embarazada y debido a un problema en el embarazo (oligoamnios severo) tuve que estar en reposo absoluto, por ende congelar.

Cuando ya tuve la oportunidad de retomar los estudios, comencé a dudar y cuestionarme que si era eso lo que quería hacer por el resto de mi vida y llegué a la conclusión de que no era lo que quería.

Siempre quise estudiar estética, pero como era una carrera corta no quise hacerlo saliendo del colegio con 17 años, entonces me armé de valor –a pesar que sólo me quedaba defender mi título– para decirle a mis padres y pololo que quería estudiar Estética, sentía que eso si era lo que quería hacer por el resto de mi vida y mis padres y pareja lo tomaron bien. Preferí no perder más tiempo ni plata, a pesar de que nadie (amigos, familiares) entiende por qué no terminé la carrera y comencé a estudiar lo otro después, pensé que para qué iba a a gastar plata casi un año en terminar algo que no me iba a servir, sólo para decir que “ya era profesional. Hoy en día creo que fue una buena decisión, en diciembre termino Estética Integral Artística y es algo que me gusta mucho y me hace bien.


Juan Pablo

Estaba en tercero de derecho, cuando decidí abandonar la carrera. Todo partio desde primer año. Me iba súper bien, pesé todos los ramos, pero del todo no sabía si me convencía ser abogado. En segundo año también me fue bien pero cada vez me convencía menos. A fin de año muchos de mis amigos abandonaron la carrera, quedándome casi sin ningún partner. La mayoría de la gente era fome, sin humor y con un cierto espíritu de ser los mejores a costa de cualquier cosa. Ese ambiente era una paja! Durante el tercer año me convencí que de ese ambiente no me quería rodear ni menos me veía en 10 o 15 años mas trabajando de camisa y corbata :s así que decidí salirme.

Lo único que no sabía era como explicarle a mis viejos, aguante hasta el día en que me tenía que ir a matricular para el 4to año y les dije que no quería seguir estudiando más. Obviamente quedaron en shock y no encontraba una razón de “peso”. Al pasar los días entendieron un poco y bueno lo que les preocupaba es que quería hacer de mi vida. En ese tiempo empecé con un amigo a importar productos de china y a hacer negocios con lo que nos iba bien y lo pasábamos bien de igual forma, así que al momento de ver mis atributos desventajas y personalidad,etc. decidí estudiar publicidad. Nunca me eché un ramo, me gustaba ir a clases, conocí los mejores amigos de la vida, lo disfruto y siento que fue una buena decisión. Ahora sigo trabajando en publicidad y soy feliz.


Margarita

Estaba estudiando medicina veterinaria en 4 año. Ingresé a esa carrera por el hecho de que soy muy animalista y asumiendo que por esto, además de mi interés por las ciencias, era la opción mas obvia.

Nunca me fue mal en la U. Pero ya en 4 año, cuando empiezas a tener más ramos prácticos que teóricos y te enfrentas a animales enfermos, me di cuenta que no estaba en condiciones de ver sufrir animales. Lo pasé muy mal. Además, en aquella época sufría un poco de hipocondría, por lo que me pasaba auto diagnosticando cosas claramente imaginarias. Comencé con terapia de ansiolíticos para “sobrevivir” los restantes dos años de la carrera. Pero al final todo esto sumado terminó en varias crisis de pánico. Fue ahí donde dije que así no podía seguir.

No estaba dispuesta a seguir empastillándome por terminar algo en lo que no me proyectaba. Me retiré. Mi mamá lo veía venir y además ella también lo estaba pasando mal con mis crisis, por lo que no fue mucho tema.

Si fue una decisión adecuada no lo se. Después de varios años, otra carrera, y más experiencia encima, puedo decir hoy que podría haber terminado la carrera sin pensar en ser médico veterinario sino solamente en obtener un título universitario y haberme dedicado a otra cosa. Uno tiende a encasillarse mucho cuando es más chico. O sea, si estudio medicina veterinaria estoy obligado a ejercer esta profesión como tal, pero no es así. Tengo varios conocidos que tienen súper buenos trabajos que no tienen nada que ver con sus estudios.

Pero bueno, lo hecho hecho está y gracias a todos lo cambios que ocurrieron en mi vida en esa época tuve un montón de nuevas experiencias y logré madurar como persona. Hoy sé exactamente lo que me gusta hacer y hacia donde quiero que vaya mi camino, por lo tanto, es difícil o casi imposible decir si es correcto o no lo que hice. Sólo puedo rescatar las cosas buenas que me han sucedido en el trayecto.


Constanza

Desde segundo quería cambiarme de carrera, pero por otro lado, sicología era una carrera interesante porque intelelectualmente era un buen desafío. Los ramos me gustaban pero ser psicóloga me parecía fome, no tenía que ver con lo que quería hacer en mi vida.

Me junté con una ayudante y me dijo que esperara, esperé todo tercero. Nunca me eché ningún ramo pero ya me di cuenta que NO quería estudiar eso, entonces le dije a mi papá, que es brígidamente cinéfilo que quería hacer películas y videos clip, que eso era lo que me hacía feliz.

Mi papá sabe que yo soy estudiosa y responsable, el impacto fue en términos económicos por que él siempre me pagó la carrera y en una familia de clase media “perder” esa plata es brígido. Mis hermanas se enojaron.

Mi papá me dijo que cine no, que audiovisual tampoco, pero que periodismo era hacer un recorrido mas largo pero podría hacer cosas audiovisuales.

Eso hice, y claro fue una súper buena decisión. Aunque periodismo es una carrera menos estimulante en términos intelectuales, es una carrera que uno se construye y ese desafío lo hace interesante y motivante.

Ahora estoy trabajando en Mafi, haciendo el guión de una película, y claro, eso fue por cambiarme de carrera. Igual estoy feliz de haber estudiado psicología por que me da imputs que de otra manera no hubiese tenido. No me arrepiento pero siempre me ha pesado que mi papa haya pagado tanto, pero siento que de alguna forma mi responsabilidad hizo que esa decisión para él no fuera tan complicada.


Ricardo

Estudiaba derecho en la u andes. Estaba en 5to año y muy aburrido y desencantado con la carrera. No era lo que yo pensaba que iba a ser.

La decisión la tomé después de que viaje a china y fui a ciudades industriales, los chinos literalmente trabajan como chinos, y justamente lo que me daba pena de china es que los chinos no hacen lo que “quieren” sino lo que “deben, y ya que vivimos en un país con un sistema supuestamente distinto decidí que estaba chato de ser un chino más en la tierra y me salí.

Mis papás me apoyaron al 100% al principio, aunque después les cayo la teja y no estaban tan felices, sin embargo la decision fue muy buena. Entré a diseño y me ha ido filete, me he sacado 7s en exámenes y todo así que mis papas están encantados de nuevo.


Andrés

Yo estudiaba Veterinaria, en 4 año de estudio y tercero de carrera, por que estaba atrasado. Empecé a darme cuenta que no estaba haciendo algo que me llenara de verdad , amaba los animales pero no la carrera y menos estudiarla!. Estudiaba con crédito universitario que pago yo hasta el día de hoy, lo que me deprimía aún más ya que veterinaria es carísimo. Entonces me quise retirar de la pero todo mi círculo cercano de gente me dijo cosas parecidas, que cómo te vas a retirar, cómo no vas a terminar si te queda tan poco y toda esa basura que te dice la gente. Por las presiones me quedé un año mas y en resumen lo pasé pésimo. Al final ni iba a la universidad.

Cuando decidí finalmente salirme, unos 8 meses después, me eché a todo el mundo encima. Tuve que volver a mi casa (vivía solo antes). Sabía lo que no quería, que era estudiar veterinaria, pero ni idea de que quería hacer ahora. Solo sabía una cosa: me gustaba la música y sacar fotos, en ambos fui talentoso pero nunca estudié. La música es difícil en chile como para sobrevivir a menos que seas seco, por lo que la descarté y decidí estudiar fotografía.

Trabajé un año en varias cosas como bares, tiendas, supermercados y cafeterías para comprar mi primera cámara y así poder trabajar en fotografía. Entré un año después a estudiar a una escuela de fotografía donde estuve estudiando casi dos años. A la vez empecé a hacer fotos de matrimonios los fines de semana, los que me permitía pagar mi carrera de fotografía y pagar mi inversión de equipos. Poco a poco empecé a tener más y más matrimonios convirtiéndose en mi trabajo hasta el día de hoy. Hacer fotos de matrimonios es lo que me apasiona y me gusta, el desafío de hacer fotos honestas de parejas felices y retratos épicos es lo que trato de hacer hace 6 años que llevo en esto.


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