Jason Allen, diseñador de videojuegos, entregó instrucciones a un programa de IA para generar un collage digital. ¿El resultado? La obra se llevó el máximo premio en la categoría de artes digitales en una feria de Estados Unidos.

Un cuadro digital realizado con Inteligencia Artificial (IA) que muestra un paisaje barroco está generando una gran controversia en Estados Unidos.

¿La razón? El collage, llamado Théâtre D’opéra Spatial, ganó el primer lugar del concurso de arte en la Feria Estatal de Colorado, lo que causó gran molestia en los usuarios de redes sociales sobre el uso de IA en el arte.

El hecho se dio a conocer cuando Jason Allen, diseñador de juegos que se hace llamar Sincarnate en Discord, reveló en el canal Midjourney que su obra hecha con IA había ganado el máximo premio en la categoría de artes digitales de la Feria Estatal de Colorado.

Precisamente, la obra fue hecha con las instrucciones de Allen a través de Midjourney, programa de IA que permite generar imágenes a través de un texto.

De acuerdo a información de The Smithsonian Magazine, el diseñador de videojuegos habría dedicado unas 80 horas para elaborar la obra digital. El proceso implicó que Allen fuera entregando determinadas palabras y frases a Midjourney, programa que luego le entregó casi 900 imágenes para que él escogiera la que más se adaptara a su idea.

Théâtre D’opéra Spatial, de Jason Allen.

Luego, escogió las que más le gustaron y las fue ajustando en Photoshop hasta que se sintió realizado con la obra. Si bien Allen admite que no es “un artista”, sí dice que la obra efectivamente es arte.

“Sabía que esto sería controvertido”, afirmó Allen en Discord, según reportes de Artnet News.

“¡Qué interesante es ver cómo toda esta gente en Twitter que está en contra del arte generado por la IA es la primera en tirar al humano debajo del autobús desacreditando el elemento humano! ¿Les parece esto hipócrita?”, añadió el diseñador.

Al momento de entregar la obra, evidenció a las autoridades del concurso que había sido generada con IA.

Olga Robak, una de las portavoces del concurso, explicó a The Pueblo Chieftain, que esta obra dejó en evidencia una “conversación más amplia sobre cómo decidimos qué es el arte y cómo lo juzgamos adecuadamente“.