Iván Duque gobernará Colombia durante 4 años manteniendo la tendencia histórica de la derecha en el país, sin embargo, Gustavo Petro demostró un avance significativo de la izquierda fortaleciendo la oposición.


El 2017 se dio a conocer mediante el informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) que la pobreza ha aumentado en el continente y Colombia no es la excepción. Si bien el país logró disminuir la pobreza de forma sostenida durante la última década pese a la última crisis económica, esta tendencia se detuvo previo a las pasadas elecciones presidenciales.

Los más afectados por la desaceleración de esta disminución de la pobreza, son las comunidades afrodescendientes e indígenas que han sido desplazadas forzosamente por la guerrilla con las FARC además de una nueva pero frágil clase media.

Los estadistas acusan que el panorama venidero no será favorecedor y el descontento ciudadano se hace notar en las principales ciudades colombianas.

En este escenario, la izquierda no ha podido tener una presencia consistente pese a las circunstancias y hablamos de una situación histórica e inédita para un país que se encuentra en un continente responsable de las mayores revoluciones de izquierda.

Chile tuvo a Allende y Argentina, a Perón. La operación Cóndor se encargó de barrer los gobiernos de izquierda en una época donde la población latina abogaba por mejores condiciones de vida frente a la elite dominante.

Pero Colombia se mantuvo ajeno a todo ello. La derecha se mantuvo inamovible en el poder durante todo el periodo comprendido por la guerra fría, pero esto no generó la simpatía de Estados Unidos. Después de todo, la nación vivió su propio infierno con los carteles y capos de la coca influyendo en todo ámbito social y político además de la guerrilla que sumió al país en una violencia que poco a poco comienza a sacudirse.

Si bien la izquierda no consiguió hacerse del poder en esta oportunidad, nunca estuvo tan presente y cerca de conseguirlo demostrando una tendencia contraria al resto de América Latina, cuyos gobiernos de derecha comenzaron a proliferar por la región.

¿Por qué la izquierda no logró hacerse del poder entonces?

El factor Farc

Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia son de carácter marxista-leninista y han estado en guerra con el Estado colombiano desde 1964. Sus métodos para conseguir sus propósitos han dado la vuelta al mundo y van desde la financiación de atentados terroristas mediante el narcotráfico hasta el reclutamiento de niños soldados.

Más de 200 mil personas han muerto en cinco décadas, 45 mil han desparecido y millones han sido desplazados. La marca de las FARC logró asociar sus métodos con la ideología de izquierda, algo aprovechado por sus contrarios como método de campaña política.

Las FARC llevan 52 años operando en Colombia en el conflicto más largo de América Latina. Créditos: T13

“Colombia ha tenido una guerra civil larga que ha marcado a su población profundamente. Esta llamada guerrilla es la más antigua del continente y esto ha marcado la historia del país. Lo que hizo Santos respecto al tratado de paz fue muy interesante pero hay que ver la realidad del asunto y esa es que Santos perdió el plebiscito para terminar con el conflicto” nos cuenta Fernando Estenssoro, director del Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Santiago.

Pero si bien el apoyo contemporáneo hacia la derecha se produce por la vinculación directa de las FARC con la izquierda, el resultado de estas elecciones también habla de un acercamiento histórico con la oposición demostrado un descontento al gobierno actual y su forma de llevar a cabo resoluciones que podrían terminar con el conflicto.

Viéndolo desde una mirada más macro, Colombia está dividida ideológicamente”, afirma Estenssoro.

El Fantasma de Maduro

Diversos carteles fueron colgados durante las pasadas elecciones en alusión a la situación que vive Venezuela. Sectores de la derecha aseguran, que la izquierda significa un retroceso gigante y que puede llevar al país a una catástrofe de magnitudes similares.

“La sobre ideologización en términos de campaña demuestra la falta de madurez de la clase política durante las campañas. En Chile ocurrió lo mismo durante los últimas elecciones. Hablamos de maniobras y políticas de alcantarilla, pero lamentablemente es parte del paisaje” agrega el profesional.

Sin embargo, esta campaña de demonización comparativa no fue fundamental para los colombianos, que abogan por la paz del conflicto interno como prioridad principal.

Para la fecha, en Colombia existen 2 millones de refugiados venezolanos.

La derecha colombiana y chilena

La derecha colombiana también se define como conservadora y es manejada por una elite específica, pero mientras en nuestro país este grupo privilegia la economía liberal en conjunto a una agenda valórica que incide de forma explícita en la sociedad, en Colombia la agrupación de partidos tiene como cruzada primordial el término de la violencia por parte de las FARC.

“La derecha colombiana no es homogénea. Existen sectores liberales. El tema de ellos responde a la violencia histórica a la que su población ha estado sujeta. Colombia tiene una legislación muy avanzada en términos de derechos humanos” explica Estenssoro.

De hecho, Colombia fue uno de los primeros países en aprobar el matrimonio igualitario además de leyes antidiscriminación; en conjunto, cuenta con una legislación en temas como el aborto mucho más flexible que la de nuestro país.

El avance hacia las garantías sociales y el respeto hacia los derechos humanos ha sido la cruzada más efectiva por parte de la derecha colombiana como una forma de diferenciarse de su oposición.

“La derecha supo usar la unidad dentro de sus filas para crear una unidad dentro de las clases populares y dar a entender que no estaban conformes en cómo se ha llevado a cabo el proceso de paz en el país” agrega el profesional para dar a entender este triunfo en forma de síntesis.

Sin embargo, la izquierda y sus componentes nunca estuvieron tan cerca de la victoria y se advierte una polarización de la sociedad colombiana que mira con atención el manejo de este gobierno.

“7 millones de personas votaron por la izquierda. Es un retroceso del pensamiento conservador”, concluye Estenssoro.