El único problema fue que al comentarista, que dijo que su disco era de los mejores del año, no le gustó el lugar, pero la pasó bien y mandó un completo informe.

Me preguntaron si me gustó o no el show de Kaytranada. ¿Me gustó? Sí, fue muy bueno. Lo vacilé, el tipo armó un buen DJ set, la fiesta estuvo épica y la gente lo estaba pasando la raja. Las promesas de un show electrónico-bailable-breakdancer se habían cumplido y yo creo que el productor haitiano-canadiense debe haberse ido contento para la casa.

Llegué muy temprano el viernes al Centro El Cerro. Igual tenía mis dudas; no había ido nunca al lugar y menos estado en un evento tipo fiesta-electro ahí. Pero “igual me habían dicho que Kaytranada en vivo era bueno, así que veamos qué pasa adentro”. Y ¡oh, sorpresa! El local ya estaba lleno de gente (o por lo menos así se veía, digamos que el lugar igual se puede ver lleno con pocas personas) una hora y media antes de que tocara Kaytranada. Todos fabulosos, todos taquilleros, todos con buena pinta. Si hasta el tipo de guardarropía me dijo “oye, que andan chiquillas bonitas por aquí”. Un observador objetivo y honesto. Y verdadero.

La previa al show operaba bajo la lógica de “evento social” a.k.a. “marcas de productos por todos lados, cerveza cara y taquilla nacional”. Todo bien, nada del otro mundo ni nada que no se haya visto antes. Incluso, no faltó el típico compadre en M o X que estuvo dándome la lata por media hora. Amigo, si lees esto, ya sabes quién soy: ahora puedes ir a quemar mi casa por “difamarte”.

Esperando y esperando, logré perderlo de vista y me di una vuelta por el local.

La verdad, es que el Centro El Cerro no es muy bonito. La primera impresión que me dio fue que parecía un galpón super piola y, ya poniéndome un poco más denso, tenía un estilo feo parecido a comedor de colegio. Incluso la iluminación adentro era mala. Y ahí fue cuando me cayó la teja. Yo nunca había ido a este local, pero me di cuenta de que era super chico para la cantidad de gente que había temprano (y la lógica en mi cabeza me dijo que “a mayor hora, mayor número de personas…”). Chuta, pensé – mientras me ubicaba para ver la obertura de los IIOII – esto se va a poner incómodo.

En cuanto al show de IIOII, improvisación, secuencias y sonidos experimentales, todo muy correcto. Gio Foschino y Nico Alvarado tocaron un poco más de 40 minutos. No tenía idea si ya los conocían de antes, pero los pocos que nos congregamos frente al escenario lo estábamos pasando bien y la presentación sonó impecable. De hecho, el local, al que yo ya le estaba metiendo serias sospechas, sonaba increíble. Así, se me restableció un poco la fe.

Es raro. Cuando yo pensé en el tipo de show que Kaytranada iba a hacer en Chile, no tenía idea qué esperarme. O sea, qué tipo de presentación iba a ser: DJ set, Live set, karaoke, etc. Investigando un poco me di cuenta de que, claro, lo lógico y obvio era inclinarse por un DJ set y un buen carrete. Poco antes de las 00:45, la gente se fue en estampida a la “pista de baile” (¿?) del local porque Mr. K ya estaba listo para salir. En ese momento la tónica fue, básicamente, “el que pestañea, pierde”. O, “si estabas afuera fumándote un puchito y hablando con una de las tantas gringas que había en el lugar, cagaste”. En menos de un minuto, todo el alrededor del escenario estaba comprimido y fue como que me hubieran multiplicado la cantidad de gente por 100 de un minuto a otro.

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Lamentablemente, con un amigo nos quedamos en el sector de los que pavearon, no veíamos ni pico, pero por lo menos escuchábamos bien lo que estaba pasando arriba del escenario. Y bueno, la verdad es que apenas empezó el set, la gente ya andaba “shuper loca”; el salto, el baile, el jugo y las peladas de cable en la pista de baile se notaban desde cualquier parte. Porque la verdad es que estaba sonando la raja el señor K. Pero ese flow duró poco; a los 5 minutos más o menos se cortó el sonido. ¿Efectos especiales de Kaytranada? Suspenso… volvió a sonar bien en breve, pero de ahí se volvió a cortar la música unas dos veces más. Ahí fue cuando el haitiano-canadiense vio su oportunidad de mostrarse carismático, buena onda y evitando que el público perdiera la vibra y energía.
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El carrete siguió y la gente se lo pasaba de lo lindo bailándole al DJ, todos comprimidos como jurel pero vacilando con ganas. Si alguien me dijera “puta la weá me perdí Kaytranada” le diría que sí, bueno, te lo perdiste si te gusta carretear a lo Fauna-Soundcheck-La Tercera style. Porque el ✌️show✌️ fue una fiesta. ¿He ido a mejores carretes? Obvio que sí. Lo que me cargó fue el lugar. Esa manía de carretear en una pista de 2×2 donde tenís hasta el ala de la persona de al lado metida quizás no es lo mío. Pero fue, de todas maneras, un buen carrete.

Lo bueno: el carrete, insisto. Y, como dije en otro post, ojalá esta visita sirva “de piecito” para que vengan otros artistas y productores de la misma onda. Esperemos. Lo malo: el lugar. Lo odié, pero quizás era por el tipo de evento y cantidad de gente que no le encontré ni un brillo. Centro El Cerro, me debes una… no, es broma. Pero ojalá que en otros eventos relacionados se opte por otro lugar.

Fotos por Pablo Noel