Se llama COACH y la dirigió Leo Medel, probablemente el realizador más experimental e inquieto de Chile.
La premisa es la siguiente: la gerente general de una empresa está pensando en retirarse, pero no puede hacerlo hasta que encuentre a la persona que la reemplace.
Su compañía no es cualquiera, lo que ella hace es dirigir un firma de coaching ontológico, una disciplina poco clara pero muy requerida en el mundo de los negocios, que las organizaciones contratan para motivar a sus trabajadores y, así, mejorar su rendimiento.
La elegida para suceder su cargo será Marianne Aguayo (Wendy Sulca), la jefa de cocina de un restaurante de comida peruana.
La película se llama COACH, se estrena el 28 de julio en Chile y fue dirigida por Leonardo Medel (Papá o 36 mil juicios de un mismo suceso). Además, marca el debut cinematográfico de Wendy Sulca y cuenta con las actuaciones de María José Campos (Porotito Verde), Valentina Flores (Sudamerican Rockers), Libertad Patiño (Videodecálogo), entre otros.
POUSTA habló con el director para saber más sobre su nuevo proyecto:
CYBERPUNK Y NUGGETS DE POLLO
El trailer es un poco confuso. Aparecen cosas como “coach ontológico” y se juega con el tema de los sentidos. ¿De qué se trata realmente la película? ¿Qué es un coach ontológico?
“La película realmente se trata de Santiago y creo que eso la hace confusa, porque Santiago hoy es confuso. Por otro lado es una película de superación -como la película donde las amigas visten a la protagonista para ir al baile de graduación-, pero pasando por referentes de muchas categorías distintas, sobre todo el cyberpunk, que es el que viene con esas preguntas del tipo: “¿Me están diciendo la verdad mis sentidos?”. Y también es el referente donde todo esto puede pasar con una empresa como telón de fondo. Es una película rara pero ligera. Yo le digo comedia romántica cyberpunk, pero mis productores me dicen que es demasiado pretencioso. Yo creo que si los directores de cine no son pretenciosos todo es muy aburrido”.
“Sobre el coach ontológico, se puede decir que es una producto nacional de exportación, como las manzanas y el vino. En términos generales, es como tener un entrenador para tu vida, que logres conseguir tus objetivos y no ser tu propio enemigo. Un DT para la vida. Hace poquito, nuestra estrella nacional de la ciencia don Humberto Maturana tuvo un melodrama farandulero en donde quebró con el coaching ontológico por medio de la Revista Capital. Fue como cuando Andrés Fielbaum terminó con Gabriel Boric através de El Mercurio: no usaron el mejor medio para hacerlo. Sin embargo, el coaching ontológico le debe efectivamente mucho a Maturana“.
¿Buscaste especialmente a la estrella de pop peruana Wendy Sulca para participar en tu película?¿Cómo fue convencerla de trabajar contigo y como fue, para ti, trabajar con ella?
“Yo diría que Wendy es una estrella pop latinoamericana. Y sí, fui a convencerla a Lima. Nos juntamos en un café con toda su familia y su hermana se comió todo mi helado. Hicimos una pruebas de cámara y funcionaba bien. No fue tan difícil; Wendy depositó mucha confianza en mí y en la productora desde el principio. Cuando vino a Santiago, se vino a mi casa, así que estuve viviendo con Wendy y su mamá, Lidia, por un mes. Fue bacán, vimos películas mexicanas, comimos nuggets de pollo casi todos los días y le presenté a Gepe. Ellos siguieron trabajando juntos y terminaron en “Hambre”, que es un tema increíble con un video magistral. Trabajar con Wendy hizo todo más sencillo, ella es muy talentosa, se aprendía textos larguísimos con palabras lateras como ontología y percepción en 15 minutos. En un momento cantó a capella y todo el equipo quedó ahí, paralizado. Wendy Sulca canta increíble.
Tiene una estética bien especial la película, coméntanos de aquello.
“Hay algo de anime, como Evangelion y Ghost In The Shell. Algo de los ochentas, sobre todo de ese tipo de película de superación sobremusicalizada. Mucho videoclip, porque yo trabajo en eso. Tenemos una banda sonora con Electrodomésticos, Gepe, Mákina Kandela, Polar, Sergio Lagos, Juan Celofán, Mañaneros, Francisco Plencovich y, por supuesto, Wendy Sulca. Creo que el tipo de música dice mucho sobre la película. La forma en que intentamos retratar Santiago toma mucha distancia con la mayor parte del cine que estamos exportando. La estructura de la película es de videojuego de plataforma, con jefes a los que tienes que matar y todo”.
FEMINISMO, ANIMÉ Y REALIDAD VIRTUAL
El cast de la película está compuesto, en su mayoría, por mujeres. ¿Existe alguna razón especial para esto? ¿Tiene algún trasfondo feminista?
“Yo diría que así como Hakim Bey propone un anarquismo ontológico, aquí hay un feminismo ontológico. Es decir, de raíz yo pienso que el femenino es el sexo fuerte, que la noción de ciclo en lo femenino mantiene a quien tenga una inclinación femenina a ser más estable y más razonable. Pienso también en una obra de Cristian Plana que se llama “Todos los grandes actores son mujeres”; creo que las actrices en Chile son excelentes y me llevo mejor con ellas, los actores que son buenos tienen lo femenino muy desarrollado. Me gustan las mujeres, me sale más sencillo retratarlas. Con respecto al feminismo, no me interesa ninguno que tenga que pedir permiso o que ande buscando reivindicaciones legales, eso es como pedirle permiso al patriarcado, pedirle permiso al papá. Prefiero a Camille Paglia y su defensa de la objetivación. Me encanta objetivar cosas, personas y a mí mismo, cualquier cineasta que diga lo contrario está mintiendo. Esa objetivación entra en conflicto con varias corrientes de ese feminismo puritano”.
También se toca el tema de la migración peruana en Chile, especialmente en Santiago. Tenemos entendido que la estrenarás el 28 de Julio, Día de la Independencia de Perú ¿Por qué esa fecha?
“Pero no es una temática, asume la inmigración como un hecho. En la película hay dos personajes peruanos, uno colombiano y uno uruguayo. Y se estrena el 28 de Julio porque es el Día de Perú, por supuesto, pero también porque es el cumpleaños de mi Madre. Además, nos ofrecieron esa fecha”.
Estás grabando la que sería la primera película de realidad virtual en Chile. Cuéntanos algo sobre esta experiencia.
“Por ahora puedo decir que estamos rodando, pero solamente eso. Es un proyecto ultra-super-secreto. Lo que sí es que la realidad virtual me da la siguiente sensación: en 10 años más ver una película va a ser como cuando hoy miramos un cuadro. Es bonito pero requiere de más pega verlo”.
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