¿Qué tienen en común un caballo humanoide, un dúo punk gabber y un DJ noruego de synthwave? Todos son miembros de Live From Earth (LFE), un sello independiente que presenta los nombres más experimentales y explosivos de la música electrónica contemporánea.

Lanzado originalmente como un canal de YouTube en 2014, LFE se ha posicionado como uno de los principales creadores de tendencias musicales de Berlín, con una lista cuidadosamente trabajada de exponentes que –si bien son diversos en género– provienen todos de una generación que comparte el mismo objetivo: escapar de los encasillamientos.

En Berlín, el techno es tan importante que la escena de clubes de la ciudad fue recientemente declarada «patrimonio cultural» protegido por la UNESCO. Ese legado musical histórico establece un ambiente de competitividad brutal para artistas, sellos y promotores que buscan destacarse, generando cierta fricción entre los diversos subgéneros del techno: rave, dub, trance, IDM y EDM, por nombrar algunos.

LFE fue creado como un antídoto a esa división dentro de la esfera de la música electrónica. Con el lema “Come one, come all” como bandera, artistas como horsegiirL, Brutalismus 3000, MRD, ALCATRAZ y Perra Inmunda trabajan colaborativamente con la misión de “reinterpretar una amplia gama de música sin límites ni fronteras”.

Y aunque LFE funciona como un sello discográfico para los efectos prácticos, el publishing sólo constituye una parte de su estructura. El grupo en realidad prefiere la definición más amorfa de “colectivo de artistas”, un guiño a aquellos que están detrás de la cortina, que ayudan a diseñar productos, filmar contenido, organizar fiestas y producir música.

Operar como un colectivo en lugar de un label significa que la mayoría del “personal” es un grupo informal de amigos, cada uno de los cuales contribuye con su parte. “Hay miembros principales, pero aquí las líneas son muy borrosas”, declara Tim Lindacher, Director Creativo de LFE. “Los tiempos activos de algunos miembros quedaron en el pasado. Algunos de ellos podrían regresar más tarde y colaborar nuevamente y otros no, pero, aun así, siguen siendo parte de la familia para nosotros”, añade.

Con una inclinación hacia lo ilícito, comenzaron a organizar raves ilegales en zonas de bajo perfil de la ciudad. Los artistas elegidos para actuar en esas fiestas, que a menudo tenían lugar en sótanos y búnkeres, estuvieron entre algunos de los primeros firmantes cuando LFE se estableció oficialmente como un sello musical.

Un requisito tácito para unirse al colectivo es que sus miembros deben querer pasar el rato juntos fuera del horario laboral. Un miembro generalmente descubrirá un nuevo artista y será presentado a los otros afiliados antes de ser invitado. Para LFE, todo se reduce a un presentimiento. Un DJ puede tener talento, pero si la conexión no existe, simplemente no es apto para el proyecto.