Apuesto a que todos tenemos a un conocido o probalemente desconocido que secretamente se encarga de chaquetearnos hasta por si acaso. Se trata de ese tipo de personas que más que falta de talento, es su poca pericia profesional la que le obliga a ocultarse tras una pantalla para descargar todas sus frustraciones porque no tuvo la suerte de ser menos malo que tú.

Y hablo de ser menos malo, no porque nos interese estár a la moda creyéndonos losers, sino que gracias a internet podemos mirar afuera y ser mejores críticos sobre nosotros mismos y nos basta hacer eso para afirmarlo: somos bien pencas.

Cliché: el poder de internet

Una de las miles razones por las que nos encanta internet, es que cuando tienes talento no importan las fronteras y si sólo en unos días puedes hacerte popular, no faltan más que semanas para adquirir reputación, porque como siempre hemos dicho tú mismo puedes ser un viral. Teniendo eso en mente es cuando nos preguntamos por qué en Chile no tenemos a una Lady Gaga, por qué nuestros sitios web son tan feos, por qué DDB CHile le copia infinitamente a todo el mundo o por qué aún nuestras bandas se dan vueltas a base de covers o plagios y la razón es simple: miramos afuera sólo cuando nos conviene.

Claro, cuando quieres inspirarte, das una vuelta al mundo, pero al momento de evaluar el resultado, te comparas con el vecino y dices con soltura: soy seco(a).

Para tu felicidad, el loser que te chaquetea está incluso peor que todos nosotros juntos.

La reacción más edificante que tiene frente a tus copias es dejarte un comentario mala onda en la red social del género. Tan rasca es este personaje que a pesar de que sabe que tu redacción es una traducción de una campaña mil veces mejor él no es capaz de hacer otra copia mejor. Peor aún, su envidia le hace arder la guata porque sigue comparándose contigo!

Referencias vs Inspiración

Siempre me acuerdo cuando una sabia señora que para el mundo “bordaba letras” dijo que su última tipografía estaba inspirada en el movimiento de las olas del mar y en serio tenía razón: mirabas la tipo y casi que escuchabas el mar.

Por mi lado, lamentablemente trabajo en agencia y aunque sería un sueño, aún no llega el gerente al que pueda decirle hagamos algo inspirado en los frutos del bosque, de trabajar así quizás ya estaría trabajando en McDonalds. El mundo del marketing (AKA: gente que miente para vender) lamentablemente funciona con referencias, con el clásico “hagamos algo como“, esa escalofríante palabra que nos hace una y otra vez hacer malditas copias, feas de todo lo que vemos afuera.

Es la que nos hizo tener un logo de gobierno flaite copia de Obama, es la que nos hace ver comerciales patéticos, es la que hacer ver nuestra web como versiones travestidas de los sitios yankees o incluso asumir como buenas virales repetidos.

Todo este asunto en verdad tiene al staff de Pousta bien preocupados y desde ahora la filosofía es competir con los peces grandes y ser amigos de nuestros vecinos, desde ahora la misión es ser más Pousta y menos Fubiz, desde ahora la competencia no está siquiera en Chile, desde ahora nuestra banda nacional favorita será la que suena más a ella y menos a aquella, desde ahora seremos amigos de nuestros trolls, desde ahora nuestras ideas no nacerán con un “hagamos algo como…” sin pensar en cosas sencillas, en cosas de verdad inspiradoras.