No están en Netflix.
John Waters es conocido por sus gustos peculiares y por su manera única de entender y de ver el mundo. El director, escritor, actor y multifacético artista ha trabajado el mal gusto como nadie. Ha experimentado con los géneros de terror, romance, comedia y ha sido invitado por escuelas de cine para ser el orador que abre los años académicos e invita a los estudiantes a entrar de lleno a sus propias cabezas y explorar toda la creatividad que llevan dentro.
La revista ArtForum invitó a John Waters a escoger las mejores, o sus favoritas, películas de este año, y estas son las elegidas.
- Jeannetee: La infancia de Juana de Arco (Bruno Dumont). Este musical de heavy metal cuenta la historia de un desfile religioso a una escuela primera. Aquí se canta en francés desde el principio hasta el fin. En la película parece que los actores rompen el personaje, pero la verdad es que así es la película, no es una broma.
- Animales Americanos (Bart Layton). Esta película está basada en una historia real, de un crimen verdadero, y en ella aparecen videos de la vida real de los culpables y las víctimas mientras comentan el crimen de un grupo de adolescentes.
- Nico, 1988 (Susanna Nicchiarelli). Este biopic corto, triste y atrevido se pregunta constantemente sobre “¿Es posible la dignidad de los drogadictos?”. La respuesta podría ser no, podría ser si. Trine Dyrholm es la heroína amante de la heroína y entra de lleno en la desesperación del mundo de los espectáculos con gran determinación.
- Mamá y Papá (Brian Taylor). Esta comedia aterradora y disparatada, con tono negro cuenta la historia del día en el que todos los papás se unen para matar a todos sus hijos.
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- Blindspotting (Carlos López Estrada). “Te retorcerás. Te identificaras Te ahogarás con tus propias excusas gentrificadas. La película más inteligente y divertida sobre raza y clase en mucho, mucho tiempo”, dice John Waters.
- The green fog (Guy Maddin, Evan Johnson, y Galen Johnson) “Una oda de vanguardia en San Francisco, la más cinematográfica de las ciudades, contada en su totalidad a través de clips de películas grabadas allí, pero con todo el diálogo recortado para que las partes de la Las películas que originalmente no importaban ahora lo hacen. Abstractamente inteligente, extrañamente convincente, y casi perfecta”.
- Custodia (Xavier Legrand). Sobre divorcio, celos, misoginia y también abuso físico, agregando violencia psicológica. “¡Esta película se siente mal y se actuó tan bellamente que me hizo sentir feliz, feliz, feliz!”.
- Sollers Point (Matthew Porterfield). “¿Puede un director heterosexual adorar a su protagonista masculino en la película tanto como Paul Morrissey, obviamente, a Joe Dallesandro en Trash?. McCaul Lombardi es una estrella deslumbrante en este drama a pequeña escala, pero hermoso, sobre la lucha de un joven en libertad condicional para volver a ingresar a la vida de la clase media baja en Baltimore”.
- Deja que lo haga: Los Angeles 1982-1992 (John Ridley). Este es un documental sobre los disturbios de Rodney King “que primero hace que odies a los policías, luego a los blancos, luego a los afroamericanos racistas, luego a los coreanos racistas, y luego a ti mismo por olvidarte de todo. Detalles de esta tragedia. Lloré”.
- Luz verde permanente (Dennis Cooper, Zac Farley). “Un poema cinematográfico sexual lento y silencioso sobre bellezas adolescentes que aman hacer bombas y desean explotar por sí mismas”.
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