A propósito del #10yearchallenge es importante recordar ese año donde realmente estábamos en nada.


El #10YearChallenge nos ha hecho ver ridículos frente al mundo (y entregar nuestros rostros a Facebook) al mostrar de forma paupérrima nuestros cambios en una adolescencia que trascendió entre la tecnología, y los primeros pasos hacia la masificación definitiva de internet.

El 2009 fue un año poco trascendental. No había Trump ni Bolsonaro y el mundo sentía esperanza frente a la figura de Barack Obama. Era un tiempo inocente, donde ni siquiera las consecuencias de la crisis subprime podían bajar este halo de esperanza.

Sin embargo, cuando hacemos una pequeña introspección respecto a nuestro comportamiento, gustos y ciertas tendencias correspondientes a esta época, puede que nos convenzamos de dejar el pasado atrás de forma definitiva.

Música

El optimismo del 2009 se extrapoló en un eterno verano con música completamente dance. Adiós a las agrupaciones que tres años antes nos deleitaron con su temática emo y oscura. La verdad es que tuvimos que bancar un sinnúmero de hits que sonaron durante tanto tiempo, que no los extrañamos para nada y hasta nos da un poco de caña recordar lo mucho que nos gustaron. El himno por excelencia de este año, no podía ser otro que “I Gotta Feeling” de The Black Eyed Peas.

Fue el “Despacito” del año y desde entonces que no extrañamos ni pedimos un regreso de la agrupación. Ese año tuvieron su punto cúspide y una década después nos conformamos con las reminiscencias que nos dejaron sus recuerdos (y que todavía no podemos olvidar).

Siguiendo esta línea, también apareció con fuerza David Ghetta. No hubo rincón de Viña del Mar que se salvase de su beat invitándonos a vivir el verano de la forma más Ibiza posible.

Pero si nos vamos al extremo de una mala canción que nadie extraña y que se rehusó a abandonarnos durante tiempo, es Infinity.

Este himno zorrón que terminaron bailando nuestros padres en “Sensation White” estaba por todas partes y la escena que se viene a nuestra cabeza no puede ser otra que la de miles de personas bailando con el puño arriba en cualquier disco playera. Lo peor es que en esa época todavía se podía fumar en casi todas partes y las discos no eran la excepción

Y si bien este año nos entregó Disturbia de Rihanna, Bad Romance de Lady Gaga y otros hits atemporales, no podemos dejar pasar que el 2009 también fue el año donde no dejó de sonar esto:


Internet

Este año Facebook aniquiló a cualquier otra red social presente hasta entonces: MySpace, Fotolog y Messenger. Por ese entonces, la página no era más que una forma de entretención donde subíamos fotografías -con cámara digital- sin discreción alguna. Las fotos de nuestras graduaciones, fiestas de 15, cumpleaños y cualquier evento en general, todavía pululan en los álbumes de nuestros amigos y nos provocan tanta nostalgia como las fotografías que nuestros padres revelaban en los 90.

Ni hablar de los estados que con faltas de ortografías donde publicábamos todos -pero todos- nuestros pensamientos. Nada nos haría pensar que en un futuro cercano Facebook nos recordaría estas publicaciones.


La página servía para hacer tests, unirnos a páginas inverosímiles y un montón de grupos que quedaron relegados por nuestro perfil a discreción.

Un meme que los jóvenes de hoy no recordarán -y que también es de la época- es el annoying Facebook Girl. En su momento cuando la red social de Mark Zuckerberg no era una corporación maligna, hay que reconocer que todos fuimos ella.


Televisión

Jersey Shore fue la serie responsable de transformar a miles de adolescentes en personas borrachas que intentaban replicar el comportamiento de sus protagonistas en las fondas de Algarrobo y Pichilemu (influencia que lamentablemente dura hasta el día de hoy). La serie fue divertida en su minuto, pero después de un par de años llegó a cansar bastante por su falta de contenido y guión obviamente maqueteado.


Si nos vamos al terreno nacional, todavía existía la llamada “Guerra de las teleseries” donde las personas se dividían entre TVN y Canal 13 en una época sin Netflix y Cuevana todavía en pañales.

El ganador indiscutido de la temporada: Corazón Rebelde, que resultó ser un remake bastante fallido de RBD al no poder cautivar al público lo suficiente como para lanzar una segunda temporada. Tuvieron giras y un fan base importante, pero hasta el día de hoy, nadie parece entusiasmarse mucho por un retorno de la agrupación.