Por más que no tenga el ala peluda (ya, a veces nomas) ni visos morados con pixie cut, siempre me he identificado con el feminismo. Eso sí, una feminista cuma a la que hay que pagarle la cuenta y que pasa en la cocina haciéndole sándwiches al weón de su pololo. Pero analizando, últimamente me he dado cuenta que no creo en la igualdad de sexos. De hecho me vale pico. Porque el feminismo claramente es un concepto idílico que jamás ni en el mejor escenario posible alcanzaremos. Todos sabemos por qué. Y no quiero que lo piensen como una guerra de sexos ni nada parecido; tómenlo como un hecho empírico: la raza masculina es inferior. Siendo aún más específica, la raza masculina heterosexual lais es inferior. Sí sé que siempre hay excepciones pero la suma agregada de los hechos individuales indica aquello. Y ay de ustedes si nunca antes lo habían pensado.

Considero que en mi época escolar estaba en mi zona de confort pal hoyo. Colegio de puras mujeres libre de zorrones cerdos y los que habían en las proximidades eran mega evitables. Ahora entre la universidad y el mundo pololo no me ha quedado otra opción que acercarme silenciosamente a esta raza y observar y analizar su comportamiento. Cada vez que estoy en contacto con ellos me siento como Darwin, weón. Mirando cada weá imbécil que hacen y escuchando cada mierda que hablan con suma atención mientras anoto en mi libreta mental con desesperado odio. Es que puta que son básicos (y sé que no todos son así, pero déjenme generalizar un rato).

Comenzaré el desarrollo de mi tesis con una anécdota. Una anécdota del día en que caí en la cuenta de esta realidad inevitable. Todo parte con Berni en carrete. El lugar donde ocurren todas las desgracias, por supuesto. Berni chata porque claramente no está ahí por opción propia. Berni es miserable y piensa en su camita y en ver Narcos comiendo queso. En fin. Hombres lais heterosexuales mantienen una conversación en las cercanías. No quiero ser parte de ella pero me pongo a escuchar. Tema: violación. Pienso: qué bueno que estén hablando de algo contingente alguna vez en la vida. Qué tierna fui de pensar que en serio tienen esa habilidad porque lo que escuché me marcó por siempre.

(Leer con voz de zorrón imbécil con el pelo grasoso)

“Ya, pero igual cuando a una mujer (pfff, probablemente dijo “mina”) la están violando obvio que al principio se resiste pero después no le queda otra. Tiene que entregarse y disfrutar nomás, ¿o no? – Hétero lais random a su amigo”

Conchadetumadre. Mierda. Zorra. Pico. Semen. Berni canalizando energías como imbécil para no levantarse y pegarles un combo a todos. Berni teme por su integridad. El hombre hetero lais procede a repetir la pregunta, ahora dirigiéndose a mí. No respondí. No pude decir nada. Tenía el alma literalmente negra de ira. Cómo chucha a esa edad no sabís cómo funciona una vagina, weón. Estos son los mismos sacoweas que creen (sí, es el 2015 y todavía hombres adultos creen esto) que las mujeres mean por la vagina. Le rezo a diosito y a Pedro Engel que este imbécil lea mi blog porque weón, te suplico gugliar sobre la anatomía de una vagina y dejar de ventilar tu escasez de neuronas por la vida.

Lo peor de todo es que ese es uno de los tantos encuentros desagradables que he tenido con esta especie. No es coincidencia que cada vez que estoy con weones hétero lais es porque alguien me obliga o por error. Porque honestamente prefiero tener que escuchar Arjona cada segundo restante por el resto de mi vida, antes que cualquier carrete o panorama con tales. Quizás suene amargada o cerrada, me vale ano. La weá es que me hace mal. Aunque suene imposible, hacen que mi corazón ya negro se oscurezca aún más con pura ira y cositas malas que me hacen infeliz. Es que simplemente no puedo. No puedo con el hecho de que todos tengan tufo a dorito todo el día y no se laven el pelo. No puedo con el hecho de que usen la expresión “papita”. No puedo con el hecho de que se juren James Franco cuando son Juan Pablo Queraltó con cueva. No puedo, virgencita. No sé relacionarme con ellos.

UAI-ZORRONES

De partida, no sé de qué hablarles. No tengo absolutamente nada en común con sus temas de interés. Todo lo que hablan lo puedo catalogar fácilmente en seis categorías: fútbol, tetas, carretes potos, marihuana y tirar. Es tan cierto que es penoso; hagan la prueba en un carrete promedio. Y lo entiendo, a mí también me gusta hablar de potos y blanqueamientos anales y peos vaginales e infinitos temas irrelevantes. Pero weón, no es la única weá en mi cabeza. Estos culiados hablan de tetas y potos como si se fuera a acabar el mundo y nunca más pudieran comentarlo. Qué weá tan bacán tienen las tetas, en todo caso. Es literalmente grasa envuelta en piel con un pezón igual que el de voh encima. Paren con el show y aspiren a más en sus vidas. Lo mismo con los otros temas. Bacán que fumís marihuana, amigo, pero ya todos entendimos. Ya sé que estay volado, cállate. Y porfa sé una persona digna y dile “marihuana”; nada más inferior que esos sobrenombres cerdos. Me da tiña escucharlos, por la chucha. Honestamente le cortaría la lengua a todos; si al final los retrasados solo sirven pa eyacular, levantar weás pesadas y abrir botellas de agua. Porque en su vida completa no expresan más de dos opiniones inteligentes nicagando.

Segundo, y escribo esto con humo saliéndome de los pezones, ¿qué puta aversión tienen a ser o parecer gays? Están obsesionados con la weá. Juran que son lo más hetero del mundo evitando actitudes “gay” y al final resultan en los comportamientos más sodomitas que he presenciado en toda mi vida. Partamos por el hecho de que se mandan videos porno entre ellos y lo comentan. Nada en contra del porno, onda bacán, ve porno en tu pieza tranquilo, ten tus propios fetiches específicos de japonesas metiéndose legos por la vagina, o lo que sea que te guste pero, ¿en serio sentís la necesidad de compartirlo? Obvio, porque ver porno con tus amigos simultáneamente (aunque sea en lugares distintos, me importa una raja) es la máxima expresión de la masculinidad del hombre blanco hetero. Pajéense juntos también, no hay problema.

No homo, bro. No homo.

Son tan homosexuales que no son ni capaces de admitir cuando un actor es mino. “No, te juro que no sabría decirte. Como que no tengo esa capacidadCHÚPENME EL ORTO MARACOS DE MIERDA. CÓMO CHUCHA TE VA A COSTAR TANTO ADMITIR EL EVIDENTE HECHO DE QUE ZAC EFRON ES PUTAMENTE MINO POR LA CONCHADETUMADRE. En serio me impacta. No reconocer la existencia de apariencias hermosas es equivalente a tener tres falos venosos en tu recto, en tu boca y en tu mano simultáneamente. Nada peor. Después igual andan metiéndose deditos lubricados por el ano cuando juegan fútbol. Pero tranqui, perrín. De una forma súper hetero. Fue sin querer. El máximo experimento social es dejar tu Facebook abierto (siendo hombre) y ver cuánto se demora otro hombre hétero en poner en tu estado que erís gei. Porque por alguna razón lo hallan demasiado divertido. Oy, si los imbéciles andan pensando todo el día en sexo gay y vergas suculentas. Saben perfectamente que les gustaría tener algo en su poto pero no lo hacen por el puro hecho de que van a parecer gay. WEÓN ENTIENDAN QUE LA ÚNICA MIERDA QUE LOS VA A HACER PARECER GAY ES EL HECHO DE QUE ESTÉN ENAMORADOS DE UN HOMBRE. Amplíen su horizonte mental alguna vez en sus vidas, se los suplico.

La parte que más pena me da de todo esto es que ellos probablemente no son así por naturaleza. No, perrita. Todos estos culiados fueron víctimas de colegios lais monjes de puros hombres donde les meten weás raras en la cabeza. Porque no es coincidencia que salgan todos igual de lavados de cerebro y con los mismos déficits intelectuales de aweonamiento. Todos esos colegios están basados en infinitas heteronormas y cacas religiosas y estereotipos y machismo y todas esas ideas que hacen que el mundo sea una desgracia. Salen sin identidad, sin intereses loquis que desarrollar, con miedo de expresar sus opiniones; salen todos más reprimidos que la chucha. No es producto del azar que te hablen puras idioteces limitadas y que todos estudien comercial. Les chupan el alma en esos colegios, weón. Y les embuten un ego de la conchatumadre. No sé cómo lo logran pero todos estos cerdos se juran lo más mino del mundo. Están convencidísimos, por la cresta. Me da una rabia nivel se me sale un mojón por la fuerza que está ejerciendo mi cuerpo mientras escribo. LOS ODIO Y ME DAN PENA A LA VEZ PERO LOS ODIO. Se la pasan denigrando mujeres como hobby. Dicen que las “minas” son “cartuchas” sólo porque no quisieron agarrar con ellos, dicen que tal o tal mina estaba “malísima”, que esta otra es muy maraca porque se sacó fotos en pelota, que ella solo se ve bien arreglada, y así eternamente. Amores, los invito a hacerse una mínima, una pequeñísima, introspección alguna vez en su existencia. Baby, entiende que esa “mina” no es “cartucha” por no querer agarrar contigo, es inteligente. Antes que nada probablemente erís feo, horrible de hecho, tu barba parece hecha de pendejos, tenís una gaviota de ceja impactante, tu pelo de surfer no es “cool como crees, láveselo alguna vez, mi rey. Tu ropa es una ofensa a la moda (sí, tu polerón Doo Australia no es lindo), tenís tufo a Twistos con piscola y tu opinión es irrelevante para toda la humanidad. Me aflige en serio saber y escuchar de tantas gallas muriendo por la atención de un weón. ESFORZÁNDOSE en serio por la atención de esta raza insignificante. Se pintan, se visten bonitas, se pintan las uñas para impresionar a un weón que después va a andar diciendo que “la mina del sábado estaba malísima”. Encuentro brutalmente indigno caer en eso. En buscar que un weón te pesque. En hacer mierdas que jamás va a apreciar para que te mire. Qué asco. En serio, chiquillas, avíspense. Sólo Romeo Santos las merece.