Hablar del trabajo de Elinleticia Högabo es citar a las sombras. Es invocar una preciosa mixtura de cuentos de hadas, mitos y tristeza.
Aquí te contamos por qué nos gustó tanto el trabajo de esta colombiana radicada en Suecia.
Elinleticia participa de todo el proceso fotográfico; partiendo por la elección de las modelos. Donde más que la apariencia física, le interesa que éstas entiendan la ansiedad y la derrota de la oscuridad y puedan transmitirlo. Le gusta trabajar con todo tipo de personas para así contrastar formas del cuerpo, las miradas dispares, las variaciones de colores y las diversas apariencias.
Para retratarlas, utiliza una cámara Nikon D800 y D7000. Para las tomas bajo el agua usa la Nikon Coolpix. Con tal de obtener un buen resultado, Högabo recurre a linternas, focos, espejos o cualquier elemento que pueda ayudar a que la fotografía quede como las vemos.
La naturaleza y el agua son los temas más recurrentes de sus fotografías. Lo irónico de todo esto es que cuando niña estuvo a punto de ahogarse en dos oportunidades y recién a los veinte años se atrevió a nadar en aguas profundas nuevamente.
Para Högabo, realizar este tipo de fotografías es una catarsis. Reconoce que le sirve para sanar y superar episodios difíciles de su vida además de dejar en evidencia lo sagrada que es la percepción de la vida para cada ser humano.
La artista se expresa visualmente y su trabajo es admirado en todo el mundo. Su fotografía etérea, llena de magia, misterio atemporal y emotividad inspiran a cualquiera.