El fotógrafo y director radicado en Los Ángeles, Tyler Hubby conoce al enigmático B. Mason solo por una caja llena de negativos olvidada en la casa que adquirió en Echo Park. Cuando Hubby compró la casa, el apellido Mason no estaba enlistado en el titulo y a juzgar por la colección de miles de fotos de bailarinas desnudistas que trabajaban en las discos locales pertenecieron a un ex dueño de casa.

Al momento de descubrir los rollos, Hubby se dio cuenta de que las dos o tres familias que habían poseído la casa anteriormente, ninguna de ellas le dio mucha importancia a la caja dejada en el garaje. Con el paso del tiempo, el moho había cubierto la colección y los sobres típicos utilizados en décadas anteriores hicieron que Hubby se sintiera encariñado por las fotos.

Aunque los esfuerzos por descubrir la historia de B. Mason no fueron suficientes, sí le hicieron notar a Hubby la gran cantidad de tiempo y cuidado le dedicó a los retratos de las bailarinas. Podríamos decir que frecuentaba las discos y disfrutaba del ambiente casi familiar con las jóvenes que le permitían fotografiarlas. En todos los sobres Mason escribió el nombre de las chicas, además del sitio.

Su hobby secreto duró hasta 1984 y dada la atención que le dedicaba, suponemos que eran de suma importancia para Mason. 10 años después del hallazgo, Hubby decidió dar a conocer las imágenes, las que ya se habían convertido en algo especial para él y las sentía como propias. Destinó horas de su tiempo para editar y preparar las fotografías.

Al rescatar el inventario privado de Mason del centro de LA de los 80, Hubby volvió al pasado para revivirlo y formar una obra colaborativa en conjunto con un hombre del que sabe muy poco, pero que paradójicamente conoce muy íntimamente. Ya sea que las imágenes tuvieran por propósito ser arte o por meros fines personales, tienen un significado cultural inimaginable. Hubby espera lanzar el proyecto The Dragon Ladies en un futuro cercano.