Nadie Se Salva es un espacio reflexivo y de innovación que invita, mediante simples acciones, a exponer y conectar las distintas percepciones sobre uno de los más grandes tabúes sociales en la actualidad; la muerte. El propósito de este proyecto es generar un precedente social que permita involucrarnos con el tema y que en un futuro cercano exista mayor diversificación y sentido a las expresiones relacionadas a éste; un hecho inevitable.
Mira, piensa, escucha, lee, crea y comparte
Nadie se salva nació como el proyecto de título de Rodrigo Opazo, estudiante de Diseño de la Pontificia Universidad Católica de Chile. El proyecto comenzó hace unos meses a recibir las primeras colaboraciones, en las que a través de su página de Facebook, Instagram o correo electrónico, los seguidores y usuarios pueden enviar según el formato que más les acomode su punto de vista respecto al tema. Actualmente, la iniciativa cuenta con más de 70 colaboraciones. Personas comunes y silvestres participan de forma espontánea, enviando artículos, poesía, música, ilustraciones, activaciones de arte, entre otros. Dejando en evidencia las distintas formas en que es posible abordar esta temática y nos revela la concepción del hombre contemporáneo sobre la muerte.
Uno de los pioneros en la tendencia de generar espacios reflexivos corresponde al Encuentro Interdisciplinario sobre la Muerte, realizado por el Colectivo Gamera. Rodrigo Opazo, creador de Nadie Se Salva, señala que haber participado en la última versión del encuentro realizado entre los meses de octubre y noviembre del año 2015 fue determinante en la realización del proyecto. La principal motivación fue generar un espacio similar, pero en este caso vía web, que no tuviese ningún tipo de limitación, ya sea económico, espacial, o de tiempo; en donde todos pudiesen ser participes de un proceso que tarde o tempranos tendremos que enfrentar. “Al final, todos tenemos algo que decir, Nadie Se Salva de la muerte”, señala.
Hoy día vivimos de una manera tal en que la muerte no está incorporada a la vida. De alguna manera la sociedad moderna no enfrenta la muerte y se ha llenado de un enorme pavor con una serie de ideas respecto a la muerte como algo desagradable que no nos pertenece. En el fondo vivimos como si nunca nos fuéramos a morir
Esa afirmación del médico experto en bioética, Armando Ortiz aparece en el último estudio “Los Chilenos y la Muerte” realizado por el Instituto de Sociología de la Universidad Católica. En el documento se señala también, que el 72% de los encuestados piensa poco o nada en la muerte y alrededor de un 80% no conversa sobre el tema. Es por esta razón, que la posibilidad de transformar los prejuicios y tabúes sociales en resultados innovadores, se vuelve una oportunidad fundamental para un proyecto de Diseño, ya que los tabúes sociales suprimen la discusión sobre aspectos específicos de la vida. En este caso específicamente la muerte, ya que no se considera como un elemento/acto constituyente de nuestra cultura e identidad.
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