Quiero celebrar un San Valentín decente. Que tanto le cuesta a un hombre cualquiera hacerse pasar por enamorado de mi, que me despierte con un pan con paté y jugo de piña, decirme que me quiere, que me regale mi película favorita “Paréntesis” para tenerla de una vez por todas en dvd. Que hagamos un picnic y que no veamos mil veces la película que me acaba de regalar. QUE LE CUESTA.
No discrimino, edades, ni razas, ni universidades, ni nada. Solo quiero que un puto hombre se digne a hacerme feliz un puto día ¿es mucho pedir?
Todos los San Valentín para mi son bien de mierda. Me lleno de invitaciones de amigas solteras igual de desgraciadas que yo, listas para el happy hour. Acepto y me doy cuenta nuevamente de que estoy sola. Con cero masho y mil mushashos. (Distinción: masho es personal pololeal, mushasho es plural amigal). Y bueno, la eterna interrogante: porque siempre termino borracha y no abrazada de masho comiendo papas fritas. Que odiable día, realmente lo detesto.
Si yo fuera un querubín, de esos que te flechan de amor, me flecharía a mi…… y a Pérez-Bannen. Porque si bien, no le llego ni a los talones a Sigrid Alegría ni a Carolina Castro, se que lo haría el triple de feliz. Pero eso a nadie le importa.
Entonces, como no tengo un Valentín, y por ende, menos un enamorado, salí a celebrar el día de los desenamorados. Fuimos con mi gram amigo a tomar a un pub, chistoso, nos acordamos de quinientas pelotudeces, de cuando me cai en tal parte, de nuestro desamor, de cuando ibamos en el colegio y bueno, las preguntas obligadas de familia y profesión. Pero nada, tal como lo dije, fue nuestra forma de celebrar un día tan patético, tan desenamorado, como es San Valentín, sin rollos, sin nada.
Por otro lado, creo que uno se enamora de cierta forma de las amigas, las que te apañan y las que se ríen, incluso las que te lloran. Asique en un rato nos iremos todas las girlas a tomar melón con vino a la playa, porque después de todo: ¿quién necesita Valentín? Yo estoy bien con mis amigas, mis amigos, mis despertadas con caña de la gran puta, ver series ridículas sola, y mis picnic de pan con mortadela cuando llego del carrete.