En Argentina calificaron la lectura del veredicto que casi lo manda a prisión como “escalofriante”.
La justicia española encontró culpable a los Messi -Jorge, el padre, y su hijo Lionel, astro del Barcelona-que después de perder la final de la Copa América Centenario renunció a la selección argentina- de tres delitos de fraude, vinculados a los ingresos publicitarios que el futbolista recibió entre los años 2007 y 2009. La condena para el jugador del Barça fue de 21 meses, pero debido a que ninguno presenta condenas previas y por ser menor a dos años no será efectiva de cárcel.
Los detalles de la condena se constituyen por tres sanciones, de siete meses de cárcel por cada año en el que Jorge y “Lio” evadieron al fisco. Los impuestos que la estrella argentina percibió fueron desviados a través de una red de empresas creadas particularmente para ocultar las ganancias.
El tribunal valoró lo que se llama “ignorancia deliberada” de Messi hijo, que fue expuesta por su defensa. “Lio” no era parte de las decisiones que se tomaban en torno a la explotación de su imagen, pues lo que él hace es solo jugar a la pelota, y las decisiones recaían en las manos de sus abogados y su padre, quien gestionaba su patrimonio. La justicia optó por no quitarle responsabilidad a Messi pues “el desconocimiento evitable, derivado de la indiferencia, no es un error, y no puede provocar una descarga de la responsabilidad. No puede errar aquél que no tiene interés en conocer”, reconoce la sentencia.
También, se les impusieron dos multas: una de 2.093.001,55 euros al hijo y 1.596.939,93 a su padre. De haber ido a la cárcel, probablemente la carrera del que es considerado el mejor futbolista del mundo hubiera terminado de manera abrupta e improbable.