Ni ella es de la Habana, ni él de Nueva York, así que lejos de contar un romance vamos a hablar románticamente de de la obra de estos dos individuos por separado.
Alice Schillaci es una fotógrafa de moda de Milán.
Marc Alcock un fotógrafo inglés que se fue a explorar San Francisco.
En un mundo tan relativo complejo y lleno de aristas, pareciera ser que retratar el sonido, movimiento y el tiempo en una sola imagen es labor exclusivamente alienígena.
Alice Schillaci resolvió el enigma trazándose una misión ninja; capturar a la luz. De sapa en los estudios de moda donde asistía, cuan Lee Miller, la milanesa encontró su idioma. Fotos a la vez impresionistas y surreales con la luz como único objetivo focal es la manera en la que esta fotógrafa nos cuenta su verdad. Aquí algo del trabajo de esta iluminada.
Por su parte, el inmigrante encontró su forma de comunicación cuando se enamoró de los silenciosos y reveladores habitantes de los hogares en San Francisco. El misterio de lo que cada fachada y su mascota/escultura viviente le sugería provocó en él el código en el que la existencia le pareció retratada. (Parecido al trabajo del respetable chilombiano Sebastián Mejía)
Acá las del topógrafo;
Así con la diversidad de modelos. Toda la vida en una foto.