La nadadora adolescente usó su talento y arriesgó su vida para ayudar a salvar la de otras 19 personas.
La historia de Yusra Mardini no es fácil. Debido a las circunstancias que vive el mundo hoy, ella y su familia han tenido que huir por mar de la guerra de Siria, logrando salir con vida de las frías aguas del mar Egeo. Pero no siendo suficiente su mérito es aún mayor, viéndose entrampada en una situación límite cuando el motor de la embarcación en la que viajaban falló.
Con una mano sujetaba la cuerda que estaba atada al bote, mientras que nadaba con la otra y los pies
explicó Yurni antes del inicio de los Juegos Olímpicos, haciendo un flashback de la situación cuando tuvo que saltar al agua y nadar junto a su hermana para llegar hasta la costa de la isla de Lesbos. Además agrega: “Fueron tres horas y media en aguas heladas” pero que dentro de su relato tan especial muestra que toda esta experiencia le deja una lección positiva y que, gracias a su pasión por la natación inculcada por su padre y entrenador desde que tenía 3 años, fue la clave para salvarla a ella -y a las 19 personas que se encontraban en la tripulación- de la muerte.
Hoy la vemos compitiendo en en Río 2016 con una entereza y fuerza interior envidiable. Si bien en la ronda preliminar quedó a 13 segundos de la gran favorita sueca Sarah Sjostrom, la victoria de esta chica consiste en estar ahí para poder contarlo y enseñarnos que las ganas de vivir son siempre más fuertes que cualquier obstáculo.