Creada hace 38 años, la bandera gay es el símbolo más importante de la comunidad LGBTIQ+, pero no todos conocen su verdadero origen.

Es una de las banderas más reconocidas en todo el planeta. La hemos visto en miles de marchas en conmemoración al orgullo gay en todo el mundo, donde ha traspasado las calles para llegar a casas de gobiernos, edificios como el Empire State y pasar por millones de perfiles de Facebook, pero antes de que todo esto sucediera, se tuvo que recorrer un largo camino que dejó varias muertes innecesarias y dio origen a la prostituida palabra llamada “homofobia”.

Estados Unidos en 1976 celebraba 200 años de independencia, luego de haberse retirado de la Guerra de Vietnam y tras recibir la renuncia de su presidente de esa época, Richard Nixon, surgió por primera vez la idea de tener un símbolo con el que toda la comunidad gay pudiera identificarse de acuerdo a su creador, Gilbert Baker, artista y activista por los derechos civiles.

Harvey Milk (el primer servidor público abiertamente gay en Estados Unidos) en 1977 motivó a Baker a diseñar un símbolo único con el cual la comunidad gay se pudiera identificar, un símbolo que reflejara libertad para presumir con orgullo quienes son, donde la creación de un arcoíris en una bandera era el encargado de reflejar libertad.

Lo que debiese ser un trabajo del pasado, lamentablemente sigue siendo aún un trabajo del presente: salir a la calle como personas públicamente asumidas, ser visibles ante el resto y salir de una mentira de la que nadie quiere pertenecer. Gilbert Baker convirtió su arte en activismo, donde en un comienzo era el encargado de hacer las pancartas para las protestas para terminar creando la bandera que unificaría a todo un mundo bajo su símbolo de unión.

Más que una bandera, un símbolo

La comunidad gay, hasta el día de hoy, necesita unión. Y esa unión se consigue bajo un símbolo que se pueda identificar sin tener que recordar un pasado sin voz, un doloroso camino que se recorrió bajo la injusticia, indiferencia y poca tolerancia.

Lamentablemente nada de esto ha cambiado, pero el color de la unión sigue presente en una bandera que representa el arcoíris de la felicidad. Siempre recordaremos los tristes momentos que han marcado a la comunidad con colores alegres que a través de su bandera, reviven día a día a la comunidad LGBTIQ+ para demostrar que estamos más vivos que nunca.

Existen infinitas teorías en internet sobre la elección de colores, pero en una entrevista que Baker realizó para el MoMA, explicó que era algo mucho más sencillo que todo lo que se ha especulado siempre: los colores de la bandera venían del cielo.

“El arcoíris es tan perfecto porque en verdad encaja con nuestra diversidad en temas de raza, género, edad, todas esas cosas. Además es una bandera natural: ¡Viene del cielo! Aunque el arcoíris ha sido usado de otras formas en la vexilología, este uso ha eclipsado cualquier otro que ha tenido.” Gilbert Baker.

Born this way

La primera vez que la bandera salió a la luz publica fue el 25 de junio de 1978, en la Plaza de las Naciones Unidas en el centro de San Francisco, Estados Unidos; lugar donde fue erizada. Nada nuevo con lo que vivimos actualmente, ¿o no? La intolerancia viene desde mucho antes, asúmanoslo, existe gente involucionada en todos lados.

El diseño original de Baker consistía en ocho colores y no seis, como es actualmente, cada uno de ellos representa un significado distinto: la primera tira era rosada y representaba la sexualidad, luego seguía el rojo que simbolizaba la vida, después el naranjo para curar heridas, el amarillo que es la luz del sol, verde por naturaleza, turquesa la magia, índigo la serenidad y por último una tira violeta que representa la espiritualidad.

Mía Astral queda chica después de tanta representación.

Harvey Milk fue asesinado el 27 de noviembre de 1978 junto a George Moscone, alcalde de San Francisco, por un ex colega que quería recuperar su cargo público. Viva el poder y el ser humano. Después del asesinato, la popularidad por la demanda de la bandera gay creció masivamente, donde Baker tuvo que quitar dos colores a la bandera, el rosa y el turquesa, por una razón principalmente económica, ya que para esa época teñir ocho colores era muy costoso.

Actualmente, a mi parecer, seguimos viviendo los tiempos de Havey Milk. Han pasado 38 años donde se sigue debatiendo lo mismo. Aún hay muchas razones para que toda la comunidad LGBITQ+ siga luchando por todos los derechos que merecemos, pero la bandera gay sigue siendo nuestra única unión con todo el mundo.

La bandera gay es el “Sense 8” de los gays, tenemos almas gemelas en todo el mundo si vemos una bandera gay en el lugar que estemos. Da lo mismo el lenguaje, porque su belleza es la única forma que nos conecta.