Entre mamás desorientadas, padres sigilosamente excitados, niños y niñas inocentemente sobre estimulados, disfrutamos del candente concierto de Ariana Grande en el Movistar Arena.
por Paulo Guzmán y Juan Andrés Vallejos, enviados especiales
Ariana Grande se presentó por segunda vez en nuestro país en el Movistar Arena, pero esta vez como parte de su Dangerous Woman Tour.
“Oye, ¿te podís bajar de la silla?”. Esta pudo haber sido una de las frases que más se pronunció por parte de padres con sus hijas de ocho años sobre sus hombros que no veían nada de Ariana Grande ante un muro de asistentes que se subió sobre sus sillas plegables, del sector Silver y Golden, y que no dejaban ver a nadie más.
La brecha generacional se sintió con fuerza y se podía percibir aún más cada vez que una madre le decía satisfecha a su hija que le había encantado el concierto de “Rihanna Grande”.
Uno de los momentos más emotivos fue cuando la artista interpretó la canción “Somewhere Over The Rainbow”, clásico de la película El Mago de Oz, como parte de un homenaje a las víctimas del atentado en Manchester hace casi dos meses. Sin embargo, nuevamente, las diferencias etarias se hicieron presentes ante la cara de confusión del público más joven que no conocía el clásico del cine y preguntaban extrañados a qué disco pertenecía la canción.
Ariana Grande es una de las pocas artistas contemporáneas que tiene el poder de convencimiento suficiente como para atraer personas de todas las edades y orientación sexual, utilizando un recurso que escasea entre las estrellas pop de hoy en día: su voz. Y es que la prueba más irrefutable de la devoción que provoca la cantante de 24 años no podría ser otra más que la increíble cantidad de padres con orejas de conejo y cintillos rosados que acompañaron a sus hijas al concierto y corearon el increíblemente sexual setlist de más de una hora y media de duración.
Probablemente, muchas de estas niñas de entre ocho y trece años no tienen idea alguna a lo que hace referencia “Side to Side”. De hecho, la propia Ariana, en una entrevista con MTV, afirmó que “Side to Side” habla de sexo desenfrenado y no del romance. Más específico aún, “Side to Side” habla de cómo una mujer camina adolorida después de tener sexo toda la noche. Aún así, niñas y sus padres cantaron a coro la historia de una mujer de caminar zigzagueante after sex en la presentación en el Movistar Arena.
Momento familiar.
A pesar de estos detalles graciosos, fuimos 12 mil 500 personas quienes nos sentimos afortunados de que, aunque fuese por un rato, Ariana Grande sintiera el mismo frío que nosotros y respirara el mismo smog que le dio un aire interestelar a la noche del lunes en el Movistar Arena.
Tras ver la presentación en Ariana Grande es fácil imaginarse en ella la esperanza de la cantante de pop, esa cantante que de verdad canta y que a pesar de llegar a notas y tonos difíciles, es capaz también de entregar un show con baile y ocupación completa del escenario.