Hoy por hoy, Felipe Monserrat a.k.a Nase representa todo lo que el círculo de su generación está abruptamente potenciando en Chile: arte, comunicación y creatividad.
Felipe comienza su cercanía con el mundo de las comunicaciones siendo un oyente pasivo de sonidos clásicos del Hip-Hop gracias a los gustos de su hermano mayor, esto termina por motivarlo a crear su primera interpretación Hip-Hop en el año 2006, todo se daba entre “líricas mas sueltas y ritmos electrónicos”. Lo que ayudó a Felipe a generar ritmos más cercanos a la electrónica fueron colaboraciones con un amigo que realizaba IDM; ese fue el punto donde comienza una nueva motivación.
Nase, desde sus comienzos y gracias a su autoexigencia confiesa no haber podido compilar sus creaciones bajo formato ep o disco, pese a la presión que ejercían sus oyentes más cercanos por las ganas que les generaba guardar sus tracks. Felipe nunca se conformó con los resultados que daban sus proyectos musicales por lo que decide retirarse de publicarlas y trabajar todo desde la creación estudiosa, muy meticulosa, personal y bajo silencio en su homestudio. En este momento comienza a proyectar sus estudios universitarios dedicándose a la fotografía y realización audiovisual en proyectos propios y colaboraciones con un conocido blog de streetwear, esto abrió camino a comprender, estudiar y retratar el under capitalino, notando al pasar de los años una evidente mutación conceptual, la gente viste distinto, escucha otros sonidos y frecuenta otros conceptos, esto terminó generando y potenciando un nicho englobado por el Trap, donde decide armar su banda llamada LA PRENDA.
Para Felipe, estos nuevos conceptos tienen mucha relación: ropa, música, lugares: todas formas de expresión que se pueden pulir con el tiempo y son complementarias a lo que dice “ creo que más que hacer música o el gusto por el vestir, se trata de un solo movimiento social, tu cuerpo se transforma en un canal, y nadie quiere que su canal tenga 0 views”. Entendiendo el cambio en el contexto y la predisposición que existe por parte del público Nase retoma la música como solista, esta vez mucho más contemporánea sin ser absurdamente idéntica a las demás propuestas, lo define como algo mucho más industrial y con mucha más coherencia con la actualidad, desde la raíz Beats&Bars, existiendo una agresividad sin una connotación negativa, sólo como impulso de la energía que desea expresar rescatando la sensación que le produce el escenario.
La propuesta renacentista que ofrece Nase es sin lugar a duda todo lo que un artista contemporáneo necesita para autovalerse y sobrevivir al mundo de las comunicaciones.”