Junto a una Heineken helada nos enamoramos de los deliciosos y contundentes ñoquis de Warhol Oliveira.
¿Te has preguntado alguna vez por qué existe el costumbre de comer ñoquis el 29 de cada mes? ¿Sabes por qué la tradición dice que dejemos dinero debajo del plato mientras comemos? No sé de dónde saqué la idea pero andaba con la explicación en mi mente que se comía ñoquis los 29 porque es fin de mes y las papas son baratas en la Vega. Resulta que estaba totalmente equivocado.
La leyenda cuenta que todo empezó hace muchos siglos atrás con un joven médico en Italia que se convirtió en peregrino. Viajaba por el campo curando las enfermedades que sufrían los campesinos. Una vez se encontró con una pareja pobre y les pidió pan. A pesar de su pobreza le invitaron a comer en su mesa, ofreciéndole ñoquis un día 29 del mes. Impresionado por la generosidad de los campesinos humildes, les prometió un año de pesca y cosechas abundantes. Todo lo que dijo luego se cumplió. Años después este joven medico fue canonizado San Pantaleón. Así empezó el costumbre de celebrar los 29 con ñoquis y de dejar dinero debajo del plato para que sea abundante, igual que la cosecha en la historia, o para que el santo te ceda un deseo.
Esta historia, o una versión similar con su toque especial y única la cuenta Warhol Oliveira, el fundador del evento Ñoquis del 29. Es argentino y de una familia que practicaba esta misma tradición. Tiene una historia de emprendimientos gastronómicos, como el The Argentinian Pizza Superclub que fundó mientras vivía en Londres. Además tiene un grupo de rock que lleva su nombre.
https://www.youtube.com/watch?v=w36JMT5AYqw&feature=youtu.be
Usando la misma modalidad de “una cena secreta pop up” que The Argentinian Pizza Superclub, Oliveira creó Ñoquis del 29 hace un par de años atrás. El concepto es sencillo pero entretenido. Todos los 29 del mes hacen una cena de ñoquis en un lugar diferente.
Sirven dos tipos de ñoquis, que siempre son frescos y preparados ese mismo día: sin falta uno de los dos tipos es con salsa di pomodoro y el otro varia sin las sugerencias del público. Invitan a un chef para que prepare una entrada y un postre también.
Asistí la celebración de noviembre, que tomó lugar en una casona en Bellavista.
Como siempre el lugar era secreto hasta el día del evento cuando nos entregaron la dirección. El local era acogedor y cool: luces, plantas y mesas para compartir. Te invitan a sentarte donde quieras. El porte de las mesas hará que inevitablemente quedes sentado con desconocidos. La idea es que se genere un ambiente familiar entre los asistentes. Tenían bar donde ofrecían una variedad de cócteles, vino y cerveza. Todo era grato y la comida más que deliciosa. A continuación puedes revisar el registro visual de la cena.
Ceviche de zetas sobre lechuga
Los clásicos ñoquis con salsa di pomodoro
El variante de la noche: ñoquis con salsa Alfredo y mariscos
Merengue con surtido de fruta