Hola a todos, espero anden bien, y ojalá ya tengan medio planeadas sus vacaciones para este verano 2010, bueno verano para ustedes, porque yo estoy en pleno invierno, igual el invierno acá en medio oriente es la mejor época, el sol brilla en todos los rincones, y hacen unos agradables 20 Grados, en vez de los demoniacos 50 Grados del verano que se acaba de ir.
Como pueden ver, esta columna ahora tiene nombre, la bauticé “Pasaporte a la Memoria” mas que nada porque esta columna se trata de plasmar recuerdos de viajes increíbles y compartirlos con el mundo, para que no solo vivan en mi memoria, si no en la de todos los lectores, mediante texto e imágenes.
El destino que voy a compartir con ustedes hoy, es una ciudad en India, llamada Trivandrum, ubicada al sureste de India, llamada por Ghandi como la ciudad siempre verde de India, por estar ubicada entre frondosos valles y amplias playas.
Asia en general es bastante distinto a lo que podemos llamar el mundo occidental, pero India, a su modo, por ser un país tan grande y poblado, es aun mas distinto, tienen muchos años de cultura y tradición tan arraigado que han desarrollado sus propias versiones de todo, sin ir mas lejos el principal ejemplo es el famoso Bollywood, la incipiente industria cinematográfica india, que mueve millones de dólares al año, lanzando megaproducciones a un ritmo frenético.
Trivandrum es la capital del distrito de Kerala, por lo que se ve bastante movimiento, pero aun así, no es una ciudad moderna, como si lo son Bombay o Nueva Delhi, lo que descubre muchos de los aspectos mas interesantes de la cultura India.
DIY Touring
Siempre que llego a una ciudad nueva, siento una necesidad urgente de perderme, salir y perderme, así que después de aprovecharme del desayuno-buffet gratuito del hotel, que por suerte estaban repletas de delicias vegetarianas, como Arroz Tika Masala, Biryiani de huevo y el delicioso café de Kenya que me gusta tanto, salí a descubrir la ciudad, a medida que salía, el portero del hotel me decía “Usted DEBE ver esto, usted DEBE ir a lo otro” así que después de decirle que el no era mi madre para decirme lo que debía hacer, salí y me lance a la calle, cuando salgo a caminar por la ciudad, no me gusta llevar mi iPod, porque me gusta el sonido de la ciudad, cuando te pones audífonos, de cierto modo mermas la experiencia, y a mi me gusta la experiencia entera. Caminé hacia lo que se veía como el centro, India se ve desastroso, es todo un caos, desde el trafico, hasta las tiendas, algo muy cómico de India, es que los vendedores ambulantes andan en bicicleta, algo muy inteligente a la hora de huir de la policía.
Bueno, volviendo al caos, hay países que mas que caóticos se ven pobres, pero India no, pese a lo rústico, no se ve pobre, se ve caótico, es como su estilo. No da pena, ni lastima, es interesante. A medida que avanzaba, ya sentía algo así como el centro, se veían mas tiendas, mas comercio, mas movimiento, y sobre todo, mas Tuk-Tuk’s.
Adultos con pañales
Bueno, el centro finalmente, era igual al resto, pero con mas movimiento, donde se iniciaba con el terminal del transporte publico, un exótico catalogo de antiquísimos buses y continuaba con un pomposo “Shopping Complex” donde se encontraba las mas amplias variedades de helados de fruta e imitaciones de muñecas Barbie version india.
Una de las cosas que mas me gusta de India, es que esta gente tiene un rabioso afán de personalizar todo, desde bicicletas hasta camiones, tienen pinturas de elefantes, flores, imágenes de dioses, frases, y lo que sea, es como una especie una suerte de “enchulado vernacular” extremo, de hecho, pareciera que nunca cambia de tienda o de lugar, ya sea una peluquería, una tienda de ropa o un minisupermercado, todo luce igual.
Bueno, hablando de tiendas, a los indios, hay 2 cosas que le gustan mucho, cortarse el pelo y el pollo, y así como caminas por la calle, ves 5 peluquerías por cuadra y 8 restoranes de dudosa higiene con creativos nombres como “World Chicken“, “Delicious Chicken” o “Good Chicken”. Con respecto al tema de la peluquería, es curioso, porque la mayoría de los indios llevan siempre el pelo muy cuidado, con un corte “estilo colegial” como se conoce en Chile, y con un bigote muy prolijo, si no me equivoco, por lo menos el 80% de los indios tiene ese look, y se lo cuidan periódicamente en estas barberías peluquerías, donde el peluquero (obviamente con el mejor corte de pelo colegial y el bigote mas prolijo de todos) procede a masajearte antes de arreglarte el pelo y el bigote. Yo una vez fui a una peluquería india, y tuvimos 2 problemas, uno fue que el peluquero no hablaba ingles, y el otro fue que antes de cortarme el pelo me empezó a masajear la espalda hasta la cabeza, no me gustó nada, al otro día me compre una maquina para cortarme el pelo de forma autogestionada. Con lo del pollo, no se mucho la verdad, pero si hay algo que les gusta en este mundo es el Pollo Biryani que es un Pollo con Arroz, con mil tipos de aliños que es bastante sabroso, igual depende donde lo compres. Bueno, seguí adentrandome en esta cosmopolita calle que daba vida al centro de Trivandrum, aparte de ver todo este bombardeo de imágenes de Ganesha, Vishnu y quizás cuantos otros dioses, también vi las mas geniales y pintorescas vestimentas, porque aparte del clásico indio con jeans-pata-de-elefante-y-camisa-ajustada ves a toda la gente con las indumentarias típicas de la zona, que en su mayoría son trapos, quizás trapos bonitos o lo que quieran, pero trapos finalmente, porque hay alguna otra creencia extraña india que dice que la ropa no debe estar zurcida, y por eso andan con trapos, quizás si te topas una india jovencita y atractiva con trapos no esta mal, pero la mayoría son señoras de edad avanzada, que parece que no se cambian los trapos hace bastante tiempo y se les andan cayendo a medida avanzan. También están los hombres, que usan camisas o camisetas normales arriba, y estas especies de pañales gigantes abajo, lo divertido es que mientras caminan, medio que se les desarman y ahí no mas caminando se los arreglan mientras se les escapa un pedazo de culo, así, relajados
Los Peces Jalea
Me gusta Trivandrum, sobre todo la playa, el camino desde la ciudad a la playa, es alucinante, sobre todo si lo haces en un Tuk Tuk, vas a toda velocidad (digamos unos 50 Km/h) en medio de una selva tan verde y florida que emociona, ahí mismo ves montones de vacas, haciendo cosas de vacas libremente por la selva, no dentro de ranchos, o mataderos como uno esta acostumbrando a verlas.
Bueno, volviendo a las playas, Trivandrum tiene varias, pero la playa de Kovalam es mi favorita, es medio como una playa que podríamos encontrar en cualquier balneario no-cuico en Chile, con hartos negocios, familias pero todo muy tranquilo, generalmente se ve mucho indio bañandose con ropa (no se porque la verdad, es otro enigma del Sub Continente Indio, como les gusta llamarlo), apenas empiezo a caminar por la playa, veo que esta lleno de unas gelatinas moradas, o sea, lleno, de verdad, y pensé que era algún ritual religioso, así que me acerque a observarlo, las gelatinas estas se movían, así que descarte la idea de ritual religioso, sobre todo porque había un par de jóvenes apagando cigarrillos en las gelatinas, me acerco a los jóvenes, y les pregunto que diablos era eso y me contestan sonrientes “Jelly Fish”, lo que nosotros conocemos como “Medusas” estos bichos estaban distribuidos por toda la playa, y había gente, jugando, recolectandolos y hasta torturandolos como esta par de jóvenes. Seguí mi camino por este valle de medusas, y sorteando señoras que venden jugos de frutas y hombres que venden los trapos anteriormente citados a los turistas que se las quieren dar de hindúes por un rato, con los franceses e ingleses les resultan, yo paso.
Después de eso me senté en un pequeño bar-restaurant a almorzar algo, sin lugar a dudas mi comida favorita India es el Paneer con Arroz, el Paneer es una especie de queso adobado con salsa de espinacas y porotos, eso lo sirven con arroz basmati, y queda increíble, el deleite de todo vegetariano, así que no dude en pedir eso mas una botella grande de King Fisher, digamos que es la versión India de la Escudo, todo esto servido con varias ensaladas y montones de sonrisas de parte del mesero, que me decía todo el tiempo “Beautiful Sir” no si se refería a la situación, o me estaba tratando de conquistar, pero por si acaso le deje una buena propina, bueno esta demás decir que por todo esto, pague algo así como 3 USD, unos $1500 CLP, bastante bien, después de acabar con la cerveza (nada especial por lo cierto, hasta ahora nadie destrona a mi favorita asiática: Tiger Beer) y relajarme un rato observando la playa y su faro, decidí emprender la vuelta al hotel. Si hay algo en lo que son buenos los Indios, aparte del Paneer, son con las artesanías, tienen todo tipo de mantas, joyas y accesorios hechos a mano, que son verdaderas obras de arte en toda su plenitud, yo quede fascinado particularmente con una señora que había nacido en el Tíbet y había terminado por cosas del destino afincada en Trivandrum, con su pequeño tallercito enfrente de la playa, así que después de conversar un buen rato, intercambiar historias y desembolsar una cuantiosa suma de dinero, me retire a buscar el Tuk Tuk que me llevaría al hotel.
Bueno, definitivamente Trivandrum, no es la playa clásica del parrandeo asiatico, como Bali, o Phuket, de hecho, si quieren ir de fiesta en fiesta, surfear, y ver gente linda, deberían probar destinos como Goa, en India tambien, pero en Trivandrum, puedes ver la India real, con raíces, costumbres y vestimentas exóticas.