Francisca Opazo de “La Vida Nómade” te entrega datos que pueden marcar la diferencia dentro de los destinos favoritos a elegir.
Nuestras fiestas patrias son tan largas que merecen una visita al extranjero para aprovechar los días extras que nos otorga el feriado. Muchas personas califican de poco patriotas a quienes abandonan Chile durante la celebración de nuestra independencia, pero no todos los años se da la oportunidad de tener un feriado tan largo, además, podemos volver para el 18 chico y nadie pierde (ahyia).
Según Despegar.com los destinos elegidos por los chilenos este año son los típicos y no varían demasiado de los sitios que gozan de una fuerte popularidad durante el resto del año con una lista compuesta por Buenos Aires, Rio de Janeiro, Nueva York, Punta Cana, Miami, Lima y Cusco.
Por eso y si te vas de paseo por alguno de estos lugares, necesitas un par de recomendaciones fuera del universo Google y quien mejor que Francisca Opazo para esto.
La travel blogger lleva años viajando por el mundo a punta de trabajo en cruceros, pitutos varios y escribiendo sus experiencias en La Vida Nómade, blog donde nos cuenta de forma poco convencional anécdotas inesperadas en lugares aparentemente típicos.
Por eso la contactamos para que nos hablase un poco sobre las pros y contras de las zonas donde andarán nuestros compatriotas cambiando las empanadas por las compras, ceviche y días de sol.
Cusco
Cusco es una ciudad realmente bonita, colonial, bien cuidada. Puedes ir a Machu Picchu y al Valle Sagrado, dos atracciones que no te defraudarán.
Cuando fui, hace algunos años, me pareció que la vida nocturna era muy estilo Suecia época Negro Piñera, medio ochenteras. Quizás las cosas han cambiado, pero creo que hacer vida social en los hostales es infalible.
Cusco es muy turístico y lamentablemente todo funciona en base al dinero: por ejemplo, te cobran por sacarte fotos con niñas locales con llamas. Ten cuidado: en varios países usan a los niños como medio de explotación.
También hay que tener ojo con operadores locales poco confiables que te llevan a Machu Picchu.
Buenos Aires
Buenos Aires es una maravilla. A algunos les puede caer mal los argentinos, pero la verdad es que llegas allá y te tratan de lujo. Los meseros, los taxistas, todos tienen una versión propia de la ciudad. Son sociables y amistosos. Y la ciudad no defrauda: pasan cosas en todas partes. Hay cultura, gastronomía, vida social. Trata de ir a los lugares donde comen los locales, ya que los que son para turistas son más caros y ni tan buenos.
Me cuesta pensar en lo peor. Pero hablando con mis amigos y conocidos argentinos, coinciden en que el aumento de la delincuencia es uno de los peores males de Buenos Aires. A nadie le gusta estar en permanente estado de alerta, especialmente si estás viajando.
Para usar el transporte público en Buenos Aires debes usar la SUBE, una tarjeta recargable que permite subir a los colectivos, el subte – metro– y el tren en 36 localidades del país. Puedes conseguirla en los “Centros de obtención SUBE”. Pregunta en tu hotel o en el metro donde se encuentran. Debes llevar tu carnet de identidad o pasaporte.
Río de Janeiro
Amo Río, sobre todo el hecho de que tenga una playa enorme bordeándola. La comida al kilo es deliciosa. Tampoco es que ande la gente riéndose rodo el día y bailando samba, pero sí hay una vibra relajada, lo que puede ser un poco contraproducente para los turistas que no creen que les pueda pasar algo. Al igual que Buenos Aires, la delincuencia ha aumentado considerablemente.
A veces uno dice “Ah, pero yo fui y no me pasó nada… a mis amigos tampoco”, pero la realidad de uno no es la del país que visita.
También existe la idea de que los brasileños son los más simpáticos del mundo. Pueden serlo, pero ojalá nunca te cruces con uno enojado.
Miami
Siempre pensé que Miami era un destino para los Lucho Jara de Chile. Y en efecto es así: diseñado para ir a gastar plata, para mirar y anhelar ser mirado y luego subir una foto en Instagram y decir “aquí, casual en Mayami”. Pero luego fui y me tuve que tragar mis palabras: me gustó esa onda Miami Vice de South Beach, con autos descapotables estacionados junto a las palmeras y consultas de dentista con letreros de neón fluorescente.
Miami es kitsch, pero también tiene un lado cultural e interesante, como Little Havanna. Si te gusta el arte puedes ir a Wynwood o fotografiar las edificaciones art decó que nos transportan a los años 30. Pasear por Lincoln Road también es un imperdible para sentarse a mirar la fauna local: vas a ver de todo, uno que otro famoso, hombres y mujeres extremadamente bronceados haciendo deporte, turistas de todo el mundo, etc.
Lo peor: las hordas de gente atraída por el turismo de compras. Llenan las micros, las calles, los hoteles. El calor también puede ser insoportable. Y si te toca un huracán, olvídate de ver algo de la ciudad.
Lima
Lima es una ciudad grande e interesante. Hay mucho para ver y hacer en otros barrios, aunque sean más inseguros. Los peruanos son bastante amables y puedes comer increíble y barato tanto en un mercado como en el restorán más exclusivo de la ciudad.
Todo el mundo te dice que vayas a Barranco, Miraflores y San Isidro, como si no existiera el resto de la ciudad. Pero es como te dijera que fueras a Santiago de Chile y sólo te quedaras en Las Condes y Providencia. Entonces nadie conoce la realidad de Lima.
Hay zonas sumamente pobres, pero igual de interesantes. El Callao, por ejemplo, es uno de los barrios más peligrosos, pero tiene sectores para ver como el Centro Histórico o el distrito de La Punta. El centro de Lima también es muy lindo y mejor cuidado que el nuestro. Recomiendo una vuelta por el Barrio Chino.
Escuché muchos comentarios contra Chile, aún sin saber que yo era chilena porque no me reconocían el acento. Pero era como un chiste instaurado decir algo en contra de Chile. Lima tiene muchas cosas buenas y este rencor histórico le quita puntos. Lo mejor es no enganchar y, al revés, predicar con el ejemplo, ser amable y educado para que vean cuánto se equivocan.
También estaba con la idea permanente de que me iban a asaltar, pero no porque yo lo percibiera así, sino porque los mismos peruanos me decían a cada rato que tuviera cuidado. Así que optaba por andar piola, sin cosas de valor que llamaran la atención.
Para saber donde dormir de forma económica en la capital mundial de la gastronomía, pincha acá y entérate de muy buenas opciones.
Comí en todo los mercados que encontré y probé los ceviches más deliciosos. Aunque un día me intoxiqué, así que ojo ahí. A llevar pastillas de carbón y similares.
Como consejo general, creo que hay que tratar de sacarse las ideas preconcebidas de los lugares que se van a visitar. Y ojalá conectar con locales para salirse de las rutas más turísticas y que te den los mejores datos de restaurantes, clubs y otros. Trata de estar alerta y deja las cosas de valor en casa.
Para ver de cerca los pasos de Francisca y sus viajes, síguela en @nomad.fran
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