Hollywood muévete, Chile es macabro.


Muchos críticos señalan Halloween como una fiesta que representa la llegada de las tradiciones capitalistas a Latinoamérica sin ningún pudor. Sin embargo, la brujería ha estado presente en Chile desde hace siglos y tenemos una tradición demoniaca tan arraigada que es imposible viajar por el país sin encontrar sus reminiscencias.

Las brujas de Salem son un juego de niños si se comparan con las historias originadas en Chiloé; técnicamente no existe ciudad sin menos de dos o tres casas embrujadas en todo el país; además, nuestra historia ha estado rodeada de situaciones que han posicionado a Chile en la cúspide del oscurantismo forjando nuestra cultura e identidad.

Es una pena que el cine de terror local no pueda capturar la esencia de nuestra mitología, pero los lugares donde se presentaron estos sucesos están ahí para perpetuar su historia. Acá te contamos de algunos.

Salamanca

Ubicada en el Valle del Choapa la localidad es famosa por las historias de brujas que rodea su historia inspirando diversos cuentos e incluso marcas. La diferencia con los brujos de Chiloé radica en la supuesta inmortalidad de sus pares norteños, que viven según el mito, en la Raja de Manquehua, una grieta rocosa de difícil acceso que se encuentra a 35 kilómetros de la localidad. Según los pobladores, los brujos se reúnen durante la noche hasta el día de hoy prendiendo antorchas al interior de la caverna para así anunciar el inicio de sus aquelarres.


Casa de las muñecas, Valparaíso

Existe una casa en el puerto donde más de 400 muñecas miran a los peatones por las ventanas. Llama la atención un enorme muñeco de cara risueña vestido con uniforme, que sobresale por entre la cantidad de juguetes que observan también desde el techo y balcón de la propiedad. Pero la realidad respecto al mito es bastante triste y reciente. Luis Arredondo -propietario- perdió a su hija y decidió poner las muñecas como una señal para que vuelva a su casa. “Pienso que me hija va a llegar”, señaló para los medios el año pasado.  


Casona Dubois, Santiago

La mansión fue edificada por el francés Andrés Dubois cuando llegó a Santiago para construir el alumbrado público a gas de la ciudad. Los jardines de la casa fueron responsabilidad del paisajista George Dubois, que también diseñó el Parque Forestal. Llamaba la atención la presencia de una gárgola andrógina en medio de los jardines del lugar, cuyo propósito según las historias era resultado de un pacto con el diablo realizado por Andrés Dubois y así tener un primogénito que heredase la propiedad y el apellido. Las historias respecto a la mansión son tan populares que el lugar se usó de set para la teleserie Ti-Tac de TVN. Luego de años de abandono, ahora es un centro cultural abierto al público administrado por la municipalidad de Quinta Normal.


Cementerio 1 de Rancagua

Es el único cementerio de Chile donde se encuentra enterrado un pirata, una momia y un vampiro. El primero, se trata de William Cook, inglés que llegó a la ciudad en 1900 y tuvo un exitoso negocio en el rubro hotelero de la ciudad. La momia corresponde a Mateluna, primer pastor evangélico de la zona que fue momificado y exhibido durante años en el cementerio antes de que su ataúd fuese cerrado.

El último se trata de Tito Lastarria, quien creó una gran fortuna gracias a un supuesto pacto con el diablo. Murió a los 27 años siendo encadenado y sepultado con 4 cruces. Hasta el día de hoy, las personas acuden a la tumba de Lastarria para pedirle favores. La historia cuenta que el personaje se levantará de su tumba para cobrar venganza contra los descendientes de las personas que lo asesinaron cuando las cruces puestas en su tumba caigan. Actualmente y luego de diferentes terremotos, solo queda una.


Quicaví, Chiloé

Los brujos en Chiloé fueron -o son según los creyentes- toda una organización real que intentó crear una república independiente del yugo español y republicano. Esta cofradía era llamada Recta Provincia y el rey de los brujos vivía aisladamente en la cueva de Quicaví. Cada brujo novato debía bañarse en la sangre de un recién nacido, según la leyenda, para ser presentado en la cueva y aprender las enseñanzas del Levisterio, el libro oficial. Quicaví se encuentra en la comuna de Quemchi.