La extensión de los baby showers han ocasionado heridos, situaciones incómodas e incluso, incendios que provocaron millones de dólares en daños y pérdidas materiales.
Todos conocemos los baby showers –que participemos de ellos, es otra cosa– y últimamente se ha popularizado la extensión de la celebración llevando el tema de la paternidad a otro nivel: se trata de los gender reveals (revelación de género) donde las familias esperan hasta el último minuto para contar el sexo de su futura bendición a los participantes de la fiesta -en su mayoría familia y amigos sin hijos-.
En una reunión con cosas ricas para comer -y de la forma más creativa posible- los padres graban y hacen juegos durante la recepción donde prima la comida con colores genéricos de los bebés (azul y rosado) para esperar el momento en que den aviso generando la máxima expectativa para su público.
Muchos padres hacen esta revelación con piñatas, otros presentan un pastel de enormes y matrimoniales proporciones (porque la fiesta se está convirtiendo en la alegría de los reposteros) y un sinfín de formas muy didácticas que hacen sentir incómodo a cualquiera que no sea padre o tenga intenciones de serlo.
Si bien la fiesta tiene defensores acérrimos alrededor del mundo, existe la particularidad de que los padres han llevado la situación demasiado lejos teniendo consecuencias impensadas para los presentes e incluso, para comunidades completas.
El caso de Dennis Dickey da cuenta de ello, cuando hizo estallar una caja con polvo azul creando un incendio de 19 mil hectáreas evacuando a gran parte de la comunidad que pudo resultar herida tras la fiesta.
El gender reveal necesitó a 800 bomberos para frenar el incendio y le costó al estado de Arizona 8 millones de dólares. Dickey se refirió a la situación como “un malentendido” y que eventualmente este se convirtió en “el peor día de su vida”.
La familia deberá pagar más de 100 millones de pesos en restitución además de abonar mensualmente 500 dólares durante 20 años para pagar los costos del incendio.
El sexo de su hijo es varón por si todavía te lo preguntas.
La fiesta se celebra principalmente en Estados Unidos -aunque hay rumores de su asentamiento temprano en Chile- y como los gringos suelen comer fuera y celebrar fechas especiales en diferentes franquicias de comida rápida, es de esperar que los gender reveal se trasladasen a lugares de carácter más público.
Applebee’s denunció a una familia y sus invitados que celebraban una de estas fiestas en Ohio luego de que se negasen a limpiar el confeti azul y rosado que quedó desparramado por todo el lugar. De hecho, la situación escaló a golpes y amenazas por parte de los asistentes quienes acosaron al público del lugar arrojándoles menús.
También se fueron sin pagar la cuenta según consignó el sitio Clevescene.
Otros padres prefieren la comodidad de sus patios aunque usan técnicas tan extrañas que terminan por dar la vuelta al mundo, como sucedió con esta familia en Luisiana que le dio la obligación de entregar la noticia a un cocodrilo…
Sin embargo, la forma más popular es golpear una pelota de béisbol que explota en el aire soltando un polvo azul o rosado. Todo muy americano, y también deja muchos accidentes existiendo un sin número de compilados que muestran a familiares heridos cuando la pelota pierde su rumbo.
En fin, la llegada de esta fiesta a Chile es inevitable. Solo pedimos que la creatividad no sobrepase los límites de la seguridad como sucede con estos casos. De hecho, te dejamos un par de videos más para pasar la tarde explorando el mundo de la paternidad en su forma más cruda.
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