Yola Mamani trabajaba de trabajadora del hogar y ahora es una de las más populares comunicadoras aimaras.

Yola Mamani es una boliviana trabajadora sindicalista, radialista, bloguera y youtuber. Su mensaje en esta plataforma busca establecer una voz crítica respecto a la racialización que viven las cholas, las mujeres aimaras a quienes se les ve constantemente como un adorno o una moda.

Nació en Omasuyos, en La Paz, donde emigró a los 9 años para poder trabajar como niñera. Tuvo peleas con sus empleadores, ya que no querían respetar sus derechos a estudiar o a ganar salario justo.

“Esas cosas me han enseñado a ser fuerte, a ser contestataria, a cuestionarme a mí misma el lugar que ocupaba en la casa donde trabajaba, el lugar que ocupaba en esta sociedad”, dijo, según consigna El Deber. Se unió a un sindicato de trabajadoras del hogar y también comenzó a vincularse con el colectivo feminista boliviano Mujeres Creando, lo que le ayudó a potenciar su discurso crítico y reflexivo.

Durante el 2009, trabajó en el programa de radio Soy Trabajadora del Hogar con Orgullo y Dignidad, emitido por radio Deseo, del colectivo Mujeres Creando. Con más de siete años al aire, Mamani y las otras mujeres coordinadoras del show pudieron completar sus estudios tanto en colegios como universidades.

Actualmente Mamani trabaja en El Noticiero de las Mujeres, que en aymara se conoce como Warminyatiawinakapa, donde entrevista a mujeres que los medios tradicionales no toman en cuenta.

“Es un espacio donde las mujeres no estamos de adorno, donde no terminamos en un cuadro bonito porque somos indígenas o porque somos cholas, donde no somos noticia solo cuando nos han violado o nos han matado, sino en otros momentos en los que las mujeres están produciendo, están trabajando”, explicó.

La comunicadora ha visto con atención cómo durante los últimos años empresas e instituciones han contratado a cholas para sus recepciones, secretarías o en lugares que son visibles. Con el tiempo, otras mujeres se comenzarona disfrazar de cholas, vistiendo por diversión polleras, sombreros bombín, mantas y peinadas con dos trenzas con el fin de ser populares, ser modelos o entrar a la clase política.

“Antes nunca lo hubieran hecho, lo hacen ahora porque ser chola está de moda. Esa fue mi rabia, mi cuestionamiento a esta sociedad de doble moral, racista, clasista”, continúa.

Luego de estas observaciones, Mamani decidió crear el blog Ser Chola Está de Moda, donde reflexiona sobre lo que una chola piensa y cuestiona.

“Verlas así como adornos a mí sí que me ha molestado mucho porque pienso que las cholas pensamos, que tenemos nuestra opinión sobre diferentes temáticas, solo que los medios, u otros intelectuales, nunca nos han tomado como seres pensantes”, sentenció.

Los empleadores de Mamani la hacían callar diciéndole que era una imilla bocona. Así que creó el canal en YouTube: Chola Bocona, para llegar a todos los espacios posibles con sus pensamientos.

“Creo que si no hubiera sido bocona ahorita no estaría contando esta historia, no estaría aquí, tal vez estaría como trabajadora del hogar, esclavizada”, comentó.

Utiliza este canal para criticar el oportunismo de quienes utilizan el vestirse como cholas, también a una cierta generación de intelectuales que recuden la cultura aimara a su vestimenta o a los medios de comunicación que las tratan como empleadas o como folclore y moda.

“Lo peor de todo es que las cholas que son modelos, casi todas son mujeres oportunistas que se disfrazan para la ocasión y se meten en esos espacios públicos, señoritas que le han visto el provecho a la pollera y la usan para trabajar como presentadoras de televisión, modelos, recepcionistas en instituciones públicas y privadas, bancos, etc. porque ahora ser chola está de moda, seguramente nadie usaría pollera para ir a limpiar casas o para barrer las calles o vender”.

Pero no se queda únicamente en este sector del discurso, sino que aprovecha de comentar la economía, la política, la cultura y el medioambiente que “afectan a las cholas directa o indirectamente”.

En su opinión, en Bolivia o América Latina, aún no hay un cambio de cultura o de mentalidad en relación a las asociaciones que se hacen respecto a las cholas. Pese a las leyes que castigan la discriminación, “los insultos ya no son directos, son camuflados”.

“La gente antes nos decía chola de mierda de frente, pero ahora nos dicen cholitas porque tienen miedo de ser tildados de racistas”. “Yo creo que como cholas debemos repensarnos y revalorarnos y revalorar nuestra cultura, que no tiene que ver con la cultura occidental que quieren meternos hasta por los ojos”, manifiesta.