Tanto Disney como Mattel enfrentan pasados tortuosos que persiguen a las compañías dedicadas al entretenimiento de los niños hasta hoy en día. El gigante del cine ha tenido que hacer frente a sus caricaturas racistas donde se promovía la hegemonía americana (blanca, por supuesto); Mattel en cambio, ha sido señalada como una de las principales culpables respecto a la creación e imagen estereotípica que toda mujer debería seguir.
Barbie ha sido polémica desde sus inicios convirtiéndose en un sinónimo de todo lo que está mal respecto a los cánones mencionados, y si bien ha hecho varios intentos para ser una marca más inclusiva (con muñecas de diferentes razas y contexturas), no ha sido suficiente para revitalizar un producto que ha caído en sus ventas de forma estrepitosa.
Sin embargo, y justo cuando Barbie cumple 60 años en el mercado, la marca ha querido redimirse asegurando que no quieren que “los niños no quieren juguetes dictados por las normas de género”.
Con este motivo lanzaron su primera colección de “figuras sin género” donde los propios niños pueden moldear el juguete según su propia comodidad.
“Los juguetes son un reflejo de nuestra cultura y debemos escuchar a las nuevas generaciones para ir con ellos según dictan las nuevas normas de inclusión” agregaron desde la marca.
“Nuestra esperanza es conseguir que las personas entiendan y reflexionen sobre la importancia que puede tener un juguete con el que los niños se sientan representados desde una edad temprana” finalizaron tras la presentación oficial de esta colección.
Cada muñeco cuesta alrededor de 30 dólares, equivalente a 21 mil pesos chilenos.