Grupo de whatsapp random. De familia o amistades.

Hora indeterminada.

Alguien empieza a quejarse respecto de lo aburridx que está por la cuarentena, que la ansiedad por no tener claridad sobre el presente ni menos el futuro le abruma.

Que le estresa no saber cuando termina todo esto.

Que está durmiendo mal.

 

Entonces eso es la gota que rebasa el vaso de alguien que le interrumpe el soliloquio con un:

“Por favor. No te quejes delante mío. Tu no sabes de aburrimiento, cansancio, ni menos de dormir mal. Tu no vives con un bebé-y/o-infante en la casa. ¿¡Qué sabes tu de dormir mal o de teletrabajo en condiciones adversas?!”

Silencio incómodo.

Y claro, si vives esa situación lo sabes pero si no, solo imagínate como debe ser vivir las incertidumbres y complicaciones del momento actual de pandemia y cuarentenas estando a cargo de la vida de un pequeño ser humano que no entiende nada de lo que está pasando y que además no necesariamente entiende todavía de horas de sueño y vigilia.

Así que, como servicio de utilidad pública nos contactamos con dos expertas en la materia.

Isabella Vilaza y Valentina Carvallo (abajo en las fotos) proveen un servicio de asesoría y capacitación en cómo enseñar a tus bendiciones a dormir a las horas que corresponden, llamado Niños a Dormir.

Y créeme cuando te digo que saben, tienen una certificación como “gentle sleep coach” entregado por Kim West algo así como la gurú del sueño y están especializadas para trabajar con niños entre 6 meses y 6 años.

Les preguntamos todo lo que necesitas saber para poder hacer dormir correctamente a tu bendi y de paso puedas dormir también.

Puedes ubicarlas acá en su Insta

 

¿Han aumentado las consultas de padres con problemas para hacer dormir a sus bendiciones en este contexto de cuarentenas?

Sí. El contexto de encierro ha puesto en descubierto los desafíos que los niños tienen para dormir. Al estar los padres 24/7 en la casa, se han enfrentado de forma cercana a esta realidad, y de alguna forma se han sensibilizado con el tema. El hecho de tener que permanecer aquí ha entregado las condiciones para que puedan enfrentar la situación y trabajar activamente al respecto.

Se ha hablado mucho de adultos teniendo problemas para dormir por el stress de la situación o porque se hace menos ejercicio estando todo el día en casa, etc. ¿Puede eso influir en la calidad del sueño de bebés o niños chicos y si es así, por qué?

Efectivamente. Existe un concepto llamado CORREGULACIÓN, donde existe una estrecha relación entre la capacidad de regularse emocionalmente de los padres como de los hijos. Si una mamá o papá está estresado, ansioso, poco tolerante o frustrado, los niños lo perciben y a ellos también se le eleva su nivel de ansiedad.

Como resultado, a estos niños podría costarles conciliar el sueño y a su vez necesitar de más apoyo para lograrlo.

 

¿Cuáles son las consecuencias en un entorno de encierro de tener una guagua o niño durmiendo mal?

El mal dormir de los niños es sinónimo de un mal dormir de los padres. Cuando estamos privados de sueño comenzamos a tener una serie de consecuencias a nivel físico y psicológico. Nuestro cuerpo empieza a funcionar a media máquina, tenemos mala memoria, andamos mal genio y menos tolerantes, rendimos menos en el trabajo y nuestro ánimo se ve deteriorado; lo que se traduce en menos energía y paciencia al interactuar con nuestros hijos.

Por otro lado, un niño que duerme mal, se comporta más desafiante, podría estar irritable y por ende aumenta la resistencia a dormir al liberarse hormonas relacionadas con el estrés. Como resultado, aumentan los despertares y tenemos niños evidentemente cansados.

 

La pregunta del millón: ¿Cuáles serían las recomendaciones que nos darían para ir en ayuda de las familias en cuarentena que están teniendo problemas para mantener los horarios y la calida del sueño de sus hijos?

Sabemos que navegar en esta época especial es un desafío. Se hace lo que se puede, pero dentro de este contexto hay que intentar seguir algunas directrices.

Cuidar el sueño diurno de los niños: los niños hasta los 4 años deberían dormir en el día. Es fundamental para su descanso, para enfrentar el día con energía y para cimentar las bases para una buena noche.

Rutinas: las rutinas le dan predictibilidad a los niños y por ende aumenta sus niveles de seguridad. Esto ayuda a potenciar su autorregulación y que sea más fácil conciliar el sueño y mantenerlo durante la noche. Sean consistentes con los elementos de sus rutinas. No es necesario horarios rígidos, pero si que los elementos se repitan todos los días en el mismo orden.

Una hora de acostar coherente con la secreción de Melatonina en los niños. Este peak de hormona se da entre las 18:00 y 20:00 hrs, por lo tanto los niños no deberían pasar despiertos de las 20:00 hrs. Este punto es esencial para disminuir los despertares nocturnos productos del sobrecansancio.

Potenciar la autorregulación en los niños.

Brindar la contención necesaria, pero todos los días evaluar si es posible un mayor grado de independencia en el dormir.

Intentar eliminar las muletillas nocturnas.

Las muletillas son asociaciones al momento de dormir, donde los niños dependen de estas para poder conciliar el sueño y para retomar el dormir en los despertares. (leche, brazos, mecer, cariños etc).

Mientras estos estén presentes a la hora de dormir, lo más probable es que existan despertares en la noche, porque los niños buscan ese último recuerdo o elemento que tuvieron al momento de conciliar el sueño.