por Sebastián Herrera
Hay una generación de músicos y productores que nos hacen preguntarnos por qué la escena electrónica nacional no tiene aún más visibilidad. El riesgo, experimentación y creatividad con el que trabajan dan muestra de la conciencia estética y artística con la que se sumergen en ejercicios de resignificación de estilos y nuevas lecturas sonoras.
3095, de Bvha, EP lanzado, hace algunos meses atrás, por el sello nacional Magia Blanca, son una muestra de esto: techno e IDM hecho en Chile, en una versión oscura, introvertida, punk y fulminante.
El dúo compuesto por Palta Mango y Plinio Verna, sacó bajo la manga este as, que mezcla sonidos cósmicos, sicodélicos y experimentales. La cultura de baile y el underground puestas al servicio de la experimentación; beats reiterativos, sobre paisajes psicodélicos, que nos permiten entrar en trances, que van directo al cosmos.
El disco, lanzado durante octubre del 2019, en pleno estallido social, da cuenta, además, de otra explosión: una escena local con una capacidad de producción y voracidad que parece jamás aquietarse y, en este trabajo, encontramos la confirmación de esto: profundidades atmosféricas, quiebres, detalles y selecciones sonoras mínimas, que nos conducen a ritmos llenos de misticismo y baile.
Una deuda pendiente que merecía ser saldada: reseñar estos 4 tracks que vienen a ser representativos del trabajo que productores, artistas y músicos locales, se encuentran realizando para dar luminiscencias en un Chile a oscuras.
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