Paula Baeza Pailamilla, Felipe Rivas San Martín, Wilkellys Pirela y Cheril Linett son algunos de los que aparecen en este primer número. La publicación es de carácter gratuito y está disponible para el público lector en formato físico y digital.

Hace pocos días se lanzó de manera virtual MARGINAL, una nueva revista de arte contemporáneo cuyo foco está puesto sobre artistas que desarrollen, a través de su obra, discursos alternativos acerca de sus grupos identitarios o bien aborden temáticas que históricamente han sido desplazadas y que usualmente no tienen espacios en los medios tradicionales.

El director de la revista, Sebastián Marchant-Savignones, explica que “el nombre emerge ante la idea de que existen conceptos de los cuales une puede apropiarse, y que usualmente se han utilizado de manera despectiva para referirse a grupos identitarios que se encuentran al margen de la norma, como en el caso LGBTIQA+ hablar de colas o maricas y que ahora son términos para autodenominarnes a nosotres mismes”.

En esa línea, este primer número recoge y profundiza en el trabajo de diez artistas que habitan en Chile. Paula Baeza Pailamilla y Sebastián Calfuqueo, cada uno con su punto de vista, desarticulan los estereotipos en torno al pueblo mapuche y hablan de la diáspora a través de la performance; mediante intervenciones espaciales, Wilkellys Pirela se pregunta cuál es la relación que hay entre el hogar, la casa y el territorio; mientras que Astrid González aborda las distintas y camufladas expresiones del racismo y Máximo Corvalán-Pincheira trabaja sobre la migración y la memoria a través de instalaciones.

Por su parte, Felipe Rivas San Martín hace cruces entre las tecnologías y las expresiones de la disidencia sexual; Paula López-Droguett expone fotográficamente, a través de su propia vivencia, las luces y sombras de la maternidad; la performance de Cheril Linett es un desacato rebelde contra la iglesia, Carabineros y el Estado; las pinturas e intervenciones de Enrique Flores analizan la sociedad chilena desde el imaginario popular y las fotos de Carla Yovanne visibilizan la prostitución masculina del centro de Santiago.

En el prólogo, la historiadora del arte y curadora feminista Mariairis Flores indica que “las páginas de la revista están cargadas de presente”, agregando que “es posible encontrar en estos relatos articulados desde diferentes márgenes, la capacidad de construir una escena y entablar una conexión con otrxs, mismo impulso que promueve este proyecto y que, a mi juicio, consigue imaginar una comunidad (aunque sea editorial)”.

La revista es de carácter bianual y de distribución gratuita. Actualmente está disponible en algunos espacios y centros culturales de Santiago que están abiertos al público, tales como Galería Metropolitana en Pedro Aguirre Cerda, Galería Casa Amalia en Independencia, Librería Catalonia en Providencia, Factoría Santa Rosa en el Persa Biobío y en Sagrada Mercancía, Galería Flach y Librería Proyección en Santiago Centro.