Para nadie es un misterio que la mente es enigmática. Y dentro de eso, la academia nos dice que muchos de nuestros recuerdos, en realidad serían producto de la imaginación y no hechos reales. ¿Pero es posible, por ejemplo, hacer que nuestra mente olvide lo que ya no queremos recordar? Esta capacidad sería un descubrimiento que cambiaría todo. Sigue leyendo.
¿Recuerdas algo de tu vida antes de cumplir 3 años? Si tu respuesta es sí, es muy probable que sea producto de tu imaginación. El dicho ‘La memoria es frágil’ es real. Y para Manuel Martín-Loeches, catedrático de Psicobiología y profesor y coordinador de la sección de Neurociencia Cognitiva de la Universidad Complutense de Madrid, también es muy falsa y maleable.
Antes de cumplir tres años tu cerebro aún sigue desarrollándose y el hipocampo no es capaz de almacenar tus vivencias. Desde el momento en que tu cabeza se transforma en una máquina de memorias podrías estar creando recuerdos falsos y adaptándolos según tus nuevas experiencias. “Cada vez que recordamos algo, lo reconstruimos. Y esa reconstrucción es como hacer un puzle: te equivocas y puedes meter piezas que no son”, explicó Martín-Loeches en el programa español Cuarto Milenio.
Lo mismo pasa incluso con los momentos que compartiste con tus personas queridas y que más atesoras. Si empiezas a conocer más o tienes distintas experiencias con ellas, es probable que tus recuerdos sumen detalles y hechos que no sucedieron, pero que relacionas con estos individuos. “Tu cerebro se va encargando todo el tiempo de que tu recuerdo sea coherente con la nueva información que recibe. La memoria es plástica porque se almacena en un medio plástico, el cerebro, y siempre antepondrá la coherencia a la veracidad”, contó a La Vanguardia el autor de El libro que tu cerebro no quiere leer, David del Rosario.
Además del trabajo que hace nuestro propio cerebro para adaptar nuestra memoria, existen otras formas de alterar e incluso borrar los recuerdos. Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid, la Universidad Complutense de Madrid, la Fundación Reina Sofía-CIEN, la Universidad de Nueva York y la Radboud University Medical Centre de Nijmegen (Países Bajos) lo han demostrado. En una publicación de la revista Science Advances explicaron que aplicando anestésico previo a recordar un momento desagradable, se puede borrar la memoria. Esta metodología podría ayudar a personas que viven con estrés postraumático.
Para saber más: Te contamos por qué estamos teniendo más pesadillas en pandemia
Siguiendo la misma línea, el cerebro es capaz de adaptarse de distintas maneras cuando se enfrenta a situaciones de amenaza. Para Mireia Darder, psicóloga y autora del libro La sociedad del abuso, existen tres niveles. “Ante una amenaza, lo primero que hacemos los mamíferos es recurrir a la interacción social, es decir, cuando hay peligro buscamos el apoyo, la ayuda y la protección de nuestros semejantes. Pero si el peligro persiste y la amenaza es más grave, nuestro cerebro activa mecanismos de lucha-huida y nos enfrentamos a nuestro atacante o nos refugiamos en algún lugar seguro. Sin embargo, si eso falla, nos colapsamos, el organismo se preserva, bloqueándose, gastando el mínimo de energía posible para mantener la supervivencia”, detalló.
Para la psicóloga la mejor manera de integrar esta experiencia de forma sana es procesándola para darle un significado. Sin embargo, advirtió que podría ser conveniente borrar el recuerdo si los episodios traumáticos aparecen en forma de flashback.
Pareciera que la memoria está diseñada para controlar nuestras vidas, pero no es así. Para el autor de El libro que tu cerebro no quiere leer, es importante no darle tanto poder a los recuerdos. “Lo hacemos porque tenemos miedo de la vida y por eso tratamos de anticiparnos. El cerebro superviviente trata todo el tiempo de anticiparse a las situaciones, es cierto, pero no lo hace porque piensa que el futuro es cruel. Lo hace por una cuestión de ahorro energético”, dijo.
Para él esto va más allá de borrar momentos malos, sino que replantearse la capacidad de dirigir tu propia vida y, si vives con recuerdos desagradables recurrentes recomienda que busques a un especialista.