Se creía que era su fin, pero no. Se ha vuelto una tendencia entre adolescentes y los números, al menos en Reino Unido, los avalan: pasaron de 400 millones de unidades vendidas, a mil millones sólo en un año ¿Será hora de volver a jugar cobra?
La BBC cita en un artículo a Robin West, un adolescente de 17 años que no tiene un teléfono inteligente. Y que, en lugar de hacer scroll por aplicaciones como TikTok o Instagram durante el día, esta joven utiliza el llamado “teléfono tonto”.
Son teléfonos básicos, con una funcionalidad muy limitada en comparación con un iPhone o cualquiera de los teléfonos más populares del mercado. Y por lo general, solo pueden hacer y recibir llamadas y enviar mensajes de texto.
“No me di cuenta de cuánto se apoderaba de mi vida el teléfono inteligente hasta que compré un ladrillo”, asegura el menor. “Tenía muchas aplicaciones de redes sociales y no trabajaba tanto porque siempre estaba en el teléfono”.
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Los ladrillos, como se conocen popularmente, estarían de vuelta. Según el sitio, los “teléfonos tontos” están viviendo un renacimiento. Las búsquedas en Google sobre estos aparatos subieron un 89% entre 2018 y 2021. Y aunque las cifras de ventas son difíciles de obtener, un informe señala que las compras globales de “teléfonos tontos” debieron alcanzar los mil millones de unidades el año pasado, frente a los 400 millones de 2019.
¿Llegó el momento de renunciar a los teléfonos inteligentes o es sólo una tendencia pasajera?