Håcan es algo así como el dueño de Estocolmo. Se conoce de memoria todos los locales buenos, sabe qué música suena, dónde, cuándo. Sabe quiénes son las personas cool, con quienes puedes hacer buen networking y quienes tienen un futuro brillante por delante. Håcan ha trabajado en H&M incluso más años que los que yo tengo de vida y ha encontrado que trabajar en el departamento de PR es lo mejor que puede hacer por si mismo.
Como podrás imaginar, el trabajo de Håcan es una lata.
Una lata tener que ver todos los eventos de la marca en el mundo, una lata lidiar con “estos raritos denominados trendsetters“, una lata tener que contar historias sobre Lana del Rey para H&M o esas cosas. De hecho, puedes ver lo aburrida que es la vida de Håcan y Emelie, su mano derecha en Instagram.
Les cuento tanto sobre este amigo, porque él representa bastante bien lo que significa trabajar en H&M.
Como les decía en mi post anterior, la clave de H&M para trabajar allí, es que tengas una personalidad moldeable y de ser así, basta con que seas un vendedor (como lo era Emelie) para que ya seas parte de un círculo gigantesco donde nunca sabes dónde puedas llegar, salvo tus ganas de pasar al siguiente nivel.
En H&M no les sirve ni importa que quieras ser el diseñador o diseñadora de moda número uno, pues debes trabajar para una gran inteligencia colectiva que significa el equipo de diseño completo. Cada colección no es el resultado de ideas individuales, es más bien el hijo de muchísimas personas imaginando y definiendo cada detalle.
De hecho, por ejemplo, uno de los temas importantes en su departamento creativo (White room) es su banco de colores, donde grupalmente definen la paleta con la que puedes trabajar durante un año. Esto, por temas de tendencias y costos de producción.
Esta funciona como una especie de biblioteca, donde vas, sacas un color, lo dejas registrado para luego devolverlo, y luego vas a tu espacio de trabajo a investigarlo, testear materiales y crear patrones que permiten evaluar qué tan factible o costosos es producir y vender algo.
Las colecciones de H&M se definen de manera anual, a diferencia de Zara donde cada dos semanas debes inventar algo, que a su vez debe responder a tendencias presentadas en pasarela junto con tendencias de la calle. H&M propone cosas y respecto al feedback de una colección general es que se van construyendo nuevas iteraciones. “Si lanzamos una colección y la gente prefirió nuestros jerseys color esmeralda, no significa que produciremos ese mismo jersey en grandes cantidades, más bien significa que debemos generar más ropa con esos colores o explorar el diseño del jersey que funcionó tan bien“. “Al final del día son nuestros clientes quienes deciden” nos dice Petra Lundgren desde el Whiteroom.
La inspiración en H&M obviamente existe. Una biblioteca repleta de libros de todas partes del mundo (y que me recordó lo estúpido que fui, pues por cortesía quería llevar un libro full color sobre la cultura mapuche, pero luego pensé que sería un cliché) y los grandes viáticos que reciben sus diseñadores para viajar a lugares clave, así lo indican. Su inspiración eso si viene desde cosas, comportamientos, culturas y fijaciones personales, para de ese modo proponer y más tarde iterar sobre esas creaciones.
Para María, una chilena nacida y criada en Estocolmo, pero que para anécdota nuestra hablaba como mexicana, nadie le viene con mentiras respecto al trabajo en la marca sueca.
María dependiendo de sus labores del día, decide si quiere entrar a las 7:30 a trabajar (algo más natural de lo que imaginas en Estocolmo), para hacer así recibir la ropa nueva y acomodarla y de ese modo quedar libre a las 12:30 del día o entrar casi al medio día para quedarse así hasta la hora de cierre. Lo primero con lo que te topas durante la mañana, es con su reunión estratégica donde definen qué hay que hacer para cumplir sus objetivos como tienda (He sabido de retails en Chile donde podrías pegarte con una piedra en el pecho si es que tu jefe te saluda). María ha pasado por todos los corners de H&M y a pesar de que el corner con ropa-siempre-nueva le encanta, su línea preferida es Divided por ende suele arreglárselas para atender a las chicas que caen por ahí. Ella también nos cuenta y enseña el rincón oculto donde siempre puedes encontrar ropa a precios muy muy baratos…algo así como 100 coronas suecas que equivalen a 7 mil pesos chilenos. Toda una ganga.
H&M en Chile, en primer lugar, llegará de manera directa. Esto se traduce en dos beneficios para el cliente final; se mantiene la esencia de marca y no hay intermediarios que necesiten rentabilizar una franquicia, por ende los precios son exactamente iguales. Suena raro decirlo, pero H&M tiene ropa con diseños que fácilmente puedes ver en los retails más caros del país, pero a precios que parecen sacados de la polar, y esto no lo digo en tono irónico o burlesco. Hablamos de poleras a 6 mil, 8 mil pesos. Chaquetas de hombre que normalmente salen por 70 u 80, a poco menos de 40 y así sucesivamente. La marca tiene pensado tener siempre las últimas colecciones y cápsulas que se estén mostrando en el mundo, de manera paralela en nuestro país, además de tener siempre la ropa básica de temporada. Asimismo, todas sus líneas de ropa estarán presente en nuestro país, desde los básicos hasta las más trendy, y que son las que me gustarían a mi según me comentó Catarina Midby, mientras la escuchaba con un New Era floreado en pleno invierno, gentileza de WeSC.
Al hablar de que H&M mantiene su esencia, me refiero a que la dinámica de trabajo será exactamente la misma, y quienes ya hayan entrado a trabajar allí podrán haberlo notado. No en cualquier parte mandan a un simple vendedor a capacitarse a Portugal, España o Suecia, en caso de que domines en inglés.
Y por último, nos queda hablar de la ropa, a modo de conclusión.
H&M, si, efectivamente es barato, muy barato. La ropa es muy cool, su fabricación es mucho mejor que la de Zara (donde las hilachas y cierres mal cosidos están a la orden del día)…de hecho es igual a la de Topshop/Topman. Su único gran pero tiene que ver con el calce de las tallas. Debes averiguar cuál es tu talla en distintas líneas de ropa, primero averiguando cual es el tipo de corte (El famoso fit por el que se quejaba Estela) probándolas y seleccionando.
Eso es todo, y bueno, nos vemos en la fila el próximo 23 de marzo.
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