Bajo el argumento del empoderamiento femenino y la liberación sexual, desde la década de los 50’ que la revista Playboy se convirtió en todo un referente editorial. Sin embargo, tras casi cinco años de la muerte de su fundador, un documental de A&E revelará un historial de maltrato, abuso y depredación sexual en la mansión donde vivía Hefner.

“Estaban destruyendo a la gente, y solo había ciertas personas que la estaban pasando muy bien, mientras que otras estaban siendo tratadas como animales”. 

Cuando la directora de cine Alexandra Dean comenzó a hacer un documental sobre la revista Playboy, tenía como objetivo contar la historia tras todo su legado cultural, sin embargo se encontró con un escenario terrible de abusos. La estadounidense entrevistó a más de 100 personas, en su mayoría mujeres, que estuvieron conectadas al verdadero imperio en que se convirtió la revista desde su primera aparición en 1953, y que convirtió el desnudo femenino en un verdadero objeto de consumo para los medios. 

Secretos de Playboy es la nueva docuserie de 10 capítulos que produjo para A&E y que develará un mundo lleno de depredación sexual, tráfico y abuso de mujeres. “Cuando comencé a hacer llamadas telefónicas durante la pandemia a principios de 2020, estaba completamente impresionada por las historias que me contaron. En todos estos años, yo ni me había imaginado que había otras cosas que estaban ocurriendo. Fue una reeducación”, dijo Dean en entrevista con Infobae. 

La serie, a través de imágenes de archivos y entrevistas exclusivas, pone el foco en el sufrimiento por el que pasaron muchas de las mujeres que vivieron en la Mansión de Playboy, donde también residía su fundador, Hugh Hefner, quién falleció en septiembre de 2017. 

Una de las protagonistas es Miki García, quien a pesar de crecer en un entorno conservador y católico, se convirtió en Playmate y pasó a ser directora de Playmate Promotions entre 1973 y 1982. Hoy, dice que “Playboy era como una secta”. 

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En uno de los eventos promocionales de la revista, García fue violada por un famoso actor, y decidió no denunciarlo por las presiones que tendría. “Él regresaría con sus abogados y mentiría. Si le decía a Playboy muy posiblemente no me seguirían contratando en las promociones de Playmate y estaba ganando muy buen dinero. Tenía un buen futuro por delante”, dijo.

Ejerciendo su cargo directivo, se convirtió en una gran confidente de todas las modelos, por lo que tenía acceso a mucha información sobre lo que sucedía al interior de la casa gigante. “Comenzaba a notar que algunas de las mujeres no se veían tan bien como deberían y eso se debía a que tomaban drogas. ¿Y de dónde sacaban las drogas? Bueno, de la Mansión de Playboy. Traté de ayudarlas pero Hefner intervenía”, relata. El magnate se encargó personalmente de silenciarla, incluso en 1985 cuando denunció el abuso que cometía. 

“Me silenció dentro del mundo Playboy. De hecho, yo testifiqué contra él con un fiscal sobre pornografía. Me presenté frente a un panel y les conté exactamente qué era lo que pasaba con las mujeres, y todos los comportamientos sexuales incorrectos y el abuso. Fui censurada y silenciada a lo largo de los años. Él tenía control de los medios de la industria editorial. Ha habido algunos libros, pero no uno como el que yo hubiera escrito, porque saldría de mi corazón, de documentos y evidencia real. Y ese es el mayor temor que Hefner tenía conmigo. Tenía pánico de que yo contara todo lo que sabía”.

Toda esa información de abusos, drogas y maltratos que se escondió tras la fachada de la libertad sexual y el empoderamiento femenino, hoy se podrá conocer a través de los testimonios en primera persona. Y Dean señala la razón de porque recién será posible. 

“¿Por qué se nos permite hablar de esto ahora? La respuesta simple es que Hugh Hefner está muerto”.