Hablamos con Francisco Papas Fritas y un psiquiatra sobre agorafobia (el terror a salir de la casa)

Según la OMS, alrededor de un millón de personas han sido diagnosticadas con ansiedad en Chile, y la agorafobia es una manifestación de la ansiedad aguda. 

La primera crisis de pánico que recuerdo fue justo el día después de dar la PSU, en 2012. O al menos así lo confirmaron los doctores cuando llegué a la clínica pensando que se trataba de algo relacionado con un problema al corazón por el dolor punzante en el pecho que sentí durante esos minutos.

El problema no se detuvo ahí y los episodios volvieron con más intensidad. Llegó un momento en que se repetían varias veces al día.

Simplemente me sumé al millón de personas que sufren ansiedad clínica en nuestro país, según el último informe sobre Salud Mental entregado por la OMS (diciembre 2016). Esto equivale al 6,5% de la población chilena, sin tomar en cuenta a aquellos que nunca han acudido a un especialista para dejar un registro de su situación.

Parece normal que ante la falta de aire y la sensación de perder la cabeza se desarrolle un miedo a salir de nuestra zona de confort, como muchas veces lo es nuestra casa. Por esta razón, muchas personas que han sufrido crisis de pánico terminan por desarrollar agorafobia: un miedo incontrolable a los espacios abiertos que inhabilita a quien lo sufre de realizar sus tareas cotidianas, como ir al trabajo o asistir a la universidad.

La agorafobia te encierra, literalmente. Sientes la comodidad de un espacio familiar donde controlas tu día a día sin ningún tipo de inconvenientes. La mente de una persona que sufre de ansiedad funciona siempre esperando lo peor y el mundo exterior está repleto de complicaciones.

Un caso específico es el del artista visual Francisco Papas Fritas, que ha realizado diversas intervenciones de carácter político (como quemar 500 millones de dólares en pagarés de alumnos de la U. del Mar), pero es reacio a hablar en entrevistas o en público.

Papas Fritas sufre de crisis de pánico y agorafobia. Recibe a su psicólogo y psiquiatra en su casa, la cual llama “Papaslandia”. También deben llegar al lugar aquellos que están interesados en comprar su obra. El artista nunca habla sobre sus problemas de ansiedad, citándolo como “el terreno más recodo de mi cuerpo”.

“Tengo agorafobia desde hace 7 años y paso por periodos intercalados. Hay momentos donde logro salir de mi casa y otros no”, nos contó. “Estos periodos vienen intercalados con crisis de pánico y para tratarlos hago sicoterapia. Respecto a las terapias alternativas, creo que son buenas, pero en toda terapia hay que poner un porcentaje alto de voluntad del paciente. Toda terapia es útil si es que se confía en ellas”.

Luego pidió dar término, amable pero abruptamente, a la entrevista

El psiquiatra Juan Torrealba nos explicó que el problema es justamente ese: Nadie que sufre de ansiedad confía lo suficiente en las terapias como para continuar con ellas a largo plazo. La mayoría los pacientes que se tratan por ansiedad abandonan antes de cumplir un año y el 90% vuelve a sufrir crisis de pánico o agorafobia.

“La agorafobia es un problema anexo a la crisis de pánico, es una patología crónica, sin tantos síntomas pero de mayor duración entre aquellos que la padecen. Es inhabilitante pero no riesgosa. Simplemente una manifestación más de la ansiedad aguda”, explicó el especialista.

Tampoco existen tratamientos o estudios específicos para combatir la agorafobia. No es una patología que muestre síntomas interesantes para la opinión pública, como si lo son los trastornos obsesivos-compulsivos (TOC) o los trastornos de comportamiento, como aquellas personas que sufren de Síndrome de Diógenes o acumuladores extremos, que hasta series de televisión tienen. Tan solo es el miedo a lo inevitable: convivir con el mundo.

La agorafobia es sin duda una patología que hace vivir de forma atípica a aquellos que la padecen en un mundo que vive a una velocidad sin precedentes. La inmediatez se ha convertido en una regla primordial en una sociedad cuyas exigencias cambian de forma punzante, dejándonos sin poder asimilar tantos cambios en tan poco tiempo.

“I read the news today
And everything they say
Just makes me want to stay inside and wait
But the better part of me knows
That waiting in the throws
Is on a par with reading while my eyes are closed”

Incubus – Agoraphobic

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