La historia de Bastian Demonte —Four Twenty, o el 4:20, como digas tú— es la de un niño de provincia que creció escuchando a Pablo Chill-E y Lil Baby.

por Ignacio Molina aka Nacholaflame autor de “Historia del trap en Chile”

Las fotos son de Laura Rodriguez 

Un joven que una noche se envalentonó y le contó a su hermano que fristaleaba escondido y que quería ser cantante.

Han pasado poco más de dos años de eso y Bastian está logrando su sueño: Polimá y Julianno Sosa, quienes han puesto en valor su música, se montaron en el remix de uno de sus temas: “Dile, dile”.

En la siguiente entrevista aK revela cómo se dio esa conexión con dos de los ShishiGang más pegados y también recuerda otros momentos claves de su carrera.

Lo que te caracteriza —y que quienes te escuchan destacan en los comentarios de tus videos — es el flow. ¿Cómo lo fuiste desarrollando? ¿Te pegabas tus freestyle de chico?

Yo fristaleaba, pero en la pieza, con miedo, con vergüenza de que me escuchara la gente, de salir a la luz. Y después de que empecé a improvisar, a darle, nunca me metí a las batallas.

Pero una vez batallé en el liceo y gané. Por la alianza, lo hice por la alianza. Me dijeron: “Oye, vos rapeái, vos dale. Súbete, súbete”. Y yo dije: “Ya, pos, hermano. Vamos a darle”. Me subí y, gracias a dios, ganamos. Fue en segundo medio. Era mi primer escenario.

Me gustaba escuchar las pistas de los temas que ya estaban y tratar de sacar el flow, pero con mi letra. Y ahí empecé a meterle de a poco. Y después dije: “¿Por qué intentar con un flow diferente si yo tengo el mío y mi flow puedo variarlo?”. Entonces lo pesqué y dije: “Es momento de hacerlo”. Lo hice y aquí estamos.

¿Rapeabas despacio para que no te escuchara tu familia?

Sí, me gustaba hacerlo con audífonos, ponerme a escribir en el computador, y lo rapeaba aquí (en la mente). Escribía y decía: “Este tema está bueno”. Nunca me gustó salir a la luz. Nunca me dio por salir a la luz así por querer mostrarme.

Después de que los cabros me escucharon, y yo estaba en la pieza con todos los chiquillos, porque nos juntábamos a tomarnos algo, a compartir, me decían: “Oye, Demonte, rapéale, hácele algo”.

Y yo me ponía una pista cualquiera, un trap type beat, y lo pescaba. Y los cabros me decían: “Oye, Bastian, le estái metiendo harto. ¿Por qué no soltái un tema?”.

Y una vez —esto fue cuando me motivé a soltar un tema— llegué a la casa medio pasao de copas, así como con un poquito de trago encima. Y fui pa’ donde mi hermano y le dije: “Oye, sabís que me gusta fristalear”. Y me dijo: “A ver, muéstrame”.

Fui pa’ atrás, llevé el equipo, pa’ un cuarto que tenemos en el patio, donde tenemos el taller y todo, lo llevé pa’ allá y le dije: “Escúchame”. Me dijo: “Oooh, deberíai sacar un tema, Bastian”. Me motivó, pagué un estudio, y grabé “Modo Aladdín” [julio de 2018].

Ese tema pegó primero en Argentina, lo empezaron a escuchar harto, bastante, como los trap allá gustaban. Y decían: “Qué crack, amigo, que buenardo que sos”, y cosas así. Y de ahí que me motivé.

¿Cómo fue que pegó primero allá?

No recuerdo el nombre exacto de la persona que hacía videos de juegos, de Fortnite, pero como que hacía las mejores partes, unos highlight, y al final de cada video ponía mi tema, como quince segundos. Y de ahí me empezaron a conocer los argentinos, porque él tenía treinta mil vistas, cuarenta mil visitas, y de esas le preguntaban: “Oye, ¿de quién es ese tema?”. Y le ponían: “aK4:20”.

Ahí iban a visitarme [al canal en YouTube]. Yo no me recuerdo exactamente el nombre, pero le agradezco mucho a esa persona porque me dio a conocer más en Argentina.

Ya han pasado casi dos años. ¿Qué estabas escuchando en esa época?

Siempre me gustó Lil Baby cuando después escuché el freestyle del Pablo, el spanish versión [“Flow Lebron”], yo quedé loco. Dije: “El Pablo tiene el flow que sacan los norteamericanos. Si él lo puede hacer, ¿por qué no lo puedo hacer yo?”. Y me la busqué, escuché a Lil Baby.

Primero me gustaba el trap como pesado, el “Gucci gang” y “D Rose” y “Molly”, esos temas [todos de Lil Pump]. No voy a cuentear, yo me enfoqué en la música cuando se empezaron a cuentear con el trap de Lil Pump, pa qué voy a mentir.

Pablo es uno de los cantantes que te ha apoyado. ¿Cómo se conocieron?

Fui a ver al Pablo en un escenario que era el Brick Trap Fest n Talca. Lo fui a ver desde el público. En ese evento sonó un tema mío que se llama “Sin timidez” [con Marcianeke].

Sonó, el dj lo puso y paró la parte justo cuando venía el coro. Y todo el público, todo el público lo cantó. Yo quedé así como cuático.

Tres o cuatro meses después se me dio la oportunidad de compartir escenario con él. Pablo cantó en ese mismo escenario, andaba con la mamá y yo quedé loco porque andaba con los ShishiGang. Y los ShiShigang eran como quince personas y entraron todos, los quince, y después llegó él y la mamá. Y le tenían asiento aparte y todo.

Me acuerdo que nos paramos todos de los asientos, para que la mamá se sentara, y el Pablo dijo: “No, hermano, quédense aquí nomás, quédense tranquilos, siéntanse cómodos”. Y yo con mi manager, el R1 [Maximiliano Demonte], dijimos: el Pablo es real, real humilde, es como muy sangre, mucha lealtad“.

Yo quedé loco. Imagínate que llegue un artista gigante, que tú conocís, que tú lo veís en la tele, y tú estís sentado y te parís pa’ cederle tu asiento y te diga: “No, hermano, siéntate nomás, quédate aquí”. Después compartimos unos caños, toda la cuestión.

¿En ese tiempo ya tenías “Ella se arrebata” o “Dile, dile”?

No, en ese tiempo “Sin timidez” era el único tema que me coreaban. Porque uno dice: “El tema que cantan no es sólo mío, es con otra persona”. Entonces como que no me sentía conforme.

Yo soñaba con llegar a un escenario, salir al show y que todos cantaran un tema. Pero que sea mío, hecho por mí. No que sea un feat con alguien. Después empecé a sacar mis temas y los coreaban.

La primera vez que yo fui a ver al Pablo vi como toda la gente era un mar de gente saltando. Yo quería lograr eso.

Y mi primer show en que lo logré fue en Quilpué, antes que empezara el coronavirus, como cinco días antes.

Y el coronavirus empezó en Talca.

La media volá, me siento culpable, jajaja.

En un momento aparece seguido esta trilogía de temas: “Tripi don’t piki” [junio de 2019], “Ella se arrebata” [agosto de 2019] y “Dile dile” [octubre de 2019]. ¿Qué pasa ahí, a nivel creativo, que sacaste estos tres temas que se pegaron uno tras otro?

Yo creo que fue que solo me encerré mucho en querer hacer música.

Y yo creo en eso de que entre más entrenái, más arriba vay a llegar. Es como ser un sensei. Más técnicas vay a sacar, más trucos vay a tener, más as bajo la manga vay a tener. Entre más tú te pulís, mucho mejor vay a ser. Y yo creo que escribí tanto, me la pulí tanto, que dije: “Estos temas son los que son”.

Imagínate yo en el “Tripi don’t piki” grabé ese video y, por cosas de la vida, ahora todos los que aparecen en ese video, ninguno es mi amigo. Todos me traicionaron en algún momento. Yo tuve un drama y me dejaron botao, peleando contra cinco personas. Y todos, incluyendo mi corista que estaba ahí, me dejaron botado.

Te hicieron la talquina

¿Ah?

Es un dicho. Que te hagan la talquina es que te traicionen. Otra cosa sobre Talca: el video “Tripi don’t piki” está grabado afuera del Taipei, un restaurante icónico del centro de esa ciudad.

¡Sí, po! Pa’ eso video pedí permiso. Llegué a hablar con la jefa y le dije si podía salir del Taipei, bajar de las escaleras, salir pa’ afuera y empezar a cantar. Pa’ que se viera que venía saliendo de algo bacán, en ese tiempo. Y me dijo: “Ningún problema. Vaya nomás, hágalo”. Y nos ganamos ahí afuera, en plena [calle] Dos Sur, donde es el centro de Talca.

Nos ubicamos ahí y no pusimos a grabar y salió.

Yo quería, que cacharan que soy de Talca, que soy de acá. Yo con el Lampi, el día que lo grabamos en el estudio, me demoré súper poco. Y el Lampi me dijo: “Este tema se va a pegar en el millón. Este tema es el que es”. Y yo ahí quedé loco, loco, loco.

A Lampi le gusta trabajar duro, le gusta encerrarse y grabar harto. Y yo llegué con la misma, con el mismo énfasis de querer grabar harto, de querer hacer música. Porque yo no quería quedarme en el hoyo. Yo tengo el mismo sueño que todos los artistas, sacar a su familia de aquí abajo, llevarla pa’ arriba. Y el Lampi estaba en la misma. Y ahí nos enfocamos los dos y dijimos: es momento de hacerlo.

https://www.youtube.com/watch?v=KRBucR5r5Dk

Luego de sacar el remix de “Dile, dile”, con Polimá y Julianno, este año, fuiste certificado por parte de dos artistas chilenos que están pegados. ¿Cómo se dio eso?

A los artistas con los que tú me veís ahora, que estoy hablando y todo, yo los veía en la tele. ¿Tú sabís que es llegar y ahora tenerlos al lado? Hablar con el Pablito y que el Pablito me responda los mensajes, que el Juli me responda, que sea como hermano mío. Porque el Juli fue el primero habló conmigo del género.

Cuando yo llegué a grabar allá [a Nueva York, para firmar con un manager] me dio la mano y me dio un abrazo. Y me dijo: “Menos mal, huacho culiao, estamos aquí”. Yo quedé así… Y dije: “Ah, hermano, medio corte y la cuestión”. Y allá imagínate llegar al estudio y que esté el Pablo, el Juli, el Keylon… Free Keylon, a todo esto. Y fue una locura, un sueño cumplido.

Además de los números, tal como el Julianno, tienes seguidores que te quieren, que te tiran la buena. ¿Cómo ha sido para ti recibir desde el principio ese apoyo y cariño?

Ojalá pudiera responder todos los mensajes que tengo, ojalá. Pero yo me siento feliz. De repente hasta cuando uno está triste, pá, se mete a las solicitudes de mensajes, empieza a leer mensajes y te llenái desde el cincuenta por ciento de lo bien que estabai al cien. Llegái al tiro por todos los mensajes que te dan, te dicen que los hacís felices.

Que con un saludo tú sabís que si le mandái un saludo a un niño, ese niño va a ser poco feliz. Vay hacerlo feliz todo un año. Hasta que crezca y después diga: “Un saludo no es tanto”. Pero en ese momento va a ser súper feliz, me entendís, porque fue su artista del momento que lo saludo.

Y puede que ese niño después sea un cantante.

Eso me gusta a mí, porque hay hartos niños que quieren cantar.

Este año sacaste tu primer EP, homónimo. Lo sacaste el 20 de abril, para el 4:20.

Con mi hermano hace un año veníamos diciendo que el 4/20 [4 de abril] tenía que salir un ep o algo que marcara la diferencia. El Maxi, mi hermano, me dijo que si me la podía. Entonces me encerré en la pieza.

Por eso en “En la recta” hay una parte que dice: “Anteanoche me desvelé escribiendo mis putas letras en los papeles”, porque dos días antes me había desvelado escribiendo mis letras pa’ que ese ep saliera. Lo hicimos y yo que marcó la diferencia.

Yo feliz con lo que logramos, estamos felices, porque somos de Talca, y Talca igual es chico. Entonces yo decía: “Cuando mi tema tenga 223.000 vistas, yo voy a ser feliz”, porque en Talca hay 223.000 personas. Y cuando empiezo a ver que tenían cuatrocientos mil, medio millón, un millón y al día de hoy tienen tres millones y algo, uno se siente orgullo. Soy terrible orgulloso de lo que tengo, de lo que llevo. Y poco a poco se van cumpliendo más cosas y más metas. Todo es tiempo al tiempo.

Oye, 4:20, ¿cuánto fumái al día?

¿No sé? Diez, quince gramos con mi gente.

¿Y cuántos gramos le ponís a los blones?

Blones de dos gramos, blones de gramo y medio. Tra, tra-tra-trabajamo’ como haitiano’ / No me tomo vacacione’ / Fumo como jamaicano / Gramo y medio en to’ mis blones.