Con la llegada de la película Dragon Ball Super: Super Hero –última de la saga– también se celebran 30 años desde que Akira Toriyama creó los personajes e historias, hasta el punto en que muchos lo ven como el responsable de popularizar este formato en Occidente.

Antes del fenómeno de Shingeki no Kyojin o Jujutsu Kaisen, el primer manga y animé shōnen –género que busca atraer, principalmente, a una audiencia masculina y joven– que marcó a toda una generación en Occidente, estuvo Dragon Ball. La historia de Son Goku y su búsqueda por las esferas del dragón sigue vigente hasta hoy en día, pero su creador, Akira Toriyama, caminó una dispar ruta antes de llegar al éxito.

El japonés nació en la ciudad de Kiyosu en 1955 y desde pequeño estuvo interesado en dibujar, sobre todo mangas, que presentaba a sus compañeros de colegio: “En la primaria, todos estábamos dibujando mangas o personajes animados y mostrándolos entre nosotros”.

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Su primera influencia vino desde Occidente, tanto en películas animadas como westerns y ciencia ficción, géneros que influyeron en su manera de aproximar las historias, además de la acción de películas protagonizadas por Bruce Lee o Jackie Chan.

Fue en 1977 cuando llegó su gran primera oportunidad luego de dedicarse un par de años a la publicidad. Fue contratado como dibujante de Shueisha, la editorial de mangas más grande de Japón, pero ninguna de sus propuestas fue aceptada en los primeros dos años. Cuando fue publicado finalmente, con el manga Shonen, Wonder Island, pasó desapercibido.

Dr. Slump fue el primer éxito de Toriyama, publicado en 1980 y que contaba con una protagonista androide tan bien fabricada que todos pensaban que era una niña real con superpoderes. Aquí expuso a sus primeros personajes antropomórficos y alienígenas, además de mundos de ciencia ficción que sirvieron para dar origen a Dragon Ball. El manga duró hasta 1984.

La inspiración para su siguiente creación fue “El Rey Mono”, un personaje de un cuento chino en el cual se basa el personaje de Son Goku y que era uno de los seres tradicionales favoritos de su esposa. En 1985, Dragon Ball apareció por primera vez en Shounen Weekly y en un año Toriyama ya había escrito 9.000 páginas valiosas de aventuras de Goku con sus amigos y enemigos.

Luego vino el animé, y con eso la popularización hacia Occidente de Dragon Ball. Con 156 capítulos, su primera temporada fue un éxito gracias a un contrato de distribución mundial, por lo que la segunda duplicó su duración con casi 300 capítulos. 

Hoy en día, Toriyama confiesa que no entiende aún el éxito de la serie: “Realmente no tiene sentido para mí. Hace poco releí la serie por primera vez en años y, aunque la saga de Frieza (un poderoso enemigo de Goku en Dragon Ball Z) tuvo el suspenso suficiente para atrapar mi interés, todavía me preguntaba por qué era tan popular”, dijo a Shounen Weekly en 2018.