Alex Anwandter lanzó Latinoamericana, su último disco, en el Teatro Caupolicán este jueves. El concierto estuvo lleno de sorpresas y duró más de dos horas y media.

El concierto comenzó a las 21:00 horas con Axis Mundi, una de las favoritas de Latinoamericana. En las dos horas y cuarenta minutos que duró la presentación, Alex Anwandter se dio el lujo y le regaló a sus seguidores todas las escenas de su carrera musical.

Fue un paso por Teleradio Donoso, una banda que describió de gusto heterosexual, a Odisea y pasó por sus canciones favoritas y los hits de Rebeldes, Amiga y se sumergió en Latinoamericana.

Es un momento álgido. Chile atraviesa nuevamente una crisis, o bien nunca ha salido de las crisis de desconfianza a las instituciones, a la clase política y les artistas parecen ser una luz en medio de los tornados de credibilidad, fracasos gubernamentales y terrorismo de Estado.

Sin embargo parecía que entre el discurso político del disco y la presentación de Alex, un abismo separaba el marketing abajista de la palabra popular en la boca de los privilegiados; de un público efervescente por la contingencia.

En tres oportunidades las palabras de entre canciones del cantante y director de cine se vieron interrumpidas por el clamor de la fuerza mapuche que de a poco fue gritando con más fuerza y levantó banderas, pero fue incapaz de decir algo relacionado al asesinato de Camilo Catrillanca a manos del equipo fascista de Sebastián Piñera, el Comando Jungla.

Entendería el silencio si se tratase de alguien que no cantara por Latinoamérica, por las locas, o por alguien que no se abanderara, porque me hace pensar que es un efecto de responder a las urgencias más que un canto significativo y de representación, pareciera que es alguien buscando hacer un espacio en el pop a partir del sufrimiento y dolor de los otros.

Ya la cuarta vez de ser ovacionado por gritos y cantos mapuche pudo mencionar sin profundizar las luchas del pueblo mapuche. Uno de los pueblos que conforma Latinoamérica.


El show estuvo lleno de sorpresas. Dijo que un momento soñó con cantar Sol de Invierno con Javiera Mena y Gepe, y ahí estaban cantando mientras el público se exaltaba por esta colaboración en vivo.

Después de Sol de Invierno, Gepe canta ¡Ven hacia mí! y el Caupolicán explota en baile, en coros y en gritos. Javiera, Gepe y Alex cantaban uno de los hits más importantes de Anwandter. Un experiencia única.

El show fue impresionante, una puesta en escena completa. Alex se lució con su canto y su destreza con los instrumentos. Dejó contento al publico que caía rendido a sus pies ante clásicos como Éramos Todos Felices o Amar en el Campo.

Tuvo un Teatro Caupolicán bailando de principio a fin, disfrutando, otres llorando con Manifiesto. Y de vuelta al baile con el homenaje en Amiga de Juan Gabriel, otra de las favoritas, Intentarlo Todo de Nuevo acompañando en el saxofón Franz Mezko.

Luego de la sorpresa de Javiera y Gepe, para seguir bailando con Siempre es Viernes en mi Corazón llegó Ale Sergi y Juliana Gattas, Miranda!, para después cantar Imán y Bailarina junto a Alex.

Dio un recorrido por la mayoría de las canciones de Latinoamericana y terminó con Cómo Puedes Vivir Contigo Mismo y luego Casa Latina.

Otro de los puntos fuertes del show son sin duda las visuales. Están compuestas de cápsulas que perfectamente calzarían en el video arte o video experimental, las que de hecho fueron las más políticas de la noche, junto al público.


En un momento Alex dice que encuentra clasista que los medios le pregunten por su apellido. Alex se posiciona desde una resistencia, dice constantemente que es parte de una rebeldía a la que los poderosos hacen pasar por minoría mientras canta con los labios pintados.

Este trabajo responde a una urgencia, a una resistencia, coincide con momentos tensos en la política latina. Pero me parece sospechoso que pese a las banderas levantadas por Camilo Catrillanca, a los gritos de su público, al contexto actual, pese a que se enuncie desde una resistencia no haya sido capaz de plantearse como un agente en un momento en el que tenía todo para hacerlo.

Es importante reconocer los privilegios, trabajar desde ahí, dar espacios y ser responsable con las ideas que se proponen desde el trabajo.

Revisa aquí las mejores fotos.

Todas las fotos por Natalie Lafuente