Maternidarks es el blog donde Alexa Ramírez ha plasmado todo su proceso de crianza que se escapa de los estándares que exigen lo que ella denomina las “santasmadres”.
Por Alexa Ramirez
Según la Real Academia de las “santasmadres”, basados en su ranking a nivel internacional, definitivamente estoy catalogada como “mala madre”. ¿Cómo sé esto? Bueno, muy fácil: basta con ver mi “Currículum Momae”:
- Tuve cesárea
- No me comí mi placenta
- Le di relleno a mi hijo desde los 3 meses
- Ve monitos
- Come galletas
- Juega con un tablet
- Come colados envasados
- Va al jardín de 9 a 6
- Salgo con mis amigas una vez a la semana
¿Qué terrible, cierto? No entiendo como permiten que sea madre de este pequeño ser que amo con todas mis células, pero a juzgar por los puntos que expuse con anterioridad no lo demuestro lo suficiente para el común de la gente.
“Lo peor” del caso es que no siento culpa, porque haciendo este tipo de “atrocidades”, como han catalogado otras madres, debería según su criterio castigarme mentalmente todos los días. Pero no lo hago.
Convertirte en madre significa transformarte en un personaje de dominio público con preguntas que van desde si fue planeado o un accidente hasta preguntarte si lo vas a parir por vía vaginal o por cesárea (¿Really? ¿Por qué ahora te interesa lo que sucede down there?). De ahí pasamos a la lactancia, el famoso colecho, la alimentación y un largo etcétera.
Así que, querida o futura mamá, te daré una verdad universal que no te va a gustar, pero es más real que la vida misma:
CADA DECISIÓN que tomes será cuestionada. TODAS y cada una de ellas. Si no es por tu suegra es tu mamá, tu prima, la vecina o la señora que se sentó en la micro contigo, porque obvio ellas saben todo lo que es mejor para TU hijo. ¿Qué vas a saber tú, tontita? Ni que lo hubieras llevado 9 meses en tu vientre (o esperado años para tenerlo en brazos, en caso de las mamás de corazón).
Por eso, he aprendido en mi corta experiencia que ser madre se puede tomar de dos maneras:
Puedes tomarte todo a pecho y estresarte por seguir los consejos de todas las revistas, blogs o programas de TV que, pese a los esfuerzo, nunca te convertirán en una Ultra Hiper Madre con mención honorífica Summa Cum Laude.
Puedes sentir esa terrible culpa por haberlo dejado comerse la miga de galleta porque según fulanita convertirás a tu hijo en un adicto a la azúcar y no dejarlo ver ni un minuto de tele, porque lo vas a volver tonto y mil escenarios más.
Puedes elegir vivir esa maternidad donde vivirás paranoica, comparándote con la que le sigue dando pecho a su hijo de 3 años.
O puedes elegir el camino de ser una mamá Darks.
Esto se logra simplemente viviendo tu maternidad como creas conveniente, informada (es muy importante estar informada); no te sientas culpable por no hacer tal o tal cosa, sé feliz viviéndola a concho, aceptando tus errores, dándote la oportunidad de equivocarte; reírte, reírte mucho de eso y seguir adelante; compartir con otras mamás que no eres la única que se hace pipí cuando se ríe muy fuerte, que el otro día te quedaste dormida y no duchaste al cabro, que en medio de una pataleta te rendiste y le compraste las galletas más dulces, y que a pesar de estar agotada, te derrites por esos ojitos que te dicen “te amo mamá”.
Esa mamá que no juzga, no se mete donde no la llaman y te dice “ánimo que todo pasará”.
La maternidad no es terrible, les juro que no, pero tanto juicio, comentario desubicado, información equivocada y malas ondas de otras personas (tristemente de otras mamás) hacen que lo pasemos mal. Estamos juntas en esto y debemos apoyarnos: SORORIDAD, hermanas…hace harta falta.
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