Dejó China para perseguir el sueño de convertirse en una estrella de la música y lo está logrando: Alice no sólo se está abriendo paso con su distintivo hyperpop, sino que también es una activista por los derechos queer y hoy llama a visibilizar la salud mental y, sobretodo, los trastornos de la conducta alimentaria. Algo con lo que ella carga y que se ha convertido en un motor creativo.
Alice Longyu Gao tiene una historia increíble. Nacida en Bengbu, China, bajo el nombre de Gao Long Yu, que significa elevado dragón del universo en chino, la cantante se mudó a Estados Unidos hace 11 años para volver su sueño realidad: ser una estrella pop. Ahí fue cuando decidió tomar el nombre del personaje del libro de Lewis Carrol. “El mundo es mi país de las maravillas”, dijo a i-D. ¿Cómo lo logro? sigue leyendo.
Tras no ser aceptada en el Conservatorio de Música de Shanghai, donde contó a i-D que quedó en quinto o sexto lugar en la lista de cuatro cupos disponibles, aprendió inglés y decidió abrir su propio camino en Norteamérica. Con el paso del tiempo, viajó a estudiar en Boston y tomó cursos de música en paralelo para convertirse en DJ y participar de todas las oportunidades de ser anfitriona de fiestas que se le presentaban. “A pesar de que nací en China, Nueva York me crió”, comentó al medio.
En 2019, cuando el hyperpop aún no formaba parte de la cultura mainstream, Gao conoció al productor musical Dylan Brady, con quien incursionó en los proyectos que tenía tantas ganas de concretar. Desde entonces trabajó en algunos singles que ha lanzado y también tuvo su propio talk show, hizo PERICURA, una instalación performática en Times Square, y colaboró con It Gets Better (Todo Mejora) para el Día del Orgullo.
El activismo por los derechos de las disidencias sexuales es parte importante del proyecto musical y los ideales de Alice Longyu Gao. Incluso fue aceptada en la Universidad de Boston por su ensayo sobre su participación activa en su comunidad lésbica local. Y cuando llegó a Nueva York quedó asombrada con la gran cantidad de activistas que abogan por la igualdad de derechos de las personas.
Este año ha lanzado seis sencillos después de paralizar todos sus planes con la llegada de la pandemia. Tenía planeado lanzar su proyecto Juice EP y salir de gira, pero con el confinamiento y el miedo a contagiarse al no contar con un seguro de salud en Estados Unidos, era imposible. Pero no dejó de publicar algunos sencillos, que incluso llegaron a oídos de exponentes como Lady Gaga, quien incluyó Rich Bitch Juice en su playlist Woman of Choice en Spotify.
She Abunai, LEGEND, Underrated Popstar y Kanpai son sus más recientes lanzamientos y están cargadas de sonidos hyperpop, instrumentos parecidos al rock hardcore y sintetizadores con muchas inspiraciones de los programas japoneses que veía Gao cuando era niña. Y sus trabajos anteriores siguen la misma línea. Karma Is a Witch, por ejemplo, la presenta como una Sailor Moon ruda con un vestido Swarovski personalizado por su amiga Etsuna Otsuka, quien vive en Tokyo.
En esta canción en particular aborda los desafíos de ser una artista como ella en Nueva York, donde dice que puede ser solitario, competitivo e inspirador al mismo tiempo. En conversación con i-D comentó que el sencillo también tiene su origen en el momento que vio que una artista adoptó una estética similar a la suya. “Creo que es importante recordarle a las personas que se mantengan auténticos consigo mismos. El sentido de crear arte es liberar lo que sientes que eres realmente”, dijo.
Mientras Gao trabajaba en sus canciones, publicó un video en Youtube comentando algo que interfiere con su vida profesional y del que le gustaría hablar más: un desorden alimenticio con el que convive hace años. Asegura que en el futuro le gustaría ser un ejemplo para las personas que padecen Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA).
Esto comenzó cuando subió de peso por un medicamento para el asma y cuando sus papás le gritaban que parara de comer cuando creían que ya era suficiente. Sus inseguridades afloraron y repercutió en su primera relación con una chica, con quien terminó tras no saber si era suficientemente bonita para su pareja. “Dejé de comer y por veinte días solo tomé agua”, comentó, “Tras esto mi trastorno alimenticio se desarrolló”. Aún tiene ansiedad frente a las cámaras y al momento de hacer música, pero dice que es algo con lo que tiene que aprender a vivir.
Y hoy, con muchos planes bajo su manga, quiere vivir su fantasía como Alice sin dejar de lado su vida personal y las batallas que tiene con su salud mental. “Es un equilibrio. Mi mundo musical es genial, pero igual quiero mostrar mi verdadera yo. No soy alguien que tiene muchos seguidores en redes sociales aún, pero tengo tantos mensajes por publicar sobre mi desorden alimenticio… Les respondo: ‘No estás solo, y yo tampoco”, dijo. Este es solo el despegue de Alice Longyu Gao, así que prepárate para sumergirte en la ola de colores pop que se vienen.
Escucha algunas de sus canciones y deja que tu cabeza explote viendo sus videoclips aquí: