Mascotas que familias abandonaron en su escape, o incluso leones, tigres y osos que vivían en un zoológico en Járkov, han sido trasladados por organizaciones animalistas desde el lugar de los bombardeos para ser llevados fuera del país.

Desde que empezó la invasión rusa en Ucrania en febrero, más de 5 millones de personas ya han huído de su país o se han visto obligados a desplazarse a otros lugares dentro del territorio.

Sin embargo, voluntarios y organizaciones también se han hecho cargo de trasladar a mascotas, animales de granja y también los que vivían en zoológicos. 

Un reportaje de The Guardian dio a conocer esta situación, y si bien señalan que ha sido imposible hacer un recuento de los ejemplares que han salvado, cuentan que para llevarlos hasta otros países de la Unión Europea han ocupado el transporte público, camiones, vans, y autos privados. 

Foto: Javier Fergo / The Guardian

Nataliya Popova, una voluntaria de UAnimals -organización que trabaja en el rescate, cuidado y extracción de animales de suelo ucraniano-, convirtió su centro equino ubicado en las afueras de Kiev en un refugio para fauna silvestre abandonada en zoológicos, que seguramente morirían de hambre o serían sacrificados. 

Te podría interesar: Un grupo de mujeres cuida a 700 perros abandonados en la guerra

Gracias a esta acción, lograron llevar más de 100 animales a zoológicos y reservas en Rumania o Polonia. Dentro de este grupo había siete osos, cuatro tigres y tres leones que vivían en el Ecoparque que fue bombardeado en Járkov. 

Por otra parte, la Fundación Centauro de Polonia, también ha tenido un rol muy relevante en la entrega de alimentos y suministros quirúrgicos veterinarios en Kiev. Y por ejemplo, hace algunos días hicieron una misión para salvar a perros sobrevivientes de un refugio en Borodianka, un distrito al noroeste de la ciudad. 

Foto: Javier Fergo / The Guardian


Muchos de los animales salvados los encontraron deambulando desorientados. Morían de hambre y comían lo que encontraban. Otros estaban heridos, asustados y confundidos por los sonidos de las explosiones, y algunos también se escondían en sus hogares, donde no quedaba nadie. 

Lejos del frente de guerra, la ciudad más cercana a la frontera con Polonia, Lviv, ha sido un territorio seguro para las personas que escapan de la guerra, pero también para los animales. Perros, gatos, y animales salvajes hacen una parada en un refugio cerca de la ciudad, donde voluntarios los cuidan, alimentan y les dan cariño mientras se tramita su papeleo para que sean sacados del país.