Lentejuelas y perlas se tomaron el ballet de Paris, vistiendo a 22 bailarines clásicos con inconfundibles trajes Balmain.
El coreógrafo del ballet de Paris, Sébastien Bertraud y el director creativo de Balmain, Olivier Rousteing, tienen mucho en común. Los dos están en sus treintas, son de Bordeaux y, además de ser jóvenes destacados en respectivas industrias, han admirado el trabajo del otro desde lejos. Por eso fue que cuando existió la oportunidad, Bertaud no dudó en pedirle a Rousteing que diseñara el vestuario para su nuevo trabajo: Renaissance, un ballet de 27 minutos con 22 bailarines vestidos completamente por Balmain.
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“Quería proponer un ballet actual. Como coreógrafo siento la responsabilidad de tomar decisiones que empujen nuestra identidad hacia el futuro. Me preguntaba qué diseñador podría ser el siguiente para esta increíble institución y para mi Olivier era el único”, aseguró Bertaud.
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Los trajes son intrincados y de solo verlos se reconoce que son Balmain. Hay chaquetas color nude beige, uno de los tonos favoritos de Rousteing, lleno de perlas y lentejuelas extravagantes. Los bailarines hombres llevan medias, destacando sus piernas tonificadas con el brillo de los cristales, mientras las bailarinas llevaron un leotardo brillante. Las creaciones para este ballet son un déjà vu de la colección otoño 2012 de Balmain. “Quería el máximo glamour posible, es lo que amo”, dijo el diseñador a Vogue.
Varios han sido los reconocidos diseñadores franceses que han mostrado su talento en la ópera: Coco Chanel, Yves Saint Laurent, Christian Lacroix y el mismísimo Pierre Balmain. Esta es la oportunidad de Olivier para seguir aquellos pasos y entrar a una categoría exclusiva dentro del diseño europeo.
“Es un honor increíble trabajar con la Ópera de Paris, sobre todo siendo alguien que siempre ha estado fascinado por la belleza y poder de la danza. Fui feliz de trabajar en este proyecto, dándome la oportunidad única de aprender y compartir ideas con un grupo de talentosos artistas y artesanos para los cuales nada es imposible”, aseguró Rousteing.