La necesidad de comer carne se ha transformado en una discusión obligada en la última década.

La temática ha sido expuesta en películas y documentales, y por supuesto, ya hay un anime que habla sobre eso.

Nos referimos a Beastars, manga dibujado por la autora Paru Itagaki, quien diseñó un mundo de animales antropomórficos, donde existe una división cultural entre carnívoros y herbívoros.

El protagonista de la serie es Legoshi, un lobo gris que estudia en la academia Cherryton, donde vive con otros estudiantes carnívoros.

Dentro de la escuela, Legoshi trabaja como escenógrafo y apoya a los actores del club, que está liderados por Rouis, un ciervo que goza de mucha popularidad dentro de esta sociedad de animales y que es un aspirante a convertirse en un Beastar.

La historia de Beastars tiene como puntapié inicial el asesinato de Tem, una alpaca que es devorada por la noche y que genera inquietud entre carnívoros y herbívoros.

Esto genera una serie de conflictos en Legoshi, que queda muy impactado por la muerte de su amigo. La serie se moviliza en torno a los conflictos de identidad que tiene el protagonista, quien tiene una discusión constante con su naturaleza carnívora.

A esto se suma que comienza a enamorarse de Haru, una pequeña coneja blanca que cautiva al lobo gris, pero que a su vez despierta en él su naturaleza salvaje y sus ansias por poder comer carne.

El drama interno de Legoshi se amplifica con su relación con Rouis, con quien trabaja en una obra de teatro que presentan en la academia. El ciervo, quien siempre es adorado por sus fans se pasea por la escuela con la frente en alto, mientras que el protagonista siempre anda con la cabeza gacha, tratando de pasar desapercibido.

Ante esto, Rouis encara a Legoshi y lo insta a aceptar su fuerza de animal carnívoro y asumir su naturaleza, conflicto que se va desarrollando a medida que avanzan los capítulos donde aparecen más animales y un panda psicólogo, que le dice a Legoshi que su amor por Haru no es real, sino que es una excusa para comérsela.

Otra de las virtudes de Beastars es la cantidad de géneros que abarca.

Por momentos, crees que la serie se volverá un thriller, sin embargo, una escena después se convierte en una comedia. La gracia de esto es que cada género van acompañando la evolución que tiene Legoshi durante la trama y van mostrando sus diferentes facetas como amigo, amante y animal salvaje.

Beastars fue animada por el estudio Orange y fue dirigida por Shinichi Matsumi, el mismo estuvo a cargo de algunos episodios del reboot de Thundercats.

Su animación cuenta con elementos 3D que le aportan una naturalidad muy notable a los movimientos de los personajes. Otro elemento fundamental es la música de Satoru Kosaki, la cual fortalece las emociones de algunas escenas, aportando tensión y ternura cuando es necesario.