El ADN vibrante y lleno de colores que hay en Benetton esta temporada se reinventa con motivos florales y un puñador de patrones táctiles geométrico.
Una vez más, el arte, la arquitectura y el diseño sirven como punto de partida, y la forma se encuentra con la función bajo la apariencia de un espíritu conceptualmente artístico. Líneas estratificadas en asfalto y popelín elástico estampado registran inesperados y ultra contemporáneos arrebatos de azul cielo y verde esmeralda que ofrecen un guiño de pop art. Las formas son minimalistas pero elegantes, como las trencas clásicas o las chaquetas cruzadas ajustadas y los pantalones pitillo con sólidas pinceladas de color. El paradigma de la elegancia casual urbana es que hay prendas tanto para los coleccionistas como para los artistas.
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