Manual de supervivencia para l@s que no les gusta bajarse de la bici por ningún motivo.
Si tú eres como yo, usas la bicicleta como tu principal medio de transporte. Te lleva a la pega, al gimnasio, al supermercado y a la punta del cerro. La mitad del año, es la raja. No tienes que esperar la micro ni subirte como sardina al vagón del metro. No gastas nada y el ejercicio te hace bien. Pero todo lo bueno de andar en bici se ve perjudicado cuando cae lluvia. De repente no es tan bacán como antes. En realidad, puede convertirse en una experiencia terrible. Terminas mojado, sucio y con frío.
Afortunadamente, existen soluciones para evitar el mal rato y mitigar los problemas. Ya que la lluvia cae igual sobre todo, cada parte de la bicicleta y del cuerpo es candidato para algún accesorio. Advierto que probablemente arruines cualquier look que esperes mostrar dentro de la onda cletera. Aun así, es inmensamente útil y life-saver tenerlos.
Tapabarros
Lo más penca de andar en bici cuando llueve es que te moja y te ensucia el poto. Las revoluciones de la rueda y el contacto del neumático con la calle hacen que la rueda trasera te escupa barro a la raja y la delantera en la cara. Cuando era principiante de bici, llegué varias veces a reuniones con la parte trasera de los pantalones con pinta de pañal de guagua. Ahórrate la vergüenza y cómprate un tapabarros.
Bolsas de plástico
Esta es la opción más barata y quizás la más útil. Como sabemos, las bolsas de plástico sirven para todo. Aunque soy partidario de “sin bolsa, por favor”, de vez en cuando es inevitable usar una. Cuando las tengo acumuladas, trato de encontrar una manera de reutilizarlas para evitar botarlas directo a a la basura, porque cuando llueve nos salvan en la bici. Una sirve para tapar el asiento cuando dejamos la bici estacionada, así no nos mojamos el poto cuando nos subimos de nuevo. Con dos puedes proteger tus zapatos de la lluvia, porque nada es peor que calcetín sopeado.
Poncho, parca, chaqueta o bolsa de basura
Siempre voy a trabajar con camisa y no puedo llegar a la oficina con la ropa mojada. Además de que no me lo permiten, no quiero tenerla empapada. Es sumamente incómodo. Entonces, uso una chaqueta y me protege bastante bien. Pero no llega hasta mi culo y eso me trae los problemas anteriormente descritos. Un poncho, como el de la foto, cumple dos propósitos: mantener el tronco y el trasero secos y limpios. Igual, ojo, porque si queda demasiado largo se puede enredar en los rayos de las ruedas. Si no encuentras un poncho o si no quieres gastar en uno, puedes usar una bolsa de basura grande y cortar hoyos para tus brazos. Pobre, pero funcional. Si andas con mochila o cartera , no olvides meterla debajo de tu capa exterior.
Guantes y calcetines de lana
En las mañanas, sobretodo, puede hacer un frío tan terrible que te cuesta apretar los dedos. Esto es peligroso en andando en bicicleta debido a que con esa acción de la mano funcionan los frenos. Las extremidades sienten el frío primero cuando el cuerpo restringe el flujo de sangre para proteger mejor a los otros órganos. Entonces, si no quieres que tus deditos estén helados, no salgas de la casa sin algo para mantenerlos calentitos. La mejor opción son los guantes y los calcetines de lana, no solo porque la lana abriga mejor que cualquier material sino también porque la lana, a diferencia del algodón, se siente caliente aún cuando está mojada.
Aparte de estos artículos de ropa, existen algunos tips básicos que caben mencionar.
A pesar de que aveces es divertido pasar por encima, ten cuidado con las pozas. Además de que el agua te puede ensuciar, la poza puede estar escondiendo un hoyo o una salida de alcantarillado.
Coloca las luces de noche aún si sales de día, porque cuando llueve, la visibilidad baja, así que ilumínate para asegurar que te vean.
Finalmente, date más tiempo para frenar. Similar a lo que pasa con los autos, cuando los frenos se mojan no funcionan bien. Ten esto en mente al momento de calcular la distancia necesaria para parar.
Y nunca está de más decir que siempre, siempre, debes usar casco.