UCon su humor británico, irónico y elocuente, Mark Forsyth nos presenta su última creación llamada “Una Breve historia de la borrachera”, contándonos de forma explícita como los seres humanos aprendieron a beber mucho antes de saber escribir, leer o incluso asentarse en comunidades sedentarias.
Según Forsyth, los seres humanos fueron impulsados hacia la agricultura por el gusto que les producía la fruta fermentada que caía de los árboles. Estos fueron los primeros indicios de los vinos que hoy en día tomamos a la hora de almuerzo, en restaurantes y por qué no, en soledad y llorando.
El ser humano es intrínsecamente borracho. Junto a la prostitución -la sabido profesión más antigua del mundo- ya existían tabernas a las orillas del Éufrates cuando se crearon las primeras ciudades en lo que conocemos actualmente como Irak.
El libro es un recopilatorio histórico entretenido que nos muestra diferentes curiosidades, algunas de ellas son:
Los monos se emborrachan de vez en cuando al recoger fruta fermentada. Sin embargo, aprenden de las resacas y no vuelven a repetir esta práctica más de una vez en su vida
Los egipcios hacían orgías con mucho vino y los niños concebidos en estas ocasiones eran considerados divinidades al nacer
Los aztecas castigaban las borracheras públicas con pena de muerte
El Zar Nicolás II prohibió la venta de alcohol en 1914. Cuatro años después fue ejecutado por causas relacionadas a esta medida.
Más de 500 personas fueron intoxicadas en un solo día durante la prohibición en Estados Unidos por consumir alcohol casero
Ya, basta de spoilers. Cuéntanos tu borrachera más simpática y participarás por una de las dos ediciones que sorteamos del libro de Mark Forsyth. Salud!