No necesita presentación, pero somos generosxs con los boomers así que la haremos igual. Con 26 años, Cazzu se consagra como una de las artistas más exitosas del continente: en Instagram supera los seis millones de seguidores y por Spotify la escuchan más de cuatro al mes. Aunque para algunxs la reina del trap, ella prefiere “la jefa”.
Contesta todo medio filosófica, piensa unos segundos antes de dar cada respuesta y prefiere hablar de liderazgos en vez de monarquías. Nos confirma que, sí, los emos son para adentro, pero su personalidad extrovertida le hace juego: dicen que es la propuesta más punk de la música latina.
No es casualidad que un traperx sea también artista visual. De calaveras y estrellas floggers pasadas a MySpace, su estilo robusto y oscuro no pasa inadvertido. pero ella se queja de lo mucho que se habla de esas y otras cosas y lo poco que se refieren a sus métricas, rapeos y flow. Tiene que ver, como era de esperar, con ese machismo que es más de fondo.
“Tumbando el club” es, por así decirlo, el himno del trap trasandino. Julieta Cazzuchelli es la única mujer entre las once figuras argentinas del tema y la confirma como el rostro femenino del trap en uno de los países más duros de la escena global, y especialmente del Cono Sur.
¿Por qué no del trap en general? En esta charla Cazzu reflexiona sobre eso y de pasada nos cuenta sobre su nuevo EP de tres canciones estrenado ayer, en plena cuarentena: como auténtica emo, nos habló también de lo mucho que ha disfrutado el encierro.
Sin la crisis sanitaria quizá las condiciones de esta entrevista hubiesen sido distintas, pero el resultado de un zoom sorteó algunos datos interesantes sobre su pasado punk, los paradójicos sentimientos que siente hacia las premiaciones y su relación con Chile:
Después de Argentina, Chile es el segundo país que más te sigue, ¿cómo sientes el cariño de la gente de acá?
Increíble, creo que lo más buena onda es que es nuestro país vecino. Estamos acá no más. He ido pocas veces, la gente ha sido demasiado linda. Me siento muy contenta.
¿Has vivido alguna situación especial acá?
Me acuerdo que cuando fui al Teatro Caupolicán, fue un show con Paloma, Dref. Hubo dos chicas que llegaron al hotel, desde un lugar muy lejos. Se notaba que habían viajado mucho. No tenían para la entrada. Estuve un rato hablando con ellas, y habían ido solo a verme a mí, no al concierto. En ese momento mi manager se consiguió unas entradas y algo de plata para que tomaran un taxi.
¿Consideras a algún artistx chilenx en la categoría sadboy?
Yo creo que sí. Depende también de los temas. Me falta mucho artista chileno por escuchar. No sé si tan sad como lo que hago yo que a veces se tira más a lo alternativo. Los pibes de allá son más traperos, y sí pueden ser sad trappers, pero siguen siendo más trap.
¿Existe alguien de acá con quien te gustaría colaborar en un futuro?
Me encantaría colaborar con Dref, seguro pasará en algún momento. Con Pablito Chill-E está en vías de construcción lo que vamos a hacer. Me encanta, Pablito es un jefe. Después me encantaría Paloma, ir viendo. Para mí esas cosas son bastante naturales. Pablito es mi hermano y Dref un gran amigo. Depende mucho de la relación que haya de por medio.
¿Cuál es la propuesta de tu nuevo EP?
Algunos tracks son trap duro. Tenía muchas ganas de hacer trap. Sentía que mucha gente me empezó a conocer con otros temas más softs, más tranquilos, un poco más pop a veces. Y me asusté. Dije no. Quiero que la gente me conozca como quiero, con una de las cosas que más me gusta hacer. El trap es uno de mis géneros favoritos. Es bastante amplio. El disco es bastante experimental, bastante amplio. No tiene un alineamiento, no se parece a nada.
¿Hay canciones más autobiográficas?
Sí. Algunas sí. De hecho de todo el EP hay una que salió que cumple esa función, Esquina. La hice con mis hermanos y mis mejores amigos, Noriel y Eladio. Esa canción es mega autobiográfica de lxs tres. Esto somos. Habla mucho de la realidad, la calle y la amistad. De lo que somos realmente. Los otros dos temas tienen un poco más de construcción, ideas. Pero necesariamente siempre van a tener algo de lo que yo pienso de la vida.
Últimamente has participado de varias nominaciones y premiaciones, ¿tienes un cariño especial por alguna?
Me cuestan mucho, porque hay un gran negocio detrás de los premios. Y algunos premios son… la gente dice “sí, esto…” pero de repente te encuentras compitiendo con gente que… Es raro. Yo todavía estoy procesando mis premios. Me gusta más recordar las presentaciones. Eso me copa más. Yo estoy en el escenario. Hay un montón de artistas mirando lo que yo hago. La presentación de Premio lo Nuestro que fue la última a la que asistí es una en las que más nerviosa en mi vida estuve. Nunca había estado tan nerviosa en el escenario. Imagina que tenía a Ricardo Montaner, Daddy Yankee, Anuel en el público. Mis amigos, Myke, pero de repente tú mirabas a otro lado y estaba Ricky Martin. Y yo decía… Qué hago acá.
¿Ha cambiado el rol de las mujeres en la música urbana respecto a la gen anterior?
La presencia femenina de esta nueva generación por sobre todas las cosas está. Hay mujeres. Eso es lo más importante. La gente permite que haya mujeres. Antes era muy difícil que nadie te criticara por elegir un género como éste. Hoy está medio de moda, es buena onda. Si no haces reggaetón qué vas a hacer. Es lo mainstream. Pero en general en la música falta un poco más de construcción de parte de todxs para llevar esto hasta el punto de la igualdad. Todavía sigue habiendo números bastante impares. Sigue habiendo concepciones de la música bastante disparejas.
Cuando estás hablando con tus amigos colegas de un artista dicen “oh, este chavón es una bestia, un animal, éste rapea muy bien, tiene alto flow”, qué se yó. Esas conversaciones se dan todo el tiempo, pero cuando aparecen las mujeres en esa área es un poco más complicado. No se habla de métricas, no se habla de flow. De si rapea bien o si se rapea mal. Sólo se habla de que lo hace. Capaz soy muy filósofa en ese tipo de actitudes. ¿Cuándo hablamos de que mi métrica es mejor que la tuya? ¿De que tengo 32 más flow que X rapero? Cuándo las páginas que están todo el tiempo hablando de reggaetón, de trap, ¿cuándo esas páginas de hip hop y del género dicen: Ok, Cazzu le rompió el orto a todo lo que había en el trap? O a Cazzu le falta un poco de flow, capaz un poco de rimas. En qué momento nosotras entramos en esa competencia ¿Cuándo se empieza a hablar de raperos, de raperes, traperes por igual? Eso es lo que a veces me preocupa un poco. La falta de capacidad de decir: “ché, éste canta como el orto, esta mina canta bien, canta mejor”. Esas cosas todavía no están pasando. Hemos tenido que esperar tanto para tantas cosas que la paciencia es corta.
¿Fuiste emo cuando niña o es una identidad que construiste después?
No. Voy a buscar las fotos para que la gente me vea. El momento en que Argentina estaba dividida entre emos y floggers, fue mi momento más punk. Consumía mucho punk. Sí consumía reggaetón, pero estéticamente me identificaba más con My Chemical Romance, Good Charlotte, y todo lo que era ese mundo.
Igual emo…
Sí obvio, siempre calaveras. Vestida de negro. Tachas por todos lados. Eran emos y floggers pero en realidad eran todos floggers.
¿Cómo te llevas con la cuarentena?
A mí no me cuesta estar encerrada. Me gusta estar en mi casa. Y más aún porque no tengo mucho tiempo de estarlo. Cuando tengo momentos de soledad hago muchas cosas. Dibujo, tengo esos espacios. Me gusta mucho pintar. Puedo pasar un día entero en silencio pintando, desde la mañana hasta la noche. Me he puesto a experimentar un par de cosas más. He practicado más animación digital. Me gusta la escultura. Todo lo que no puedo hacer porque estoy trabajando. Arcilla para modelar algo, ese tipo de cosas. Soy muy inquieta con respecto al arte plástico, es parte de mi necesidad de ansiedad. Todo lo que tiene que ver con las manos me gusta mucho. Y he estado componiendo cosas muy distintas, experimentando. Yendo al estudio a tirar un flow que ni idea, buscando un poco de cambios, o utilizando este momento para experimentar, no sólo a hacer algo para que la gente lo vea. O hablar con el micrófono, a veces se necesita.
Son tiempos de experimentar…
Pensar, leer, qué se yo, me gustan los documentales, me gusta aprender cualquier cosa. Bastante rico. Lamentablemente el contexto en el que lo tuvimos que vivir.