Leñería partió como un sencillo espacio para trabajar y se consagró como un cowork. Rústico, moderno y hogareño son los conceptos que mezcla este centro de trabajo levantado por dos amigos, Francisco y Jorge, ambos arquitectos y posteriormente se integró José Miguel, ingeniero comercial, “a ordenar los números”. Este 2020 celebran la apertura de su segunda sucursal.

Los principales motores o conceptos centrales para avanzar en lo que hacen son: confianza, comodidad y colaboratividad.

Nos sentamos con Francisco Salvatierra, más conocido como Pancho, para que nos contara la historia del nuevo lugar donde ahora tenemos nuestro centro de operaciones.

A continuación, en primera persona, Pancho te lleva a un viaje que comienza hace casi diez años:

“Partió hace 7 u 8 años, como todos quienes quieren emprender, en una casa apretados. Trabajábamos juntos en casa de Jorge. Estábamos bien hacinados, y queríamos buscar oficina. Pero en ese entonces no habían tantos cowork como hay hoy. Buscamos y cotizamos, era bien caro porque no estaba estandarizado el metro cuadrado ni nada. Entonces era tomar o dejar las oportunidades que no eran tan convenientes y muchas veces eran espacios que sobraban. No había nada apto ni listo para trabajar, lo único que había eran cosas tipo instalarse en un Starbucks”. 

La leñería familiar

“En un momento buscando consejo, mi vieja me comentó que la familia tenía una leñería hace treinta años. Era una constructora en realidad, pero estamos hablando de los 80, así que hicieron de todo, incluso vender leña. Vendieron leña mucho tiempo, hasta que se prohibió en Santiago y se acabó, pero ya toda la comunidad la conocía como la leñería. Quedaba en Crescente Errázuriz con Seminario. Me dieron el arriendo al mismo precio que el último arrendatario pero tuvimos que trabajar mucho, desde cambiar las cañerías, remodelarla y poder construir nuestra oficina. Esto fue el 2012, luego nos ampliamos a la casa de al lado”.

Ahora sí, la Leñería

“Al principio no sabíamos qué nombre ponerle, cómo ofrecer esto. Para nosotros siempre fue la Leñería, entonces la verdad es que ya tenía nombre sin que lo decidiéramos, por así decirlo.

Cuando de a poco se empezó a llenar la casa, nos dimos cuenta que habían proyectos y gente súper interesante. A mí me hacía sentido compartir lo que estaba pasando. Además como al principio éramos todos amigos, la colaboración era muy fácil. Por otro lado la demanda era alta, apenas se desocupaba una oficina, ya habían 10 personas preguntando por el lugar. Entonces empezamos a ser un poco más metódicos y rigurosos a la hora de comunicar. 

Para comunicar, dijimos somos espacios, sólo eso. Nos enfocamos en el espacio donde ocurre toda esta creatividad. Comuniquemos lo que las personas están haciendo en nuestras dependencias.

Un gran ejemplo de colaboración fue este: a todos nos gustaba movernos en bicicleta, de hecho todos llegábamos así a la pega. Así que pusimos una tienda de bici, Kamaleon Bikes, entre todos. De todas partes se aportaba algo, ya sean bolsos para bicicletas, serigrafías, oficina de diseño, taller de pintura de bicicletas, estudio de fotos y la tienda misma. Ese fue el primer proyecto que reunió aportes de todos los miembros de la casa. Cuando sacábamos las fotos, la oficina de al lado hacia diseño, la otra pintaba, la otra era taller, etc.”

Mudanza

“Jorge tenía un vecino que era dueño de casi toda la cuadra y le comento que se desocupaba una casa. Nos tincó, fuimos a ver nuevamente que onda y también estaba casi que en nada, faltaba remodelarla entera.

Lo rico de esto es que si partes algo desde cero, termina siendo tuyo por completo, es tu creación. Todo el cariño está ahí. Además como arquitectos nos gusta y sabemos del tema. Nosotros siempre adecuamos los espacios para que haya encuentro entre los miembros, que se vean las caras y que puedan compartir. 

Incluso en los desayunos o activaciones que hacemos, el compartir es lo más importante.

Nosotros siempre tratamos de reinvertir todo en Leñería, para que vaya creciendo de la forma más hogareña posible. La pregunta que nos hacemos y tratamos de responder es: ¿Cómo hago para estar cómodo aquí, donde paso más tiempo que en la casa? Hay que estar como en su casa o incluso más cómodo. 

Creo que salimos del típico cowork con puff de colores, sino que hay otro tipo de detalles que te dan una calidez y bienestar. Para nosotros la idea ojalá mezclarnos lo más posible, que ocurran cosas y que estemos todos metidos”.

Centro Leñería en Triana, metro Salvador

“Hoy Leñeria Triana es nuestra casa central, con cerca de 1.000m2 y un programa bastante mas amplio: cuenta con un restaurante @casino_latriana, galería de arte, tienda, y una azotea para eventos y activaciones pronta a inaugurarse; ademas de las oficinas y espacios de cowork.

Con esta base central, la idea es planificar y ordenar las ofertas, ampliarnos de a poco. Hay planes, pero se comunicaran en su debido tiempo, luego de inaugurar Triana y estabilizarnos.

Como es una calle pequeña, hablamos con los vecinos de Ají Hostel para organizarnos como barrio. La idea que tenemos en mente es lograr que la calle sea peatonal, ya que es un U y muy cortita. Básicamente somos los únicos que transitamos por acá, junto con los universitarios y vecinos. Quizás lograr que se llene de mesitas y cafés, quién sabe”.