Con 23 años, es adicto al Xanax y tiene una vida fascinante que cualquier miembro de esta generación quisiera tener para desafiar al futuro con beats únicos del hip-hop.
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Todos escuchamos música de distintas maneras – despertando, manejando, trabajando, en bici, fumando, cocinando, etc. -, pero la rapidez con la que aparecen nuevos hits y artistas alrededor del mundo es muy difícil de priorizar cuando el oído quiere calmar cualquier ansiedad que produce la búsqueda de felicidad.
Kanye West lo idolatró en los VMAs y Beyoncé interrumpió sorpresivamente una entrevista donde sólo le entregó su amor a The Rapper – en plena transmisión en vivo -. Dato friki: vivió con Frank Ocean y James Blake y Obama se declaró su fan – como lo detalló el rapero en la entrevista que le realizó la revista GQ -.
Sus canciones hablan de él, de su personalidad, sus adicciones y fobias, donde en colaboración con Wiz Khalifa, Justin Bieber, Lil Wayne y Kanye West hacen que Coloring Book – su último mixtape – sea lo que es: una placa perfecta que, sin haber sido lanzada en formato tradicional, fue el primer álbum no físico en entrar a la lista Billboard.
LARGA VIDA AL STREAMING.
Pero, ¿cómo se logra este tipo de fama? ¿cómo se llega a ser él? Simple, con una potente diferenciación y originalidad, como por ejemplo: las bases que ocupa The Rapper son una mezcla entre trapsoul y rap convencional; sus bases y mezclas de ritmos atemporales logran generar la atmósfera que The Rapper quiere lograr. Un viaje guiado por sus canciones a un mundo que es siempre distinto en el estado que estés – #AcidRap, no hay que explicar más – .
Cuando se quedó en Chicago – donde vivió en el estudio de grabación sólo con un colchón – se unió a Savemoney, colectivo creado por artistas que hacen bases y canciones bajo una perspectiva que definió el punto de vista de The Rapper ante el mundo: ser el dueño de tu propio universo. Un visionario que enamora a los Z y trastorna a los millennials.